El presidente de Indonesia, Joko Widodo, asistió a la Cumbre del G7 en Alemania en junio y visitó Ucrania y Rusia a principios de este mes. Durante esta semana estuvo China, Japón y la República de Corea.
En Alemania, instó a los países del G7 a apoyar y promover las exportaciones de trigo de Ucrania lo antes posible como un medio para mejorar las cadenas de suministro de alimentos afectadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
El 22 de julio, Rusia, Ucrania, Turkiye y las Naciones Unidas llegaron a un acuerdo que permitiría a Ucrania exportar cereales a través del Mar Negro. Y un resultado importante de su visita a Rusia es que el presidente ruso, Vladimir Putin, asistirá a la Cumbre del G20 en Bali.
Aparentemente, Yakarta tiene la intención de aprovechar la Cumbre del G20 como una oportunidad para aliviar las tensiones entre Occidente y Rusia, y Estados Unidos y China. E Indonesia es uno de los pocos países que tiene el potencial para desempeñar el papel de mediador.
La apretada agenda del líder indonesio ha elevado el perfil del país en el escenario mundial y ha destacado el importante papel que puede desempeñar en el entorno global actual, no solo porque es uno de los creadores de los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica, sino también porque disfruta buenas relaciones con todas las grandes potencias.
Indonesia es la economía más grande de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y representa el 40 por ciento del producto interno bruto total del bloque. Con una población de más de 230 millones, Indonesia representa alrededor del 40 por ciento de la población de la ASEAN. Dado que el bloque ya es el mayor socio comercial de China, la importancia de profundizar las relaciones con China es evidente para Indonesia.
Indonesia también puede unirse al mecanismo de cooperación BRICS, promoviendo así aún más el equilibrio de la gobernanza económica mundial.
Indonesia también apoya las iniciativas de seguridad y desarrollo global de China y la Cumbre del G20 es una buena oportunidad para promover estas dos iniciativas.
Con sus esfuerzos diplomáticos, Yakarta está enviando una señal clara de que no está tomando partido, sino que está comprometida con la promoción de la estabilidad global y una economía mundial abierta, lo que debería ganarle al país el respeto y el apoyo de la comunidad internacional.
Foto de portada: Xinhua
