La base naval rusa planificada en Puerto Sudán profundizaría sin precedentes las relaciones militares entre Moscú y Jartum, lo que ayudaría al estado anfitrión a resistir con más confianza la presión de Washington en todos los aspectos, especialmente cuando se trata de ser manipulado en una guerra mutuamente perjudicial con Etiopía.
La “estrategia hacia el África subsahariana” que EE.UU dio a conocer a principios de agosto afirma que EE.UU supuestamente quiere ayudar a los países de todo el continente, pero su presión neoimperialista sobre Sudán para que se retire de un acuerdo de base naval con Rusia expone sus verdaderas intenciones. El primer embajador de Estados Unidos en Sudán en un cuarto de siglo pidió públicamente a sus anfitriones que no cumplieran con ese acuerdo, advirtiendo siniestramente que “si el gobierno de Sudán decide proceder con el establecimiento de esta instalación, o renegociarla, ser perjudicial para los intereses de Sudán”.
Esta amenaza implícita representa la última intromisión estadounidense en la Asociación Estratégica Ruso-Sudanesa luego de una ola de noticias falsas y manipuladas sobre sus relaciones. Esta hegemonía unipolar en declive teme la creciente influencia de Rusia en África a lo largo de la transición sistémica global hacia la multipolaridad. Esto es especialmente así después de que el Ministro de Relaciones Exteriores Lavrov se comprometiera a ayudar a sus docenas de países a completar completamente sus procesos de descolonización luego de que el presidente Putin compartiera su manifiesto revolucionario global a principios de este verano.
Al igual que en la República Centroafricana (RCA) y Malí , Rusia está empleando soluciones de «Seguridad Democrática» a medida para ayudar a Sudán a contrarrestar la amplia gama de amenazas de Guerra Híbrida que provienen de los Billones de Oro de Occidente liderado por Estados Unidos. Esto, a su vez, asegura preventivamente la estabilidad del continente, lo que va en contra de la estrategia de Occidente de replicar los medios de divide y vencerás que intentó utilizar contra Etiopía. La realidad es que, lejos de ayudar a los países africanos, Estados Unidos pretende someterlos a relaciones neocoloniales y castigar con saña a todos aquellos que se resisten valientemente.
Rusia es la única fuerza que está ayudando de manera activa y muy efectiva a esos estados objetivos a defenderse, ergo por qué Estados Unidos quiere presionar a sus socios para que se distancien de él para mejorar las posibilidades de que pueda reafirmar su hegemonía unipolar en declive sobre ellos. La base naval rusa planificada en Puerto Sudán profundizaría sin precedentes las relaciones militares entre Moscú y Jartum, lo que ayudaría al estado anfitrión a resistir con más confianza la presión de Washington en todos los aspectos, especialmente cuando se trata de ser manipulado en una guerra mutuamente perjudicial con Etiopía.
El Cuerno de África geoestratégico no puede ser desestabilizado en la medida en que los mil millones de oro prevén avanzar en sus objetivos de divide y vencerás sin que Sudán sea subyugado para convertirse en su último vasallo, de ahí la importancia de retener y fortalecer aún más las relaciones militar-estratégicas de ese estado con Rusia para evitar que suceda el peor de los casos. Esto explica la amenaza gamberra que el nuevo embajador de Estados Unidos en ese país acaba de transmitir públicamente a sus anfitriones, la cual se hizo desde una posición de debilidad ya que todos los intentos previos tras bambalinas para coaccionarlo con este fin han fracasado.
*Andrew Korybko es analista político, periodista y colaborador habitual de varias revistas en línea, así como miembro del consejo de expertos del Instituto de Estudios Estratégicos y Predicciones de la Universidad de la Amistad de los Pueblos de Rusia.
Artículo publicado en Portal Alba, editado por el equipo de PIA Global