El ataque fue perpetrado contra un grupo de personas entre las que se encontraban mujeres embarazadas y niños menores, en la ciudad ocupada de Bojador. La acción de estas fuerzas se encuadra en la sistematización de la violencia que ejercen las fuerzas usurpadoras de los territorios del Sáhara Occidental, en el mismo sometieron a golpizas y represión indiscriminada por el solo motivo de levantar sus jaimas (tiendas de campaña) fuera de la ciudad.
Este ataque se produce a muy pocos días de la visita del enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, para la negociación con las partes involucradas, Marruecos, la RASD, Argelia y Mauritania, y que busca llegar a un acuerdo (el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui y la salida total de Marruecos de la región) sobre los territorios ocupados de forma ilegal por el reino de marroquí.
La llamada Gendarmería Real Marroquí y cuerpos de las fuerzas auxiliares se dirigieron a la región de Laareiguib, en las inmediaciones de Bojador, e intentaron obligar a las familias saharauis a abandonar la zona, destruyendo sus tiendas de campaña, golpeando indiscriminadamente a todos a su paso, en lo que se transforma en una nueva violación a los DD.HH de los pobladores originarios del Sáhara Occidental. Como hemos dicho y según los registros logrados por testigos presenciales de este ataque, los represores no tuvieron miramientos ni piedad ante mujeres embarazas, niños ni ancianos saharauis, quienes sufrieron la ira de los agentes que golpeaban indiscriminadamente.
Otra vez Sultana Kahya
Miembros del aparato represivo marroquí que asedian constantemente el domicilio de la familia de la activista y defensora de los derechos humanos saharaui Sultana Jaya, impidieron que un grupo de activistas saharauis visitaran a la familia asediada, las golpearon y agredieron violentamente y las obligaron a marcharse el lugar por la fuerza.
Este acto cobarde se enmarca en continuar aislando a la valiente y resistente familia de su entorno y evitar que se comunique con las masas saharauis.
No conformes con la violenta represión marroquí sobre los pobladores de la región de Laareiguib, en Bojador, las fuerzas que mantienen bajo violenta custodia la casa de Sultana Kahya, ingresaron por la fuerza y le propinaron una tremenda golpiza, de la cual se registran y documentan imágenes que, una vez finalizado el ataque, hizo circular Sultana a través de algunas redes sociales.
Este nuevo ataque a Sultana es parte de un plan sistemático de amedrentamiento y violencia que vienen llevando a cabo las fuerzas que responden al rey Mohamed VI. Violaciones, vejaciones, golpes y otros métodos de tortura son los que soporta la militante por los derechos saharauis y los DD.HH, junto a su hermana Luaara y la madre de ambas en lo que Sultana definió como la “cárcel oscura” haciendo referencia a su propio domicilio.
Es urgente denunciar la situación a la que se está sometiendo a Kahya y su familia, como así también los pobladores originarios saharauis. Cada minuto de silencio e inacción es un minuto menos en la defensa de la causa y un minuto más en el que la vida e Sultana se pone en juego.
*Beto Cremonte es periodista, Comunicador Social y docente en la Facultad de Comunicación Social de La Plata (U.N.L.P), estudiante avanzado de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Pública y Política de la Universidad Nacional de La Plata (U.N.L.P)
