Las crisis en la región del Sahel occidental, Lago Chad, Cuerno de África, África Central y Mozambique (norte) representan los principales retos en materia de paz y seguridad para las poblaciones africanas. Las respuestas a estas crisis se están tratando de abordar desde dos enfoques muy diferentes. Por un lado, una de las respuestas se ha centrado en tratar de contener la violencia en donde actúan actores armados con agendas yihadistas a partir de enfoques securitarios que han puesto en el centro el despliegue de estrategias antiterroristas, que hoy en día son encabezadas por organismos regionales africanos (Sahel G-5 en la crisis en Mali, Burkina Faso y Níger; MNJTF en el conflicto armado activo en la región del Lago Chad; AMISOM como respuesta a la violencia en Somalia; o la más reciente SAMIM para tratar de contener la violencia en el norte de Mozambique). Por otro lado, en otros contextos donde los movimientos armados poseen otro tipo de agendas y demandas, la respuesta se ha caracterizado por el despliegue de misión de paz de la ONU, así como por la apuesta por la apertura y exploración de negociaciones de paz. Los resultados de unas agendas y otras han sido dispares. Las primeras, hasta la fecha, se están mostrando ineficaces a la hora de contener la violencia y proteger a la población civil; mientras las segundas han logrado importantes avances en la construcción de paz, consiguiendo la firma de acuerdos de paz en diferentes conflictos armados (Sudán, Sudán del Sur, RCAfricana, Mali-norte-, Mozambique -centro-, etc.) que allanan el camino hacia la estabilidad, aunque durante 2021 se ha observado cierto estancamiento generalizado.
Escenarios de paz en 2021
A lo largo del año 2021 se identificaron 12 procesos y negociaciones de paz en el continente africano, lo que supone el 32% de los 37 procesos de paz registrados a nivel mundial. De los 12 casos registrados en África, ocho se produjeron en contextos de conflictos armados (Sudán, Sudán del Sur, Somalia, Camerún (Ambazonia/Noroeste y Suroeste), RCA, RDC, Libia y Malí), mientras que los otros cuatro restantes se realizaban en contextos de tensiones sociopolíticas (Eritrea-Etiopía, Marruecos-Sáhara Occidental, Mozambique (centro) y Sudán-Sudán del Sur). En este sentido, es importante señalar que seis conflictos armados en el continente africano no tenían en marcha ningún proceso negociador durante el año: Etiopía (Tigré), Región Lago Chad (Boko Haram), Región Sahel Occidental –aunque Malí seguía siendo escenario de negociación entre el Gobierno y grupos armados del norte debido a la aplicación de las cláusulas del Acuerdo de Paz de Argel de 2015–, Mozambique (norte) y RDC (este-ADF).
Agendas de paz y actores negociadores
Los temas identificados en las negociaciones de paz son diversos, relacionados en cada escenario particular con las causas en disputa. De esta forma, en varios procesos de paz se han observado negociaciones en el ámbito de la reforma del sector de la seguridad, y en especial los procesos de desarme, la desmovilización y la reintegración de combatientes (DDR) y la reforma o creación de nuevos cuerpos de seguridad post acuerdos de paz –con tipologías y nombres diversos como unidades mixtas, fuerzas conjuntas o ejércitos nacionales unificados. Estos temas estuvieron presentes en la mayoría de contextos analizados, como Mozambique, Malí, RCA, RDC, Sudán, Sudán del Sur, Sudán-Sudán del Sur y Libia. Otros aspectos de las negociaciones de paz han girado en cuestiones vinculadas a la gobernanza, y han estado presentes en las negociaciones y aplicación de acuerdos de paz en Malí, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Libia. También se han tratado temas relativos al grado de autogobierno y al grado de descentralización administrativa, incluyendo la independencia de los territorios, en algunos contextos como Camerún, Malí, Sudán del Sur y Marruecos-Sáhara Occidental. Finalmente, la dimensión de demarcaciones fronterizas inconclusas, como en los contenciosos entre Eritrea y Etiopía y entre Sudán y Sudán del Sur, fue otro de los ámbitos de negociación presentes en el continente africano.
En relación con los actores participantes en las negociaciones de paz, se observa el carácter multiactor de las mismas, en donde, mayoritariamente, los procesos de paz involucraron a Gobiernos, grupos armados y actores opositores políticos y sociales. Pero sin duda, por lo que más destacan los procesos y negociaciones que han tenido lugar en el continente africano, es el hecho de todos ellos contaban con el apoyo de terceras partes, ya sean organizaciones internacionales, organizaciones regionales, Estados y organizaciones religiosas o especializadas en mediación y facilitación. En todos los casos había más de un actor desempeñando tareas de mediación y facilitación, entre los que destaca el papel predominante de la ONU, involucrada en nueve de los 12 casos en el continente: Libia, Malí, Marruecos-Sáhara Occidental, Mozambique, RCA, RDC, Somalia, Sudán y Sudán del Sur. Otro actor destacado fue la UA, que participa en nueve casos: los procesos de Libia, Malí, Mozambique, RCA, RDC, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Sudán-Sudán del Sur. A su vez, organizaciones intergubernamentales regionales africanas participaron como terceras partes, como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS) en Malí; la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) en los procesos de RCA y de RDC; la Comunidad Económica de Estados del África Central (CEEAC) en el proceso negociador de RCA; la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) en Mozambique; la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) en Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Sudán-Sudán del Sur. Asimismo, también cabe destacar el papel como tercera parte de actores religiosos, de carácter local o internacional, en especial la Comunidad de Sant’Egidio (Vaticano) en Mozambique, RCA y Sudán del Sur.
Evolución de las negociaciones
Respecto a la evolución de las negociaciones de paz, durante 2021 no se constataron nuevos acuerdos de paz significativos. A pesar de avances concretos en algunos contextos, en la mayoría no se produjeron avances y los procesos se vieron afectados por numerosas dificultades, estancamiento y crisis.
Avances positivos:
- Mozambique. A pesar de que la pandemia de la COVID-19 incidió notablemente en la implementación de las cláusulas del acuerdo de paz de Maputo de 2019 entre el Gobierno mozambiqueño y la RENAMO, en 2021 se avanzó en el programa de DDR y en el desmantelamiento de las bases militares de la exguerrilla. También se mantuvieron contactos y negociaciones con la Junta Militar de la RENAMO, sector disidente del acuerdo de paz.
- Sudán del Sur. El Gobierno de Transición siguió avanzando lentamente en la implementación de algunas de las cláusulas establecidas en el Acuerdo de Paz de Sudán del Sur de 2018 (R-ARCSS), mientras se mantuvieron las negociaciones de paz en Roma con los grupos no signatarios del acuerdo de paz, en medio de una intensificación de la violencia en varios estados.
- Sudán y Sudán del Sur. Se mantuvo la dinámica de acercamiento iniciada en 2019 entre ambos Gobiernos, profundizando y fortaleciendo sus relaciones diplomáticas.
- Camerún. Los contactos entre el Gobierno y los grupos político-militares permanecieron estancados, pero se produjeron numerosas iniciativas locales por parte de los actores de la sociedad civil y de los grupos político-militares para relanzar el proceso de diálogo con el Gobierno, y cabe destacar que al finalizar el año se hizo público que la organización suiza HD y el Gobierno suizo estuvieron intentando relanzar las iniciativas de mediación impulsadas en 2019.
- RCA. Aunque la ruptura del proceso de paz en diciembre de 2020 y el reinicio de las hostilidades desencadenaron un grave deterioro de la situación, en lo concerniente al proceso de diálogo nacional propuesto por el presidente Touadéra en marzo para revertir la situación se produjeron diversos avances que hicieron entrever su puesta en marcha de cara a 2022.
Dificultades
- Malí. Durante el año se produjeron muy pocos avances en la implementación del Acuerdo de Paz de Argel de 2015, aunque se lograron algunos acuerdos en la región central del país que, sin embargo, no lograron frenar la violencia.
- Somalia. Los retrasos del Gobierno Federal para la celebración de las elecciones antes de febrero de 2021 forzaron el retraso de la cita electoral más allá del límite constitucional del gobierno actual, lo que generó un grave clima de tensión entre sectores en el mismo seno del Gobierno y los estados federados y sectores opositores. Esto conllevó nuevas negociaciones entre los diferentes actores clave, que confluyeron en la firma del acuerdo del 27 de mayo para relanzar el proceso electoral, aunque los retrasos fueron constantes y el año acabó con una nueva disputa entre el presidente Farmajo y el primer ministro Roble que culminó con la destitución de este último, abriendo una nueva crisis.
- RDC. A las dificultades en torno a la formación del nuevo Gobierno a nivel nacional y su posterior puesta en marcha se le sumó, en el ámbito militar, el estancamiento de la implementación del proceso de DDR derivado del acuerdo de 2020 entre el Gobierno y el grupo armado FRPI.
- Sudán. A los lentos avances en la implementación del acuerdo de paz de octubre de 2020 se le sumó el golpe de Estado de octubre de 2021, generando un nuevo clima de inestabilidad y afectando a los procesos de construcción de paz en marcha.
- Libia. Tras el acuerdo de cese el fuego suscrito en octubre de 2020 entre las principales coaliciones militares rivales –las fuerzas del Gobierno internacionalmente reconocido (GAN), con base en Trípoli y las fuerzas afiliadas al ex general Khalifa Haftar (LAN o ALAF), dominantes en el este del país, durante el año se mantuvo el cese de hostilidades y se redujeron significativamente las víctimas mortales a causa de enfrentamientos en comparación a años previos. No obstante, algunos aspectos clave del acuerdo no se implementaron y al finalizar el año el futuro político del país estaba en entredicho, en medio de un clima de creciente tensión que se agudizó ante la imposibilidad de celebrar las elecciones previstas.
Procesos estancados:
- Eritrea y Etiopía. Tres años después de la firma del histórico acuerdo de paz entre ambos Estados, el proceso de implementación siguió estancado como consecuencia de la escalada de la tensión y el inicio del conflicto armado entre el Gobierno etíope y el estado regional de Tigré, disputa en la que Eritrea dio apoyo al Gobierno federal etíope.
- Sáhara Occidental. Continuó caracterizándose por un crónico bloqueo y parálisis de la vía diplomática para abordar y resolver la disputa, situación agravada como consecuencia de la escalada de la tensión y conflicto en 2020. La designación de un nuevo enviado personal del secretario general de la ONU a fines de 2021 alentaba tímidas expectativas de reanudar el diálogo en el futuro.
Agenda género, paz y seguridad
Finalmente, en lo concerniente a la agenda de género, paz y seguridad, cabe constatar la práctica ausencia de mujeres en los procesos de negociación en marcha en el continente africano. Pese a ello, es destacable que en la mayoría de contextos, diversos movimientos y organizaciones de mujeres exigieron una participación activa en los procesos de paz y se pusieron en marcha numerosas iniciativas locales de construcción de paz lideradas por la sociedad civil, en especial por organizaciones de mujeres.
- Malí. Se informó de avances en la integración de mujeres en el Comité de Seguimiento del Acuerdo (CSA) y sus subcomisiones.
- Camerún. Se celebró por primera vez la Convención Nacional de Mujeres por la Paz entre el 28 y el 31 de julio, en la que un millar de mujeres procedentes de todo el país se reunieron para reflexionar en torno a la violencia y los caminos para construir la paz en el país.
- RCA. Las mujeres tuvieron una escasa presencia en los espacios de decisión y de las iniciativas y procesos de negociación política; no obstante, en el comité organizador del diálogo nacional, tres de sus 29 integrantes eran mujeres.
- Somalia. En el marco del proceso electoral, organizaciones de mujeres del país siguieron exigiendo el cumplimiento de la cuota mínima del 30% adoptada en los acuerdos de 17 de septiembre de 2020 y del 27 de mayo de 2021.
- Sudán. UNITAMS informó del trabajo desarrollado con mujeres pertenecientes al SPLN-N, facción al-Hilu, con el objetivo de incorporar sus demandas y opiniones sobre el proceso político de las conversaciones de paz con el Gobierno.
- Sudán del Sur. Se puso en marcha del Foro de Mujeres Líderes de Sudán del Sur, organizado bajo los auspicios de la vicepresidenta de Sudán del Sur, Rebecca Nyandeng de Mabior, con el apoyo de la UNMISS.
Artículo publicado por Africaye, editado por el equipo de PIA Global