Según el comunicado emitido la semana pasada, el incidente se produjo el 26 de mayo cuando el P-8A estaba operando sobre las aguas internacionales de la región.
De acuerdo con la información recogida por The Drive, el P-8A Poseidon se encontraba junto al avión chino cuando este lanzó contramedidas de infrarrojos. Se reporta que el caza se puso delante del avión de patrulla antes de soltar señuelos, que normalmente se utilizan para cegar y confundir los radares de las aeronaves enemigas y las defensas aéreas terrestres y marítimas, así como los misiles guiados, creando una imagen falsa de múltiples objetivos en las pantallas de radar.
«La intercepción dio lugar a una maniobra peligrosa que supuso una amenaza para la seguridad del avión P-8 y su tripulación», reza el comunicado.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, también declaró que la acción por parte del piloto del Ejército Popular de Liberación de China «no era segura» y confirmó que se había presentado una queja formal a Pekín, reporta The Drive.
El Departamento de Defensa australiano, a su vez, subrayó que «durante décadas ha llevado a cabo actividades de vigilancia marítima en la región» y que «lo hace de acuerdo con el derecho internacional».
El Gobierno chino, que aún no ha comentado el incidente, hace importantes reclamaciones de soberanía sobre gran parte del mar de la China Meridional y sus recursos, y en los últimos años ha ampliado considerablemente su presencia militar en la zona.
¿Cómo podría afectar a China el ingreso de Corea del Sur al centro de defensa cibernética de la OTAN?
El Servicio Nacional de Inteligencia surcoreana anunció esta semana que el país se convirtió en la primera nación asiática en ser admitida en el centro de defensa cibernética de la OTAN. Al respecto, analistas chinos en el ámbito militar sostienen que el paso es un motivo de preocupación para China, que lo ve como la expansión de la Alianza a Asia, según South China Morning Post.
Yue Gang, coronel retirado del Ejército Popular de Liberación chino, opina que Pekín «ciertamente no está feliz» por la admisión de Seúl en el servicio de la OTAN.
Al mismo tiempo, el analista militar Ni Lexiong indicó que la admisión de Seúl «definitivamente no beneficia a China».
El experto sostiene que las autoridades surcoreanas no causarían daño a sus relaciones con gigantes militares que son sus vecinos en la región, pero, al mismo tiempo, necesitan fortalecer sus capacidades de defensa, particularmente en el contexto de las actividades militares de Corea del Norte. En su opinión, el hecho también puede ser preocupante para China porque, teniendo en cuenta esta colaboración de Corea del Sur con la OTAN, Pekín tendría que apoyar a Pionyang en caso de un conflicto entre los dos países de la península de Corea.
Corea del Sur necesita trabajar con China
De acuerdo a Lee Young-hak, investigador del Instituto Coreano para Análisis de Defensa (Seúl), el principal objetivo de Corea del Sur en el ámbito de la seguridad es debilitar la amenaza por parte de «los misiles nucleares de Corea del Norte». «Para hacerlo, Corea del Sur no solo necesita aliarse con EE.UU., también necesita trabajar con China», destacó.
Al respecto, Ni afirmó que Seúl tiene un «estrecho espacio» para realizar maniobras, agregando que «no puede saltar de un extremo al otro». «Debe confiar en EE.UU., pero también ser consciente de que no puede acercarse demasiado porque China, un país gigante, es su vecino», indicó.
Entretanto, el experto militar Song Zhongping dijo al diario Global Times que «la seguridad de Corea del Sur puede garantizarse solo cuando [la nación] cree la confianza mutua con países vecinos, en vez de convertirse en secuaz político y militar de la OTAN».
Corea del Sur ingresó de manera formal en el Centro de Excelencia de Ciberdefensa Cooperativa de la OTAN (CCDCOE, por sus siglas en inglés) con el propósito de representar a su país en actividades de investigación y capacitación
Con la incorporación de Corea del Sur en el CCDCOE, el número de miembros aumentó a 32: incluyendo 27 de los 30 Estados que integran a la OTAN, denominados como ‘naciones patrocinadoras’, y cinco países en calidad de ‘participantes contribuyentes’
De acuerdo con el CCDCOE, la misión de la organización es apoyar tanto a los países miembros como a la misma OTAN «con una experiencia interdisciplinaria única en el campo de la investigación, el entrenamiento y los ejercicios de ciberdefensa que cubren las áreas de enfoque de tecnología, estrategia, operaciones y leyes».
Foto de portada: El caza chino Shenyang J-16. RT