Una nueva injerencia política del Parlamento Europeo, esta vez amparando el golpe de Estado al entonces presidente Evo Morales Ayma, ocurrido en Bolivia en 2019, lo que cuestiona el proceder de esa instancia sobre el respeto al Derecho Internacional.
Tras la aprobación con una votación de 267 votos en contra, 396 a favor y 28 abstenciones, ganó la moción de “exigir” la liberación de Jeanine Áñez y dos exministros, detenidos con causas abiertas por conspiración, sedición y terrorismo.
Una mayoría mucho más exigua que la que habitualmente recaban las resoluciones en el Parlamento Europeo al estar impulsada y respaldada por tres de los siete grupos políticos a nivel comunitario: populares, liberales y conservadores.
El Parlamento Europeo recalca que Áñez «cumplió plenamente con su deber como vicepresidenta segunda del Senado, al colmar el vacío presidencial» que dejó Morales y recordó que el Tribunal Plurinacional de Bolivia respaldó la transferencia de poderes a Jeanine Áñez. Por lotanto, considera que su detención es “ilegal y arbitraria”, obviando una vez más el hilo histórico de estas acusaciones que pesan sobre la expresidenta de facto, que asumió el poder autoproclamándose, en un momento de violencia, coacción y amenazas políticas que evitaron que se diera una continuidad en el mando político, tal como lo estipula la Constitución.
En el debate parlamentario sobre este asunto, el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Oliver Varhelyi, subrayó que Bruselas ya ha pedido públicamente que las acusaciones contra Áñez vinculadas a los eventos de 2019 se aborden en un proceso judicial «transparente y justo, con plena independencia, sin presión política y con pleno respeto a la división de poderes».
La delegación comunitaria en La Paz está en contacto con la familia de la «expresidenta interina» y con el representante de Naciones Unidas que visita a Áñez en prisión de manera regular.
En su resolución, la Eurocámara «expresa su preocupación por la falta de independencia e imparcialidad del sistema judicial boliviano y por la prevalencia de problemas estructurales; observa que esta falta de independencia afecta al acceso a la Justicia y, de manera más general, merma la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial nacional».
Los eurodiputados piden a Bolivia «cambios estructurales y reformas» en la composición de su sistema judicial y que se aborde la «cuestión generalizada» de la corrupción en el país, así como a modificar las definiciones de terrorismo en el Código Penal para que sean más proporcionales.
El Parlamento Europeo obvió la persecución de los meses subsiguientes a la llegada de Áñez, ejecutadas todas por su brazo fuerte el prófugo Arturo Murillo, con diversas y constantes violaciones a los derechos civiles de la población perpetrando así las masacres de Sacaba y Senkata.
El estatus injerencista tanto del Parlamento, como de todo lo que representa la Unión Europea (UE), no es aislado ni novedoso en la Región, una postura muy simple, se trata del apoyo a gobiernos neoliberales y el mazo contra los gobiernos progresistas: han “opinado” sobre Venezuela acusando a Nicolás Maduro, pero normalizado la presencia de un usurpador de funciones y también permitido el robo de activos a esta nación; “exige” a Bolivia que libere a Áñez, pero expresa solo “preocupación por los asesinatos a los líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos” en Colombia, sin ir muy de frente contra las políticas agresivas de gobiernos de derecha que apoyan y son socios partidarios en esa injerencia.
Ultraderecha del Parlamento Europeo confirma con su resolución complicidad en el golpe de Estado y en clara actitud intervencionista pide impunidad y olvidar muertos de Sacaba y Senkata. El pueblo boliviano tiene memoria y dignidad. La justicia debe cumplir con rol constitucional
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) April 29, 2021
Con información de Correo del Alba y Swissinfo.