Análisis del equipo de PIA Global Europa

¿Y Europa?

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini* –
Los acontecimientos en pleno desarrollo, la incertidumbre de insomnio y el silencio europeo plantean serias inquietudes sobre el devenir de la región.

Tras el ataque estadounidense que marca un momento bisagra en la actual historia mundial, Europa guarda silencio y sólo se leen declaraciones institucionales que parecen copiados y pegados: “Irán no debe tener bombas nucleares, se debe volver a la mesa de negociaciones”.

No resulta llamativo el silencio de las élites europeas. A pesar de los esfuerzos discursivos por proyectarse como un actor autónomo respecto de Estados Unidos, tanto en relación con la guerra en Ucrania como en la definición del rumbo europeo en general, el ataque estadounidense contra Irán deja al descubierto que las instituciones europeas continúan subordinadas a las directrices de Washington. Esta dependencia, tácitamente explícita, impide que Bruselas condene abiertamente las acciones de EEUU y la obliga a sostener declaraciones genéricas, carentes de fuerza política, al mismo tiempo que le bloquea la posibilidad de tomar decisiones autónomas concretas.

Este silencio también refleja y profundiza las fracturas internas entre los principales líderes europeos. Si bien esas tensiones ya eran visibles respecto a Ucrania, la situación en Asia Occidental parece agudizar las contradicciones dentro de las propias élites acerca de cómo posicionarse en un escenario que las supera y en el que la supuesta unidad europea vuelve a crujir.

Una vez más, Europa pierde credibilidad como actor relevante en el escenario geopolítico internacional. Junto con ella, se erosiona también el capital moral que las élites del continente suelen esgrimir en nombre del “orden basado en normas y valores”, ahora violado abiertamente por Israel y, más recientemente, por Estados Unidos. El contraste entre el discurso que los presenta como mediadores imparciales y la práctica —donde el silencio parece legitimar el ataque estadounidense— exhibe un nuevo capítulo del doble rasero europeo.

La supuesta “cautela” con la que Bruselas ha reaccionado no hace más que confirmar que Europa continúa sin capacidad real de autonomía estratégica. Aun cuando lleva meses enfrentando tensiones con la administración Trump, los hechos revelan que su margen de acción sigue completamente condicionado por las decisiones de Washington.

Lo ocurrido en las últimas horas pone también en duda las recientes declaraciones de Trump respecto al rol de Estados Unidos dentro de la OTAN. ¿Podría cambiar su postura y reconocer, en este nuevo escenario, que necesita a la Alianza Atlántica como base operativa para intervenir en Asia Occidental?

A tan solo días de la Cumbre de la OTAN en La Haya, donde se esperaba que Trump reafirmara su promesa de retirar tropas estadounidenses del suelo europeo, comienza a circular la posibilidad de que esa decisión se revierta. Frente a la declaración de guerra estadounidense en Asia Occidental, no se descarta que EEUU utilice Europa como plataforma logística para abastecer a sus tropas, reforzando su despliegue en lugar de reducirlo.

Ante este nuevo panorama, los países europeos miembros de la OTAN deberán resolver si están dispuestos a asumir la responsabilidad de su propio destino político y estratégico, o si se resignarán nuevamente a desempeñar el papel de actores subordinados que obedecen, sin cuestionamientos, las decisiones de un aliado que también los somete.

En los próximos días, la Alianza Atlántica se enfrentará a una definición clave: ¿será la guerra entre Israel e Irán y el involucramiento directo de EEUU el nuevo “framing” que habilite ofensivas más directas sobre territorios europeos que ya venían siendo militarizados desde hace tiempo?

Implicancias para Europa

La gran pregunta es ¿se va a involucrar Europa?. Si seguimos con la línea que posiciona a Bruselas sin autonomía en la toma de ciertas decisiones, entonces, es probable que pueda verse obligada por la propia presión de Washington, la OTAN y las élites europeas atlantistas. Esta decisión permitiría a ciertos actores europeos sentir que poseen influencia en el sobrevenir internacional, aunque sólo sea una ilusión.

Pero un eje sumamente importante que tiene implicancias directas para Europa es la cuestión energética. Hemos analizado desde hace años la crisis energética europea, acelerada y profundizada a partir de la crisis ucraniana y las propias decisiones de las élites europeas, que ha arrastrado a toda la región a una cadena de múltiples crisis. 

¿Qué tiene que ver la cuestión energética europea con la guerra entre Israel/EEUU – Irán? La respuesta es sencilla: el estrecho de Ormuz.

El cierre del estrecho de Ormuz por parte de Irán representa un golpe directo a la seguridad energética y económica de Europa, ya que por allí transita cerca del 20 % del petróleo mundial y más de 30 % del GNL. Una interrupción prolongada dispararía los precios del crudo, aceleraría la inflación, y presionaría a los gobiernos a declarar situación de emergencia energética.

Por si todo esto fuera poco, el nuevo escenario podría empujar a Europa a involucrarse activamente en operaciones militares junto a la OTAN, dando lugar a una nueva fase de militarización del Mediterráneo oriental y del Golfo Pérsico. Esto significaría abandonar por completo el rol de mediador que el bloque europeo intentó sostener en el plano internacional, al tiempo que profundizaría sus múltiples crisis internas. Una implicación directa en el conflicto solo ampliaría la brecha entre los distintos actores que disputan el rumbo del proyecto europeo, debilitando aún más la ya fragmentada política exterior común. 

Además, las consecuencias sociales podrían ser explosivas: un mayor malestar ciudadano, manifestaciones en las calles y una probable escalada represiva a nivel nacional. La imposición de una agenda militarista subordinada a los intereses estadounidenses podría encontrar una creciente resistencia social en una Europa cuya población no está dispuesta a librar guerras ajenas en nombre de la obediencia de Bruselas hacia Washington.

El cierre del estrecho de Ormuz ejerce una presión directa sobre Europa para alinearse militarmente con Estados Unidos y la OTAN bajo el pretexto de garantizar la seguridad energética global. Washington ya evalúa reforzar su presencia en el Golfo, y potencias como Francia y el Reino Unido, con despliegue naval activo en la región, podrían empujar a Alemania a involucrarse de forma más directa. Sin embargo, esto tensaría aún más las fracturas internas del bloque europeo: mientras países como España, Irlanda, Austria o Grecia probablemente se resistan a participar en acciones bélicas, otros como Polonia, los Bálticos o Francia podrían apoyar una intervención conjunta. Esta posible respuesta militar no solo desdibujaría por completo el rol de Europa como actor diplomático que intenta construir, sino que consolidaría su imagen en el Sur Global como apéndice estratégico de EEUU.

Los acontecimientos en pleno desarrollo, la incertidumbre de insomnio y el silencio europeo plantean serias inquietudes sobre el devenir de la región. 

¿El accionar de EEUU brinda como excusa a la OTAN a dar un paso más allá contra Rusia? ¿Podría considerarse como una tarjeta verde tácita para acciones agresivas en Europa del Este?

¿Veremos a Europa en la próxima Cumbre de la OTAN apoyando un refuerzo militar generalizado, amparado en la “guerra global” que EEUU impulsa?

¿El nuevo foco estratégico en Asia Occidental llevará a Estados Unidos a desviar recursos de Europa, o a reforzar su presencia en el continente utilizándolo como plataforma militar de apoyo?

¿Cómo responderá y reaccionará la ciudadanía europea?

*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: Shutterstock.

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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