En vísperas de la visita a China del jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, el Financial Times y algunos medios de comunicación occidentales informaron el martes de que la UE está planeando anunciar investigaciones antisubvenciones contra «fabricantes de acero que producen en exceso» en países como China, como parte de un acuerdo con Estados Unidos para poner fin a los aranceles de la era Trump. El informe, aunque aún debe ser confirmado por la UE, ha atraído la atención del mercado, en parte debido a su delicado momento coincidiendo con la visita de Borrell.
A medida que las relaciones entre China y Estados Unidos se vuelven cada vez más complejas, en las que Washington etiqueta a China como un competidor estratégico, la UE se enfrentará inevitablemente a la presión de Estados Unidos. Sin embargo, los responsables políticos europeos deberían mantener la sobriedad y seguir una estrategia diplomática independiente.
China y Europa son importantes socios comerciales entre sí. Si los políticos de Bruselas utilizan la estrategia europea en China como moneda de cambio para intercambiar beneficios con Washington, las consecuencias serán catastróficas para la economía, las empresas y los ciudadanos europeos.
En cuanto a la industria siderúrgica, es de esperar que los responsables políticos europeos puedan darse cuenta de que la industria siderúrgica china es un mercado plenamente competitivo, y en una refriega tan altamente competitiva, el gobierno no subvenciona ni tiene motivos para subvencionar a la industria intensamente competitiva. El gobierno, por el contrario, siempre ha animado a los fabricantes de acero a reducir la capacidad de producción obsoleta y a mejorar continuamente las normas medioambientales.
Si la UE inicia una investigación antisubvenciones contra las siderúrgicas chinas, la decisión puede basarse en dos consideraciones. En primer lugar, parece que Bruselas quiere aliviar parte de la presión competitiva a la que se enfrentan los siderúrgicos europeos. Como informa Reuters, el porcentaje de importaciones de acero en comparación con el consumo en la UE fue del 22% en el primer trimestre, una cifra elevada en términos históricos. Esto significa que la competitividad del acero europeo está disminuyendo.
Se prevé que la demanda de acero en la UE caiga un 3% este año debido a la persistencia de los elevados precios de la energía y la atonía de la demanda, lo que puede aumentar la presión sobre los políticos para que protejan la capacidad de producción poco competitiva de las acerías. El proteccionismo comercial puede dar un respiro, pero los bajos niveles de competencia impedirán que Europa elimine la capacidad de producción obsoleta y avance a buen ritmo.
En segundo lugar, a los observadores les preocupa si las investigaciones antisubvenciones de la UE se utilizarán como moneda de cambio para alcanzar un acuerdo siderúrgico con Estados Unidos. Reuters informó el miércoles de que se espera que una declaración conjunta diga que la UE utilizará sus instrumentos de defensa comercial para evaluar la situación del mercado del acero, sin mencionar a China, pero esto daría lugar a investigaciones por parte de la Comisión Europea.
«Washington le pidió a Bruselas que actúe contra los productores chinos de acero, en particular, a cambio de evitar la reimposición de los aranceles de la era Trump sobre el acero y el aluminio de la UE, con un plazo de finales de octubre para llegar a un acuerdo», dice el informe.
La industria siderúrgica estadounidense está sintiendo el aguijón de la huelga de United Auto Workers. Como se informó, United States Steel Corp dijo que estaba temporalmente inactivo uno de sus altos hornos en Granite City, Illinois, una indicación de que la compañía espera que la huelga reduzca la demanda de acero. Washington se deja influir fácilmente por los grupos de presión de los fabricantes de acero. Por ello, puede que no sea fácil resolver la disputa sobre los aranceles del acero entre EE.UU. y la UE.
Sin embargo, si la UE se muestra demasiado débil e incluso utiliza su estrategia con China como herramienta para adular a Washington, Europa no se ganará el respeto de Washington. Al contrario, esto permitirá a Washington intimidar al bloque y le acarreará problemas económicos.
En septiembre, la inflación anual en la eurozona se enfrió a su nivel más bajo desde octubre de 2021, cayendo al 4,3 por ciento. Sin embargo, una tasa de inflación superior al 4 por ciento significa que la inflación sigue siendo un grave problema para la economía de la eurozona.
Algunos analistas han afirmado que si la UE inicia investigaciones antisubvenciones contra el acero chino, exacerbará la presión inflacionista en Europa, especialmente en el contexto de la escalada del conflicto palestino-israelí, que puede provocar un aumento de los precios mundiales de la energía.
La complementariedad económica de China y la UE crea un potencial de cooperación en el ámbito del acero y en cadenas industriales más amplias, que no debería ser saboteado por la presión geopolítica de Washington. Se espera sinceramente que la visita de Borrell inyecte un impulso positivo a las relaciones bilaterales.
*Liu Xiangy es periodista del Global Times.
Artículo publicado originalmente en Global Times.
Foto de portada: Extraída de Infobae