“Amigas y amigos, por mandato del pueblo iniciamos hoy la cuarta transformación política de México, puede parecer pretencioso o exagerado, pero hoy no solo inicia un nuevo gobierno, hoy comienza un cambio de régimen político.
A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México.
Si definimos en pocas palabras las tres grandes transformaciones de nuestra historia, podríamos resumir que en la Independencia se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional; en la Reforma por el predominio del poder civil y por la restauración de la República. Y en la Revolución nuestro pueblo y sus extraordinarios dirigentes lucharon por la justicia y por la democracia”
López Obrador había ganado la presidencia como candidato de MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), apoyado por el Partido del Trabajo (PT) y el Partido de Encuentro Social (PES).
Un movimiento social y político fundado en 2011, MORENA actualmente tiene 197 de 500 escaños en la Cámara de Diputados y 62 escaños de 128 en el Senado. Junto con sus actuales socios de coalición, el Partido Laborista y el Partido Verde Ecológico de México (PVEM), MORENA tiene la mayoría en ambas cámaras.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador comenzó a funcionar hace tres años. Conversamos con Bertha Luján Uranga, presidenta del Consejo Nacional de MORENA, uno de los 2 órganos de decisión del Partido, siendo el otro el Comité Ejecutivo Nacional, sobre los desafíos, perspectivas y sentido de la llamada Cuarta Transformación actualmente.
- ¿Por qué hablar de la Cuarta Transformación en México?
Vivimos una etapa histórica en el país, que tiene que ver con el pasado, el presente y el futuro. Con el pasado, porque se están recogiendo demandas de muchas décadas. Esas demandas construyeron una agenda que finalmente triunfó en 2018, habiendo llegado a la Presidencia de la República y al gobierno de varios estados de México. Ahora tenemos una incidencia en los gobiernos locales, incidencia en el poder legislativo, dando lugar a que estas luchas se concreten en programas de gobierno. En este momento estamos construyendo a partir de nuestras demandas del pasado, del proyecto que venimos proponiendo para el país, para el futuro. Trabajamos por lo que los 125 millones de mexicanos necesitan para una vida digna en el país
2. ¿Qué es lo que se busca transformar?
Se pretende un cambio de fondo de régimen, de manera que el poder político debe estar separado del poder político. En las últimas décadas vivimos una alianza del poder económico y político que hizo que finalmente las políticas, que denominamos neoliberales, estuvieran enfocadas en el enriquecimiento de las elites. Estas políticas dejaron a la sociedad en crisis social, económica, que hoy se manifiesta con altos niveles de pobreza, inseguridad. Esto finalmente tiene que ver con la necesidad de un cambio de régimen, de modelo económico. Se está planteando una política económica redistributiva para que los recursos, que son parte de la riqueza en el país, sean distribuidos de manera más igualitaria. No queremos grandes sectores de pobres y una elite empoderada. Eso tiene que ver con un cambio en políticas sociales, dando más recursos a programas sociales, pero también cambiando el modelo económico, Una política fiscal mucho más justa, que los que más ganan, paguen más. Una política social que ponga por delante los derechos universales, que cualquier persona debe tener, alimentación, salud, educación, vivienda. Y la cuarta transformación consiste en asegurar que estos derechos sean atendidos a partir de políticas de gobierno muy concretas y con buenos resultados.
3. Después de tres años de gobierno, ¿Cuáles serían los principales retos que ha enfrentado el gobierno?
Recuperar la confianza de la gente. Otras experiencias en América Latina nos demuestran que cuando los gobiernos que vienen de las bases, que vienen de un voto popular, cuando se alejan de las bases, entonces se vienen problemas grandes. Porque la derecha históricamente puede dar un paso atrás, pero luego puede dar dos o tres adelante. El hecho de que hayamos ganado en 2018 no quiere decir que ya tenemos todo ganado para futuro. Hay que trabajar cada día, que este trabajo lo vea la gente a favor de sí misma, y mantener una comunicación permanente con el pueblo.
Es uno de los objetivos de las ‘Mañaneras’ (conferencias de prensa diarias que da el presidente de México a las 7am), consiste en abrir las puertas del palacio de gobierno, todos los días, enfrentándose a los medios todos los días, contestando las dudas, lo que se está realizando.
4. ¿Cuál es el principal ámbito en el cual se ha logrado avanzar?
En el tema de igualdad. Se han implementado programas para atender a sectores de la población más vulnerables, adultos mayores que no tienen ninguna cobertura de apoyo social, a niños, jóvenes, al sector indígena, campesino. Hay políticas muy concretas para estos sectores, que no es solamente apoyo económico mensual. También hay programas que ayudan a dar perspectiva a la vida de las personas, como ejemplo: el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro. Es un programa de apoyo a jóvenes de 18 a 29 años, que reciben una beca mensual a cambio de capacitarse en un trabajo que están desarrollando en algún centro de trabajo productivo, de servicios, en los distintos sectores económicos y que les da la posibilidad de tener capacitación en un oficio.
En ese año de beca, los jóvenes adquieren habilidades y profesionalización en un trabajo. Ese me parece tiene que ver no solamente con un apoyo económico sino con un objetivo de capacitación profesional, ligado a bolsas de trabajo, que posibilitan al joven incorporarse a un empleo.
Y luego todo lo que tiene que ver con una política de recuperación del patrimonio nacional. En la época neoliberal, en los últimos 30 o 40 años, el patrimonio colectivo las empresas del sector energético, petróleo, electricidad, fueron sufriendo un proceso de privatización, a manera que lo público, se volvió privado. Procesos de privatización que iniciaron en los años ochenta, noventas y que continuaron hasta 2018. Y eso dio como resultado, una concentración de la riqueza en pocas manos.
Eso nos llevó a un crecimiento cero en las últimas dos décadas. Entonces, el país sufrió un proceso de empobrecimiento generalizado, que hoy se está enfrentado por la vía de recuperar lo público. Creo que ese elemento de la política gubernamental, de la Cuarta Transformación, es bien relevante, entre otras cosas.
5. ¿Qué perspectivas tiene el partido hacia el 2024 (año de elecciones presidenciales)?
Hay una perspectiva muy positiva para el movimiento de la Cuarta Transformación. Hay políticas muy palpables del gobierno federal, creo que la lucha contra la corrupción, también lo que se ha hecho en términos de ganar seguridad en el país, son elementos que van a estar presentes en cualquier elección futura. Sin embargo, hay que decir que debemos enfocarnos, como partido y como movimiento, a recuperar este vínculo con la gente, con las personas que votaron por nosotros, 30 millones de mexicanos que votaron en el 2018, para que se conviertan en 40 millones en el 2024. El gobierno está haciendo lo que le corresponde, y los gobiernos estatales de Morena también, los congresos llevan iniciativas de nuevas leyes y cambios que consolidan un proyecto político más democrático, más incluyente, más justo. Todo ello debe ir acompañado de un trabajo de nuestro partido, y debemos reorganizarnos. Tener muy claro por qué somos incluyentes y qué significa. Simplemente para decir que nacimos como una opción de izquierda progresista, plural, pero en una posición de izquierda, no somos de centro ni de derecha. Somos un partido que se creó para lograr la transformación del país, la revolución de las conciencias, para lograr que las futuras generaciones, tengan posibilidades de vida digna. En la medida en que el partido sea consecuente con su origen, sus objetivos, y haga un trabajo realmente de base, es que se puede lograr esta revolución.
No podemos quedarnos dormirnos, y dejar que la derecha siga un trabajo de mentiras, calumnias, la guerra sucia, …no podemos dejar que eso suceda. De otra manera, no vamos a lograr que la Cuarta Transformación tenga continuidad. Nos queda un trabajo muy duro estos tres años. Para lograr que en 2024 haya continuidad
6. ¿Qué implica la Cuarta Transformación para la política internacional?
Implica una alianza con todos aquellos países que están en esta línea de cambio anti-neoliberal fundamentalmente, antiimperialista, y por otro lado el poder trabajar cada vez más cerca con organizaciones que están en esta misma dirección. Tenemos fenómenos globales que nos unifican, nos globalizan, en relación a lo que hace falta desde abajo, la unidad, el proyecto común, unir fuerzas, crear una unidad real. Creo que, en el caso de América Latina, y en el resto del mundo, la experiencia mexicana puede ser un ejemplo de cosas que se pueden lograr. Sobre todo, si sigue siendo un proyecto exitoso. Por eso es importante que la Cuarta Transformación sea viable, no solo para México, sino también como un ejemplo para el resto del mundo que comparte nuestros ideales. Decir, ¡se puede!, a pesar del poder de las trasnacionales, de las grandes estructuras financieras internacionales, que son parte de las crisis de los pueblos, a pesar de eso tenemos esperanza y la estamos construyendo. Creo que la experiencia mexicana puede ser un detonante de impactos que se puedan tener en otros países.
Notas:
*Bertha Luján Uranga es contadora pública. Es especialista en derecho Laboral y organización sindical, con estudios en el Instituto de Formación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Italia, así como en la Universidad de los Trabajadores de América Latina (UTAL), Venezuela. Desde 1970 ha participado activamente como miembro del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), durante los años 90 fue cofundadora y coordinadora nacional de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio, desde donde advirtió que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) traería consigo una paulatina pérdida de la soberanía del país y de los derechos laborales de las y los trabajadores.
**Periodista
Fuentes: Colaboración