La Unión Europea (UE) ha estado a la altura de la razón principal por la que fue creada: garantizar que los estados miembros no se enfrenten físicamente entre sí, sino que resuelvan sus diferencias de manera amistosa. Debe algunos de sus éxitos a una combinación de mecanismos de aplicación y gestión para garantizar que los estados miembros se ajusten a las normas y políticas.
Otros organismos regionales, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), avanzan hacia sus objetivos de crecimiento económico, progreso social y desarrollo cultural. La ASEAN se basa en sus característicos principios y toma de decisiones informales y basados en el consenso.
¿Qué pasa con la Unión Africana (UA), que se inspiró en la UE?
Hay motivos para alegrarse cuando el organismo continental celebre su vigésimo aniversario el 9 de julio. Uno de sus logros clave es el Área de Libre Comercio Continental Africana, que comenzó el 1 de enero de 2021.Se espera que impulse el comercio intraafricano en alrededor de $ 35 mil millones para fines de 2022.
Obtenga sus noticias de personas que saben de lo que están hablando. El área de mercado más grande probablemente atraerá inversiones para el desarrollo de infraestructura continental. El aumento del comercio creará puestos de trabajo, mejorará la competitividad global de África, mejorará el bienestar social y posicionará a África para una mayor industrialización. El crecimiento económico resultante debería ayudar a contribuir a la paz y la estabilidad de los más de mil millones de habitantes del continente.
En el frente diplomático, la UA ha establecido una misión permanente en Beijing, China, para fortalecer los lazos económicos, comerciales y culturales con el mayor socio comercial de África. Esto consolida el perfil global de África y su capacidad para hablar con una sola voz sobre los asuntos mundiales.
Todavía está por lograrse la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para dar a África al menos dos puestos permanentes. Más de dos tercios de la agenda del consejo se refiere a África, pero el continente está excluido de la representación permanente.
En mi opinión, la UA aún debe abordar dos problemas principales para llevar a África hacia un futuro próspero. Estos son el uso de medios inconstitucionales por parte de los líderes para aferrarse al poder; y el desprecio por el estado de derecho.
Control inconstitucional del poder
África ha visto un preocupante resurgimiento de golpes militares y líderes que utilizan medios inconstitucionales para aferrarse al poder. Ha habido al menos 32 golpes e intentos de golpe desde 2013, cuando el general Abdel Fattah El-Sisi derrocó al gobierno en Egipto.
La UA le entregó su presidencia rotatoria en 2019, respaldando tácitamente las tomas de poder.
Tras el golpe de estado de octubre de 2021 en Sudán, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó su preocupación de que algunos líderes militares sintieran que podían hacer lo que quisieran.
Cinco de los siete intentos de golpe desde 2020 tuvieron éxito. Los líderes del golpe en los cinco países (Burkina Faso, Chad, Guinea, Malí y Sudán) reprimieron violentamente a los manifestantes a favor de la democracia.
El número de muertos por la represión de los manifestantes contra el golpe en Sudán, por ejemplo, supera los 100. Más de 18 millones de sudaneses están amenazados por la inseguridad alimentaria.
Pero la UA actúa como si no fuera consciente de la parálisis política en Sudán.
Algunos golpistas justifican sus acciones señalando las malas condiciones sociales, políticas y económicas de sus países. Por ejemplo, el coronel Mamady Doumbouya de Guinea citó la corrupción endémica y la falta de progreso económico para justificar la destitución del presidente Alpha Condé en septiembre de 2021.
Condé había manipulado la constitución para extender su mandato. Esto llevó a la inestabilidad política. Pero eso no justifica el golpe.
Hacer la vista gorda ante los líderes inconstitucionales y sus acciones indica un retroceso en el traspaso pacífico del poder y la democracia. Amenaza la seguridad de África.
Algunos líderes africanos han perfeccionado el arte de mantener el poder de manera inconstitucional. Utilizan la violencia para amañar las elecciones O manipulan las reglas de participación para excluir a los rivales. Eso sucedió en Tanzania, donde se aprobaron y aplicaron leyes que restringieron las libertades de expresión y reunión antes de las elecciones de 2020.
Otros criminalizan a los líderes populares de la oposición, como le sucedió al líder opositor Bobi Wine en Uganda. Algunos fingen reforma constitucional para cambiar constituciones y prolongar su estancia.
Desprecio por el estado de derecho
África está viendo una recaída en el gobierno autocrático de la era de la Guerra Fría. Un número cada vez mayor de gobiernos legítimos y elegidos democráticamente están tomando medidas enérgicas contra las organizaciones de la sociedad civil. Esto es preocupante, incluso si es parte de una tendencia mundial.
Los gobiernos están exprimiendo a las instituciones que deberían responsabilizarlos y silenciando a los medios. Arrestan a activistas y promulgan leyes que restringen las organizaciones de la sociedad civil y sus actividades.
Esta inversión de las normas democráticas va en contra de los mecanismos del marco normativo de la UA, que se refieren al estado de derecho, la paz, la seguridad, la democracia, la buena gobernanza y los derechos humanos.
La UA debe tratar con decisión a los estados miembros que socavan el estado de derecho dentro de sus territorios. El estado de derecho es esencial para el crecimiento económico sostenido e inclusivo, el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza y el hambre. El estado de derecho permite que prosperen las personas, los negocios y el comercio.
Mirando hacia el futuro
Los líderes africanos deben abordar los problemas que los líderes militares utilizan como pretexto para los golpes de estado en los estados africanos, principalmente la corrupción, el desgobierno y la inseguridad. Resolver estos problemas negaría a los militares una excusa para interferir en asuntos civiles.
En lugar de tomar medidas enérgicas contra los ciudadanos y la sociedad civil, los estados deberían utilizar sus recursos naturales para hacer crecer sus economías y empoderar a los ciudadanos. La fortaleza económica colectiva mejorará la posición de África como actor global.
La respuesta a los golpes de estado y la inestabilidad no puede limitarse a las sanciones.
La UA también debe ser firme y consecuente en el tratamiento de las violaciones constitucionales. No sirve de nada esperar que funcionarios ilegítimos renuncien al poder. Ejemplos recientes muestran que los perpetradores simplemente desafían los llamados para restaurar el orden constitucional.