La votación comenzará a las 8:00 am hora local y las urnas se cerrarán a las 5:00 pm en los 87 distritos electorales. Votan más de 64 millones de personas de las cuales alrededor de 4,9 millones lo harán por primera vez; hay cuatro candidatos presidenciales, 24 partidos políticos y 151 candidatos parlamentarios independientes.
Además, unas 3,41 millones de personas emitirán su voto en el exterior, de las cuales 277.646 votarán por primera vez. Se establecieron comités de urnas en 75 países y 156 oficinas de representación en el exterior. Las votaciones que se realizan en las puertas de aduanas y representaciones en el exterior comenzaron el 27 de abril. En el primer caso, finalizan el mismo 14 de mayo, mientras que en el segundo caso, finalizó el 9 de mayo.
El sistema electoral presidencial turco establece que si un candidato no supera el 50% de los votos en primera vuelta, los dos candidatos más votados pasarán a una siguiente vuelta electoral programada para el 28 de mayo. Los candidatos son definidos por los miembros de su coalición o partido político.
Por otro lado, en la elección Parlamentaria de la 28ª Legislatura, 24 partidos políticos y 151 candidatos independientes se disputan 600 escaños. Los legisladores son proporcionalmente elegidos en 87 circunscripciones repartidas en 81 provincias. Para ingresar a la Asamblea Nacional, el partido o coalición deberá obtener al menos un 7% de votos a nivel nacional.
Las últimas elecciones en Turquía se desarrollaron en junio de 2018 y marcaron el proceso de transición del sistema parlamentario a uno presidencial. El cambio de régimen fue avalado a través de un referéndum constitucional celebrado en 2017 e incluyó, entre varias modificaciones, que el presidente asumiera todo el ejecutivo, la eliminación del cargo de primer ministro, el aumento del mandato a 5 años, el aumento de 50 escaños en el Parlamento, la facultad del presidente de proponer los presupuestos, disolver el parlamento, nombrar ministros sin validación parlamentaria y nombrar a la mayoría de miembros del Tribunal Constitucional.
En estas elecciones se presentarán cuatro coaliciones: Alianza Popular, Alianza Nacional, Alianza Ancestral y Partido de la Patria. No obstante, los dos principales candidatos a disputarse la presidencia son el actual presidente del país, Recep Tayyip Erdoğan, líder y fundador del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) representante de la Alianza Popular; y su principal opositor, Kemal Kılıçdaroğlu, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y representante de la Alianza Nacional.
Türkiye se enfrenta a estas elecciones en un contexto interno marcado por la crisis económica con una alta inflación, la cuestión kurda, los refugiados, pero en especial por la catástrofe de los terremotos que sufrieron en febrero tanto Turquía como Siria.
Los terremotos fueron devastadores. Hasta el momento se cuentan más de 50 mil muertos, 214 mil edificios derrumbados, 11 ciudades destruidas casi por completo, millones de personas sin hogar, muchísimos niñes que se quedaron sin su padres, sin tutores y varios que todavía no se conoce su identidad. Aún se siguen evaluando los daños y las consecuencias mientras continúan trabajando.
La situación interna en Türkiye complica la reelección de Erdogan, siendo ésta, una de las elecciones más difíciles que deberá enfrentar el mandatario acusado de negligencia gubernamental y corrupción.
Erdogan se encuentra en el poder desde hace 21 años. En primera instancia lo hizo como primer ministro entre 2003 y 2014 con el sistema parlamentario, luego como presidente entre 2014 a 2023, con la transición al sistema presidencial en 2017. Su gobierno a lo largo de los años se han constituído bajo la idea que algunos denominan “política de equilibrio”, posicionándose y apoyando al occidente colectivo liderado por EEUU por momentos, enfrentándose a esa facción por otros, mientras también establecía mecanismos de cooperación con países euroasiáticos o firmando acuerdos concretos con Rusia.
Según explica el Dr. en comunicación social y docente de relaciones internacionales, Fernando Esteche, “Erdogan ha tenido una relación compleja y contradictoria con los Estados Unidos. Auspiciado primero, vapuleado más tarde y luego no sólo abandonado sino saboteado, reacciona ante el atlantismo y sus maniobras de acuerdo a propios intereses de reproducción de gobernabilidad y no tanto en términos de un proyecto autónomo turco de relacionamiento internacional”.
El analista recuerda el rol de la Turquía de Erdogan en Afganistán, Siria, Libia, el sur del Cáucaso, Somalia, Bosnia, Kosovo -o el acuerdo para frenar el avance de desplazados y refugiados de Asia Occidental a la UE-, en consonancia con el accionar estadounidense, pero también de tensiones con el bloque atlantista en Chipre, la militarización del Egeo, la cuestión kurda o de integridad territorial estatal, y el control del Mar Negro. Por otro lado, no se sumó a las sanciones contra Rusia; le compró misiles S400 a Moscú; firmó un acuerdo por la construcción de una planta de energía nuclear con financiamiento y tecnología rusa; forma parte importante como negociador en el acuerdo para el corredor de granos entre Ucrania y Rusia; y se encuentra en pleno desarrollo, bajo promesa de Putin, la consolidación de Turquía como centro de repartición de gas ruso a Europa a través de Turk Stream por el mar Negro.
La política exterior turca durante el gobierno de Erdogan ha sido compleja y contradictoria, a veces respondiendo a los intereses nacionales otras en detrimento de estos.
Por su parte, el opositor Kemal Kilicdaroglu, socialdemócrata, recibió la visita del embajador estadounidense, Jeff Flake, y cuenta con el apoyo público y explícito del atlantismo como el atlantismo cuenta con el aval de Kilicdaroglu. El candidato por la Alianza Nacional busca volver al sistema parlamentario y poner en discusión la cuestión kurda, que, según Esteche, “impactaría como en Siria e Irak en desintegración territorial y estatal. Se trata de cambiar el modelo de condición nacional a partir de la ciudadanización que emana del Estado (modelo nacido en la revolución francesa y la modernidad), reemplazándolo por la idea de lo “plurinacional” de integración étnica y representación a partir de lo étnico o religioso y no de lo político”.
De acuerdo al analista, “los clivajes atlantistas permanecerán intocados, pueden, de acuerdo a una gestión o la otra, importar más tensiones, pero no peligrarán, sobre todo el rol en la OTAN”.
Algunos datos sobre Turquía
Türkiye ubicado entre Europa y Asia es considerado el país europeo más oriental y el país asiático más occidental. Es un puente que conecta dos continentes y tiene salida a cuatro mares, posee un extensa variedad de culturas, y ha sido históricamente el territorio de grandes civilizaciones y el encuentro entre culturas occidentales y orientales. Su ubicación geográfica le otorga una gran relevancia geoestratégica.
Turquía comparte frontera con 9 países, Georgia al noreste, con Armenia, Irán y Azerbaiyán al este, con Bulgaria y Grecia al noroeste, con las islas griegas del mar Egeo al oeste, con Siria al sur, y con Irak al sureste. Posee salida al mar Negro, mar de Mármara, al mar Egeo y al mar Mediterráneo. Además, tienen el control de los estrechos Bósforo y Dardanelos, claves para cualquier país que quiera ingresar o salir del mar Negro.
Turquía forma parte de la ONU, la OTAN, del Consejo de Europa, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), del G20 y el Consejo Túrquico. Es puente de tránsito comercial y energético entre Eurasia y Europa occidental.
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: La papeleta electoral preparada por el Consejo Electoral Supremo (YSK) para las elecciones del 14 de mayo enumera a los candidatos presidenciales en el siguiente orden de izquierda a derecha: Recep Tayyip Erdoğan, Muharrem Ince, Kemal Kılıçdaroğlu y Sinan Oğan, Türkiye, 14 de abril de 2023. (Foto AA)