Y que en su versión poética se limita a la evocación de quien solo evade, sin comprender ni sentipensar la raíz, ni las formas de la lucha irregular y prolongada, en tanto método y política, constituyente del frente único de los pueblos de la Patria Grande.
En lo específico se trata de las contradicciones en el campo de «los enemigos de la revolución», las filas del enemigo, como dijo Lenin (el pelao) «poniendo en tensión todas las fuerzas y aprovechando obligatoriamente –con el mayor celo, minuciosidad, prudencia y habilidad– la menor «grieta» entre los enemigos», ahí más bien manifiesta capitalizar, explotar dichas contradicciones, para sumar o crear condiciones de desarrollo de las fuerzas propias y no ser sumados por la oligarquita, se trata de agudizarlas como «…Un punto importante digno de señalar es que nuestro partido supo aprovechar las contradicciones internas de los enemigos de la revolución”… “Aprovechar las contradicciones internas del enemigo y agudizarlas, al mismo tiempo que se estrechan las filas de la revolución, es un gran problema del dominio de la dirección estratégica.» Así lo explicita Truong Chinh, el mago.
También puede ocurrir que ciertas acciones u omisiones propias, o mejor dicho sus resultados, agudizan las contradicciones en las filas revolucionarias (y a ciencia cierta hoy no existe alternativa revolucionaria, por tanto, lo que se haga o deje de hacer pesa NADA) y ahí el enemigo, la triada (IMPERIALISMO-OLIGARQUIA-alta burocracia civil-militar-y académico-eclesial neoliberal) interviene para explotar esa situación entre los diletantes, LOS LIBERALES que dominando coyunturalmente el escenario, “los que le parisi o no le parisi ganar algo en el momento actual, con cualquier reloj o disfraz”, sea enquistados en el frente amplio, el partido comunista, los concertacionistas o la derecha; “aprovechar las contradicciones del enemigo -el bloque oligárquico neoliberal- y estrechar las filas de la revolución”. Sin esa combinatoria se transforma en una de las tantas frases vacías como “flexibilidad táctica” (que se transforma en entreguismo de la iniciativa política y cultural) “el problema del poder y vocación de poder ” (que termina en subordinación a las estructuras de poder del régimen, alcaldes y concejales, ministros y misteriosos burócratas, parlamentarios y cohorte consultora) “vocación de masas” (que se transforma en claudicación ideológica y cultural con el liberalismo), “organizaciones nuevo tipo para un pueblo nuevo” (que es liquidacionismo horizontal, interclasista, ciudadanizando el partido…). Y así, una renovada argamasa de viejos conceptos reciclados, maquillados y transfundidos con “savia nueva”.
Para intervenir tácticamente en un escenario que nos traza la siguiente escenografía electoral.
+ Votaron por el Apruebo 5.892.832 personas (78,28%).
+ Votaron por el Rechazo 1.635.164 personas (21,72%).
+ Votaron por Kast 1.961.122 personas. A nivel país, esta cifra no marca una diferencia significativa en relación al voto Rechazo.
+ El voto Apruebo quedó repartido entre una larga lista de 6 candidatos: Boric, MEO, Artés, Provoste, Parisi e incluso Sichel (derecha social del Apruebo).
El Apruebo al cambio constitucional (sin ruptura) se repartió entre 6 candidatos, y el Rechazo se concentró solo en Kast -frente social cristiano-. Quien defiende un proyecto de sociedad neoliberal, dominante desde los años ochenta del siglo XX. Y, de una cultura centrada en la capitalización individual. En fin, es el “fascismo de baja intensidad” la borra constitutiva de bacterias y virus anti-humanistas que se reproducen en esas formas sociales, políticas, económicas y culturales que tienen como meta el LUCRO. Y, formas de dominación que continúan vigentes y que sostiene su reproducción, el abuso y la impunidad. Lo que Kast y el YUNQUE en Chile buscan es declamar la restauración de la obediencia, la ley y el orden oligárquicos neoliberales, es el diseño “operativo” de la dictadura cívico-militar, los mecanismos y dispositivos de represión, vigilancia y control de la vida social de las mayorías que las sujetan en el malestar.
La segunda vuelta configuro un escenario similar al Apruebo v/s Rechazo, toda vez que ya no existirá dispersión de voto. La elección de Gabriel Boric, con respaldo de masa electoral de 4.620.671 votos, con el 55,87%, de los votos válidamente emitidos, que abre una nueva coyuntura en la reconstitución de un movimiento popular en lucha y resistencia, consolidando la tendencia en la marcha del actual periodo de reanimación de la lucha de clases en Chile; y cuyo hito de conflicto principal es el que hacer de la Convención Constitucional y plebiscito de salida, en el escenario, sin ruptura entre cambio cosméticos (potencialmente constituyentes, si existe una correlación de fuerzas y superamos la correlación de debilidades) acompañado de más cambios que nos faciliten desde abajo a desalambrar la institucionalidad del poder dominante, cambios conducidos o contenidos por pandillas pequeño burguesas liberales performativas.
Hemos de constatar que si bien los votos obtenidos por el candidato de Apruebo-Dignidad (coalición electoral, hipotética), es relevante en comparación con las elecciones presidenciales 2017, quebrando la tendencia a la abstención, registrándose participación récord desde la existencia del voto voluntario un 55,65% del padrón electoral situado en 15.030.974 “ciudadanos”.
Dejando de lado la ficción del Servicio Electoral, el apoyo cuantitativo real del nuevo presidente es de un 30,74%, considerado todo el padrón electoral, situado en los 15.030.974, es decir la masa cuya psiquis es la materia negra en que devienen praxis indiferentes, opositoras, opresoras y subversivas, lo cualitativo y en femenino.
En otras palabras, hay un 70% “de ciudadanos y ciudadanas” que no votaron por Boric, un 24,28% lo hicieron por Kast; y un 45%, no lo hizo, no eligió. En otras palabras, no votaron ni por Boric ni por Kast. En un contexto de reanimación de la lucha de clases, y evidente crisis de legitimidad del régimen y emergencia de la crisis sistémico global en Chile y nuestra américa.
Tenemos presente que el Piñera, asumió su gobierno en marzo de 2018 solo con un 26.46% de apoyo electoral ciudadano. O sea, el 74% del electorado era opositora o indiferente. Esto en un contexto de estabilización de la dominación oligárquico neoliberal y estancamiento de la lucha de clases en Chile.
Si bien el Boric obtuvo una votación con una alta participación electoral, las oposiciones que se pueden construir a partir del 70% que no lo voto son significativas y están en potencia, y pueden constituirse en una movilización reaccionaria de masas, si y solo si el programa de acción reaccionario es construido e instrumentado desde adentro entre la materia negra, sus pulsiones, emociones y afecciones.
También, de todos aquellos oprimidos, sectores populares, trabajadores, pobladores, nacionalidades que en esta ocasión voto por él Boric, como una maniobra de contención al integrismo que representa el Kast, en un contexto en el que está a la base el fascismo de baja intensidad, y la evolución de la crisis de legitimidad del régimen, la crisis sanitaria covid 19, y los primeros síntomas de la crisis sistémico global (del capital-energética-alimentaria-socio demográfica).
Es necesario constatar que la conformación de los tres tercios electorales que se habían perfilado desde finales de los años noventa del siglo XX se mantiene con cifras distintas y allí están, a saber:
a) la DERECHA mantiene una adhesión relevante y preocupante, pues, su clara orientación antidemocrática es más fuerte al interior de la sociedad chilena, ellos representan el 26,46% del electorado;
b) el progresismo liberal, del Boric, el 30,74%;
c) y el abstencionismo estructural, los que no cuentan y no suman, los heterogéneos sectores de las y los no electores, que se conformó desde 1997, y continúa siendo mayoría pasiva de los oprimidos con el 45%, la masa principal, no la fuerza motriz principal, la moda estadística de la masa, el enemigo implacable e invisible portador de la materia negra que puede constituirse en el kütral de las mayorías.
Allí están los tres tercios. Por cierto, en esta oportunidad, las y los ciudadanos que entran y salen entre procesos electorales, fueron decisivos en la elección del Boric, pues ingresaron, 1.250.000 electores, con todas sus sombras insumisas.
En todas las regiones del país aumentó la participación. La más significativa, por su densidad y peso en el padrón electoral, es la Región Metropolitana (RM), aquí, las comunas populares, le dieron el triunfo a AD-Boric. En la RM, el Boric, parte con 892.528 votos que había obtenido en la 1°V, en la 2°V, obtuvo 2.063.327, o sea, 1,170,799 más.
Más allá de las estadísticas electorales que, por cierto, son necesarias para entender porque el candidato de Apruebo-Dignidad, obtuviera una contundente victoria. Esos son los datos objetivos y duros.
La pregunta que debiéramos formularnos ¿Qué hizo que un 1.250.000 ciudadanas y ciudadanos, decidieran votar por él Boric?
Todas las subjetividades, sensibilidades, emociones, en un diseño de Shock invertido para la contención ante la evolución de la crisis sistémica global y el potencial desarrollo de la rebelión popular, ante la evidencia que “el fascismo” está con Kast. El Factor miedo. O, la esperanza, que con el Boric está la posibilidad real y efectiva que los cambios que la sociedad chilena requiere con urgencia se van a poner en marcha.
Esa es ilusión, la esperanza o las sombras para los de abajo que insurja el kütral.
Esa ilusión desde arriba, promovida por la vanguardia pequeño burguesa aspiracional, entusiasmo y expreso la alegría que millones de los de abajo que demostraron el domingo 19 de diciembre 2021 al caer la noche, un espejismo que desaparecerá si el presidente electo no trabaja cumpliendo con los deseos, las ilusiones y esperanzas de los 4.600.000 ciudadanos que entregaron su apoyo la alianza Apruebo-Dignidad. Y ese 45% no elector. Que sin duda la Oligarquía acicateara ganancialmente, con una pedagogía e iniciativa táctica militar y política eficaz para la movilización reaccionaria de masas ante la reanimación de la lucha de clases en chile y su vinculación con el Pueblo Continente.
Esta lectura nos perfila las siguientes afirmaciones que nos facilitaran a establecer ideas fuerza para la confluencia de la unidad popular del siglo XXI:
Boric creció solo al centro, principalmente las masas no votantes se acercaron a AD y su candidato sea contra Kast o en defensa propia, la izquierda social. Por tanto, deberían dialogar generando la confluencia, su posición y conductas concretas en lo fundamental para el nuevo Chile, ese es el voto del Dolor, que potencialmente se constituye en Pueblo Soberano, es el ánimo y figura de Fabiola Campillai y la resistencia del Pueblo mapuche, y de cientos de jóvenes combatientes represaliados y proscritos por Estado de Chile.
La comprensión del continuo devenir del ciclo doler-saber-querer-poder-hacer la debemos transitar para que exista emancipación y transformación, y no solo deseos. Sin comprensión del dolor ante los hechos y marcha de los acontecimientos en el movimiento real de la vida social ¿Qué razones habría para el cambio?
Por el contrario, cuando el dolor se conceptualiza, se aprende, se convierte en saber y deja de naturalizarse y pensarlo como necesario para la convivencia, salvo que el trastorno de personalidad sea de tal magnitud que las percepciones de la realidad sean parte del problema.
El dolor se hace conocimiento en determinadas condiciones de una praxis colectiva, saber, y se percibe como algo ajeno y enemigo de la vida digna, paso a paso configura un pensamiento liberador. Una vez senti-pensado el dolor y convertido en conocimiento, nace la voluntad, un querer superar el dolor, identificado en sus fuentes, procesos, sujetos, e impactos.
No basta desear, no basta con cantar, no basta con rezar. Surge así el momento político: el del poder. El sujeto que ha identificado las fuentes del dolor y el malestar ha entendido que su sufrimiento no se debe a una particularidad personal, sino a las condiciones sociales, a una dinámica, lógica y racionalidades repetidas y enquistadas en la convivencia social para oprimirlo y vulnerar sus derechos.
Para cambiarlas, obviamente, hace falta poder y estar en condiciones de cambiarlas, material, cultural y políticamente.
Una vez que se tiene ese poder, insurge la transformación. El dolor y el malestar es acumulativo, de manera que un dolor superado no se quiere repetir. El umbral del dolor y el malestar es cada vez más bajo. Por ejemplo, hay lugares en que la muerte violenta es un acontecimiento cotidiano, mientras que en otros tales hechos se ven como algo traumático que las comunidades y la sociedad, el Estado y los valores evitan y explicitan su aversión.
El ciclo continuo «doler-saber-querer-poder-hacer» potencialmente construye situaciones, momentos, y sociedades fraternas, justas y libres donde la dignidad humana se respeta y se hacen respetar.
El modo menos traumático de construir una nueva sociedad del trabajo pasa porque cada comunidad y las personas clarifiquen en su relación social y todas sus exigencias construidas desde el dolor y el malestar, y las sombras.
La opresión es difícil de reproducir cuando el oprimido recuerda y reconoce al opresor, quien le está haciendo daño, y les sujeta a las sombras. Hemos de recuperar la memoria. Sin memoria, todo se repite, como tragicomedia.
De ahí que el lenguaje y el senti-pensamiento, la reflexión teórica sobre la lucha liberadora en el siglo XXI para servir al pueblo trabajador debe nutrirse del dialogo y de la construcción debatida entre las mayorías.
Considerando las sombras, el malestar y el dolor físico, emocional y social de las personas, así como el trabajo comprensivo de sus raíces sociales e históricas, se propone retomar con las masas organizadas el control sobre sus vidas para perfilar un proyecto de vida fraterno, justo, libre.
Transitando desde una conciencia real a una conciencia posible que les permita alcanzar grados de bienestar, considerando situaciones de malestar y dolor, que surgen desde las tensiones que vivencian en el cotidiano con régimen en el que se han desarticulado las dinámicas sociales de solidaridad, convivencia y vida.
Pulsiones, tensiones, emociones que se viven, están y hacen en el cotidiano y que las han situado como individuos “competitivos” en soledad, en un espacio que socializa las expectativas y privatiza el dolor en amplios sectores sociales precarizados, excluidos, en riesgo permanente de ser desalojados de sus memorias y espacios de bienestar material y afectivo, y vulnerados en sus derechos.
Los Pueblos transitamos, desde los confines de la Patagonia profunda a Aztlán, por una sinuosa situación revolucionaria en desarrollo, hacia una etapa que nos planteará la decisión entre: ser pueblos soberanos de una identidad regional integrada, un pueblo continente liberado; o continuar como una entidad fragmentada en la moderna servidumbre neoliberal, sin soberanía, sin derechos, sin gobierno de los Pueblos.
Esta es la Contradicción Principal de la actual etapa histórica, servidumbre neoliberal o soberanía de los pueblos.
La derecha liberal o derecha social no existen en Chile, solo un grupo acotado puede denominarse como no pinochetista, más bien fue la concertación que se desfondo electoralmente (el plan A, siempre fue la concertación desde el P$, ppd, PDC a la UDI y RN, el acuerdo de Guzman, Boeninger y Serre).
En Chile hay una sola DERECHA, la derecha social no existe, la derecha de centro no existe (plan B, mediáticamente Parisi/Sichel, en ambas modalidades de un mensaje ganancial y asistencialista, y formalmente Ossandon, RN, oligarca de cepa), la DERECHA es un “mafioso cartel” pragmático que no duda en aliarse con el frente social cristiano de José Antonio Kast (plan C, una operación de la CIA que se incuba desde 1950 en toda América latina), para conservar los aspectos formales del neoliberalismo en la Constitución del 80, o el refrito que puedan instrumentar en acuerdo con otros sectores liberales, si y solo si se le subordina en la convención constitucional, en suma la DERECHA es fiel expresión político electoral de la oligarquía, en ambas facciones trasnacionales Globalistas-o-Continentalistas, ambas conservadoras, sea abierta o solapadamente autoritarias, y con presencia activa en todas las capas sociales impregnadas de la ideología del lucro, las conducta abusivas y tributarias de la cultura de la impunidad, reproductoras de discursos identitarios o segregacionistas y supremacistas de vario pintos tonos, ritos, genero u orientación sexual.
La DERECHA (el campo neoliberal desde el ps-ppd a republicanos) crece cuando la masa se alimenta de miedo, ilusionismo, desesperanza e ignorancia. Esas son sus herramientas conceptuales a la base de sus diseños de comunicación y modelamiento, quien capitalice depende de su habilidad mediático electoral. La DERECHA tiene un tope y por eso es tan importante motivar a la masa a votar.
Mientras más personas animadas, organizadas e informadas votan menos poder tiene la DERECHA.… pues aflora la memoria histórica de nosotros los de abajo, quienes luchan y se organizan con precisión, inteligencia y decisión, como los nuestros de ayer que lograron los Derechos de hoy, quienes luchamos hoy por Derechos de mañana: Unidad, Lucha, Unidad, no es la forma, es la raíz del programa de acción.
Tengo dos interrogantes, existen sectores que continúan despiertos el octubrismo que sale un rato de las sombras salvando al noviembrismo (una vez más) el voto en defensa propia, que consolida la reanimación de la lucha de clases.
Continuidad o cambio, es el aspecto principal de la contradicción en la marcha del actual periodo de reanimación de la lucha de clases, la cuestión es con relación a:
1) ¿Quién y como sostiene la correlación de debilidades para gobernar el régimen neoliberal, y reproducir su patrón de acumulación especulativo extractivista, rentista, maquillando y solapando las formas de abuso e impunidad?
La Oligarquía y la casta «administrativa» del régimen luego de su pacto social y declaración de guerra como la última ofrenda de paz antes de desatar más represalias el 15 de noviembre 2019 con su pacto de que dio paso a la convención constitucional, a nuevas represalias contra los sectores de masas movilizadas, y a elecciones de convencionales paritarias, que desalambraron los circuitos electorales de contención.
En un acto protocolar de Boric con el criminal Piñera, este último hablo sin tapujos alguno de la continuidad institucional de lo que ya se ha hecho; (o sea más de lo mismo: reproducción del régimen neoliberal, intereses y privilegios del bloque oligárquico, claro que, en el contexto de la evolución de una crisis sistémica global, y de una situación revolucionaria en desarrollo).
2) ¿Cómo construir la correlación de fuerzas reales por los cambios transitando a la emancipación?
Este último punto nos exige para constituirse en la realidad, un sujeto constructor y conductor, un compañero, que no se cague, ni se convierta en mascota, un sujeto colectivo organizado y consciente de su misión y capaz de dar los pasos adecuados en los momentos tácticos en desarrollo.
Un compañero que demuestre en la actitud ante la vida coherencia, organicidad, capacidad material y cultural, habilidades e inteligencia prospectiva y operativa para comunicar, educar, y movilizar cultural, material y políticamente a millones en la marcha de los acontecimientos, en cada combate y cada combate paso a paso hacia la victoria en la actual etapa de lucha, en que se manifiesta la contradicción principal de la sociedad de clases realmente existente entre la servidumbre neoliberal o la soberanía, derechos y democracia de los Pueblos.
Ante los combates porvenir para recuperar la Patria Grande, la patria de los pueblos, para salvar la vida, sólo contamos con el sujeto raizal y popular y su cultura, con la fuerza del movimiento de resistencia y base clasista como herramienta histórica para la construcción de la justicia con la participación de amplias mayorías libres en las transformaciones emancipadoras, y con la clase obrera que con sus características en la marcha de este siglo XXI, continua como la fuerza dirigente y determinante del proyecto de liberación y fraternidad que la actual etapa histórica nos demanda desde el momento actual, cuando el dolor se transformó en lucha y la lucha en resistencia activa que lejos de paralizarnos, nos movilizó y nos dio valor para alzar la roja bandera del socialismo y la libertad.
Notas:
*Referente del Movimiento del Socialismo Allendista-Chile; plataforma #Puente Alto Renace
Fuente: Colaboración