Europa

Von der Leyen se enroca en su defensa de Israel mientras Borrell alerta de un gran conflicto entre musulmanes y cristianos

Por María Zornoza* –
La Eurocámara se divide entre las facciones de centroderecha que cierran filas con Tel Aviv y el arco progresista que reivindica que el derecho a la defensa no implica el derecho a la venganza y a las vulneraciones del Derecho Internacional.

«También tenemos que condenar la muerte de civiles que se producen en Gaza. Condenar una tragedia no nos debería impedir condenar otra. Demostrar nuestra piedad por las víctimas de ataques terroristas no nos debería impedir demostrar nuestro sentimiento por otros muertos», ha señalado Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, en un debate plenario en Estrasburgo muy tenso marcado por la guerra entre Israel y Palestina que suma ya 12 días en una espiral creciente de destrucción.

Algo aparentemente normal como condenar la muerte de todos los civiles en el conflicto se está convirtiendo en una china en el zapato para la UE. Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, ha centrado su discurso ante los eurodiputados en expresar la solidaridad con el Estado hebreo y condenar el terrorismo de Hamás, pero ha evitado hacer referencia al bloqueo de Gaza, al ultimátum de «evacuación» que ha criticado la propia ONU o a la muerte de más de 3.000 civiles en la Franja, un tercio de ellos niños.

«El terror de Hamás ha empujado a Israel y Palestina a una nueva espiral de violencia. En este momento trágico, debemos redoblar los esfuerzos para proteger a los civiles de la furia de esta guerra», ha comenzado apuntando. La presidenta de la Comisión Europea, que atraviesa la peor crisis de su mandato por viajar a Israel huérfana de competencias en política exterior, ha abandonado el hemiciclo poco después del inicio del debate, lo que ha desatado el malestar entre muchos eurodiputados.

En el arco parlamentario de Estrasburgo hay consenso en la repudia absoluta sobre el terrorismo de Hamás, organización catalogada como terrorista por la Unión Europea. Pero hay más discrepancias en torno a qué límites poner a Israel, un país que siempre ha contado con un lobby muy importante en las instituciones comunitarias. «Señora Von der Leyen, además de mostrar la solidaridad de nuestra Unión con Israel, ¿le recordó al señor Netanyahu que los crímenes nunca se combaten con otros crímenes? ¿le recriminó el lenguaje indigno de su ministro de Defensa después de calificar de animales humanos a los habitantes de Gaza? ¿le dijo a Netanhayu que su ultimátum era totalmente inaceptable? ¿le recordó que solo habrá paz duradera cuando los palestinos vean su futuro con esperanza?», le ha preguntado Iratxe García Pérez, líder de los Socialdemócratas, que ha asegurado que «no es momento de caer en batallas ideológicas o caer en dobles raseros». Borrell ha pedido una respuesta de la UE fijada en cuatro principios: firmeza, humanidad, coherencia y proactividad.

La Unión Europea quiere a toda costa mantener en el conflicto de tierra santa la unidad interna que ha imperado con pocas excepciones con la guerra de Ucrania. Pero las sensibilidades, pasado histórico o geografía de Ucrania y Rusia poco tienen que ver con Israel y Palestino. Si Jerusalén estornuda, el resto del mundo puede resfriarse. Muchos Gobiernos europeos han incrementado el nivel de alerta por riesgo de amenazas de seguridad. Alemania, Francia y Hungría han prohibido manifestaciones en defensa de la causa palestina. Y en las últimas horas, tras el ataque al mayor hospital de Gaza, que ha dejado centenares de muertos, las calles de Ramallah, Líbano, Turquía o Iraq han salido en masa en forma de repudia y atacando consulados estadounidenses o israelíes. «El conflicto está derivando hacia un conflicto entre el mundo musulmán y el cristiano. Y eso no nos lo podemos permitir. La seguridad en nuestras calles depende de ello y los equilibrios geopolíticos también», ha advertido Borrell. El ayatolá iraní Ali Jamenei ha advertido en las últimas horas que «el tiempo para las soluciones políticas se agota y la propagación de la guerra a otros frentes se acerca a un punto inevitable».

Ataque al hospital de Gaza

Los líderes europeos han condenado el ataque a una infraestructura civil, una violación flagrante del Derecho Internacional. Pero el lenguaje también importa. Von der Leyen ha utilizado el término «entristecida» en línea con la Administración estadounidense. La ONU, por su parte, se ha mostrado «horrorizada». La vicepresidenta española, Yolanda Díaz, ha señalado directamente que se «trata de un crimen de guerra». La contención de Von der Leyen contrasta con su mensaje firme tras el bombardeo ruso a un hospital ucraniano de Mariúpol, que calificó como «inhumano, cruel y trágico». «Estoy convencida de que se trata de un crimen de guerra», afirmó por entonces. «No hay excusa para atacar un hospital lleno de personal médico y civiles. Es necesario establecer todos los hechos y los responsables deben rendir cuentas», rebaja ahora. Las autoridades de Gaza responsabilizan al Ejército israelí y este a un proyectil fallido de la Yihad Islámica a pesar de que muchos expertos están asegurando que los terroristas no tienen cohetes con esa capacidad.

«Nunca antes había visto una deshumanización ni una banalización del genocidio como la que estoy viendo contra los palestinos en los últimos 11 días», apunta en X el experto en la región Haizam Amirah-Fernández. En las últimas horas, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha borrado un tuit en el que afirmaba que se libra «una lucha contra niños de luz y de oscuridad. Entre humanidad y ley de la jungla». El ultranacionalista Itamar ben gvir asegura que «hasta que Hamás no libere a los rehenes lo único que entrará en Gaza son toneladas de explosivos». El bloqueo de alimentos, agua y electricidad y el castigo colectivo a una población entera son vulneraciones del derecho humanitario. La ONU alerta de que en las próximas horas los más pequeños podrían morir de deshidratación.

Las referencias históricas también han sido una constante durante un debate plenario intenso, divisivo y emocional. «Israel fue atacado y también Europa y su estilo de vida. Supervivientes del Holocausto atacados de nuevo. La brutalidad de Hamás es como las peores atrocidades de ISIS. Hemos visto en Israel lo que vimos en Bataclán«, ha señalado Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo. La dura posición de Von der Leyen le ha hecho acercarse a su familia política tras tensiones pasadas en materia de clima y a ocho meses de las elecciones europeas. Por su parte, el eurodiputado de Izquierda Unida, Manu Pineda, ha comparado el asedio israelí al gueto de Varsovia.

Borrell, en su réplica, ha querido referirse a la desinformación y, también, ha hecho hincapié en la necesidad de poder denunciar todos los ataques: «No añadan horror al horror. Ya hay bastante. No hablen de bebés decapitados. Es una noticia que ni el Ejército israelí ha confirmado. Líderes del mundo han tenido que dar marcha atrás. De la misma manera que podemos decir que es una tragedia abominable matar a jóvenes que celebraban la vida, ¿no podemos decir que es una tragedia abominable que 800 niños hayan muerto en Gaza? ¿En qué lamentar una tragedia me quita fuerza moral para lamentar otra? Al contrario me la da».

*María Zornoza, periodista.

Artículo publicado originalmente en Público.es

Foto de portada: Varios supervivientes buscan entre los escombros del centro médico de Gaza bombardeado, a 18 de octubre de 2023. —Mahmud Hams/AFP

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