Desde hace un tiempo que las relaciones entre Türkiye y occidente se encuentran inestables, específicamente con EEUU y sus socios más cercanos de la OTAN. A pesar de los intentos de Türkiye de mantener un equilibrio entre las relaciones con socios euroasiáticos (OCS) y los vínculos con países atlánticos, los últimos acontecimientos exponen la posibilidad de que lo inestable haya escalado a un aumento de tensiones entre Washington y Ankara.
Autonomía en política exterior
La autonomía en política exterior del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, que no persigue ciegamente los intereses estadounidenses, es una de las principales causas que vuelven a Türkiye un actor incómodo para EEUU, la OTAN y la Unión Europea (UE), especialmente en el actual contexto de transformación sistémica internacional. ¿Será que si se siguen escalando las hostilidades pasen a ser un rival directo para occidente?
Se vuelve difícil considerar o predecir tal escalada ya que si bien Türkiye no es miembro de la UE, si es uno de los integrantes más importantes, con mayor peso militar y geopolítico de la OTAN. Para los intereses europeos, la Comunidad también debe considerar el tipo de relaciones que quiere tener con Türkiye ya que ha aumentado su importancia geoestratégica en la región.
Mediador competente y estratégico
Türkiye ha oficiado de mediador en las negociaciones de diálogo para una solución diplomática a la guerra entre Rusia y Ucrania, y aunque había logrado un primer gran acercamiento entre ambos actores no se llegó a ningún avance. Más adelante, sirvió de mediador para llegar a un acuerdo entre Ucrania, Rusia y Türkiye para la creación de un plan de corredores de granos que tuvo como objetivo establecer lugares marítimos de tránsito seguros, en el Mar Negro, para transportar productos de cereales, girasol y aceite de girasol ucranianos a los mercados internacionales.
Más allá de los resultados, la posición de mediador idóneo de Türkiye había molestado a Washington que buscaba a toda costa aumentar y mantener la guerra.
Oposición al ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN
Otro punto de tensión se dio ante la oposición turca al ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN. Aunque en la Cumbre de la OTAN en junio, los atlantistas cantaron victoria con la firma del memorándum trilateral entre Türkiye, Suecia y Finlandia, no hubo avances en la ratificación de los treinta parlamentos, y el reciente ataque terrorista en Estambul, al que Türkiye acusa tanto al PKK/YPG como a EEUU, brinda una carta estratégica a Türkiye para retrasar el ingreso de ambos países a la Alianza y extorsionar a Washington.
La oposición turca al ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN obstaculiza:
- la consolidación de la Alianza en el control total del Mar Báltico;
- la posibilidad de extenderse hacia el este y expandir la frontera con Rusia (tierra y mar), es decir seguir ampliando el cerco de contención para que los vínculos entre Rusia y los países europeos no sean posibles (no hablamos sólo en términos militares);
- y la ubicación de la OTAN en el Ártico, un área de gran interés geoestratégico.
Mediterráneo oriental
El Mediterráneo es otro punto de alta tensión para las relaciones euro-turcas, que incluyen a Estados Unidos también. Las históricas disputas territoriales entre Grecia y Türkiye por Chipre y las islas del Mar Egeo, límites de aguas, espacios aéreos y el descubrimiento de hidrocarburos en la región continúan activas.
Ambos países de la OTAN han aumentado las hostilidades este año tras los ejercicios militares realizados por EEUU, Israel y Grecia en el Mediterráneo oriental, el aumento de la presencia militar estadounidense con la intención de crear una nueva base militar en el puerto griego de Alejandrópolis, muy cerca de la frontera con Türkiye, y las acusaciones de Türkiye de la militarización ilegal de Grecia/EEUU en las islas en disputa.
Atentados al Turk Stream
El atentado a los gasoductos Nord Stream originó que Türkiye tenga el potencial de consolidar aún más su importancia estratégica en la región, ampliar su autonomía y fortalecer los vínculos con Moscú a partir del gasoducto Turk Stream, luego de que Putin propusiera convertir a Türkiye en un centro energético transregional.
Erdogan y Putin llegaron a un acuerdo para mejorar y ampliar los vínculos energéticos entre ambos países tras las posibilidad de “redirigir el gas que no se puede transferir a través del gasoducto Nord Stream, al Mar Negro, podemos hacer una línea para nuestro gas a través de Türkiye y crear uno de los centros de gas natural más grandes de Europa en Türkiye”, declaró Putin.
Es decir que las relaciones ruso-turco se siguen fortaleciendo. Al intento de mediación y negociación de paz entre Rusia y Ucrania; al acuerdo de corredor de granos; a la cooperación económica y comercial: a la cooperación para la energía nuclear; al apoyo internacional mutuo, se le suma la construcción del centro gasístico más importante de Europa en Türkiye para la distribución del gas ruso en Europa. Incluso se está barajando la posibilidad de la creación de una Bolsa del gas en Türkiye para el control de precios.
Con el avance de este proyecto, Ankara refuerza su rol geopolítico lo que también implica intensificar su rol de socio incómodo tanto para Bruselas como para EEUU/OTAN. Los países europeos deberían negociar directamente con Türkiye sobre acuerdos energéticos (hasta precios) poniendo a Türkiye en una posición provechosa.
Por estos motivos se dieron dos intentos de sabotajes contra el Turk Stream, uno en el mismo período del atentado contra los Nord Stream, y otro hace pocos días. Ambos ataques fueron rápidamente detenidos por Rusia y Türkiye. Si bien no hay un reconocimiento por ningún actor como autor de los sabotajes a ambos gasoductos, Moscú y Ankara señalan a occidente. En distintas y repetidas ocasiones EEUU/OTAN han intentado cortar toda vía de vínculos entre Eurasia y Europa y perjudicar a tres grandes y ‘molestas’ potencias: Rusia, Alemania y Türkiye.
Además, según United World International, “la interrupción de los gasoductos podría provocar un colapso en Hungría y en los Balcanes, sobre todo en Serbia, destruyendo la independencia de los regímenes húngaro y serbio, que no apoyan la política conjunta de los gobiernos europeo y estadounidense de prolongar la guerra entre Ucrania y Rusia.
La interrupción de los oleoductos también podría causar un enorme daño económico a Türkiye, que antes de las elecciones del próximo año podría tener un impacto crítico en la capacidad del presidente para mantenerse en el poder. Así, Occidente podría golpear la economía turca y provocar el caos para llevar al poder a una oposición prooccidental”.
Türkiye abierto a plataformas y aliados multipolares
Türkiye mira hacia Eurasia y se encuentra más interesado en ser miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) que de la UE; reforzar sus vínculos con moscú y Pekín; y consolidarse como actor clave en los vínculos regionales tanto en el área árabe islámica como en Europa
“Tanto si se trata de la exportación de grano de la región del Mar Negro como del suministro de energía de los países productores del Este, el Bósforo y los enlaces con Eurasia volverán a desempeñar un papel geopolítico crucial, como tantas veces en la historia. El hecho es que Turquía es ahora esencial para la seguridad europea”, escribió Karin Kneissl, ex ministra de Asuntos Exteriores de Austria.
Türkiye construye sus relaciones exteriores y consolida su posicionamiento internacional, especialmente regional, a consciencia de la gran importancia geopolítica que posee e identificando claramente a los actores y sus intereses con Ankara. Esto concluye en una sobresaliente lectura respecto al papel que las economías euroasiáticas están ganando en el terreno internacional.
Atentado en Estambul y escalada de tensiones en el norte Sirio
Dos acontecimientos acentuaron las tensiones entre Türkiye y EEUU en los últimos días. Por un lado, el ataque terrorista del 13 de noviembre en la concurrida calle peatonal Istiklal, en el centro de Estambul, en donde murieron 6 personas y más de 80 resultaron heridas. El ataque sucedió un día antes de que se desarrollaran las conversaciones entre los jefes de inteligencia rusos y estadounidenses.
Desde Türkiye acusaron al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), y a las Unidades de Protección Popular (YPG). El PKK está catalogado como organización terrorista por Türkiye, EEUU y la UE. Según el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, la autora directa del ataque terrorista admitió que los líderes del PKK/YPG la enviaron por rutas ilegales a Turquía a través de la región siria de Afrin. Por su parte, los líderes del PKK negaron su participación en el ataque.
EEUU condenó el ataque y la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre expresó: “nuestros pensamientos están con los afectados y trasladamos nuestras condolencias a los que perdieron a sus seres queridos”.
No obstante, Türkiye no aceptó las condolencias estadounidenses ya que considera que las YPG, que luchó contra el ISIS con la ayuda de Washington, forman parte del PKK, por lo que al fortalecer a las YPG, proporcionándoles armas, formación y apoyo aéreo como parte de la participación militar de Washington en Siria, Estados Unidos estaba socavando la seguridad nacional de Turquía.
“Sabemos dónde se coordinó el ataque. Hemos recibido el mensaje que se nos ha dado y sabemos cuál es ese mensaje. No aceptamos las condolencias de la Embajada de EEUU… Si no hubiéramos capturado al atacante, habría huído a Grecia”, destacó Soylu.
Por otro lado, Türkiye lanzó la operación “Claw-Sword” en donde la Fuerza Aérea turca atacó una serie de objetivos vinculados a grupos kurdos en el norte de Siria e Irak. El presidente Erdogan no descarta un avance terrestre. Esta operación había sido planeada por Türkiye desde mayo pero no había tenido apoyo por el resto de actores presentes en la región, incluyendo a Rusia, por lo que “el ataque terrorista en la calle Istiklal en Estambul fortaleció la mano de Türkiye ante los ojos de la comunidad internacional” explican desde United World International.
Para el historiador turco Mehmet Perinçek, “la operación aérea de las Fuerzas Armadas turcas en el norte de Siria e Irak se dirigió no solo contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) prohibido en Türkiye, sino también contra Washington”.
Por último, para Onur Sinan, experto en derecho internacional y europeo, “esto también podría ser un mensaje para las autoridades turcas. No olvidemos tampoco que Türkiye se encuentra a las puertas de un proceso electoral presidencial, que se celebrará en mayo o junio próximos. Por lo tanto, el objetivo de este ataque podría ser la desestabilización de este proceso electoral. Y por último, actualmente se están llevando a cabo negociaciones entre funcionarios turcos y sirios para un proceso de normalización entre estos dos países. Uno de los objetivos de este ataque terrorista podría ser el proceso de normalización entre Turquía y Siria”.
No sólo estamos ante una intensificación de las hostilidades entre Türkiye y EEUU, sino también entre dos de los principales miembros de la OTAN en un momento crucial de profundas transformaciones internacionales.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Prensa Latina.