El martes se conoció que Washington había exigido a Ucrania que se mantuviera en silencio y no se inmiscuyera en la discusión sobre el Nord Stream-2 [así lo publicaron medios occidentales como Político-Ed] y que deje los problemas a los mayores. Y el miércoles, se conoció que las negociaciones con Zelensky se habían pospuesto hasta el 30 de agosto. En general, parece que Zelensky no cuenta con la confianza personal de Joe Biden. Una vez más, ha sido completamente apartado.
En cuanto al Nord Stream-2, Estados Unidos y Alemania han llegado a un acuerdo por su cuenta, sin Ucrania. Según Estados Unidos, Alemania se ha comprometido a lo siguiente:
Buscar sanciones contra Rusia en caso de que Moscú “utilice los recursos energéticos como arma contra los países europeos” o “tome medidas agresivas contra Ucrania”. Los términos son lo más ambiguos posibles, pero, como sabemos, es posible imponer sanciones contra Rusia por los motivos más insignificantes, pero eso no cambia nada para Moscú. De hecho, Estados Unidos cree que tendrá que vivir con el Nord Stream-2. No se prevé la introducción de nuevas sanciones contra el Nord Stream-2 hasta que la construcción quede completada.
Alemania también está obligada a exigir a Rusia la extensión del tránsito de gas a través de Ucrania durante diez años más, desde 2024 hasta 2034. Parece que es la forma de amortizar, al menos en parte, las infraestructuras de tránsito de gas de Ucrania.
Por otra parte, las obligaciones de Alemania no son de Rusia. La Federación Rusa tiene un compromiso con Alemania en ese sentido solo hasta 2024. A partir de ahí, se puede negociar. A medio plazo, la Unión Europea no tiene más opción que negociar con la Federación Rusa para mantener una parte del tránsito de gas a través de Ucrania, por lo que intentan obligar a Rusia.
Estas exigencias vuelven a dejar clara la dependencia política que Alemania tiene con respecto a Estados Unidos, ya que un país completamente soberano difícilmente habría tolerado tales pretensiones solo para salvar la cara de la administración Biden, que tenía que mostrar que había hecho algo sobre el Nord Stream-2. Trump obstaculizó más que Biden, que no ha hecho más que simular resistencia contra el proyecto y después se ha plegado más o menos de la misma forma que en Afganistán.
La consecuencia de todo ello es que Alemania y Estados Unidos han llegado a un acuerdo sobre Ucrania sin Ucrania. Y en el futuro, Alemania negociará sobre Ucrania sin Ucrania con Rusia. En realidad, ese es el verdadero lugar que el país tiene en las relaciones internacionales.
Tras las conversaciones con Estados Unidos, Merkel personalmente informó a Putin sobre los resultados de las negociaciones sobre el Nord Stream-2 y los acuerdos de Minsk (el Nord Stream-2 será completado, los acuerdos de Minsk no serán implementados).
Lavrov sarcásticamente comentó los compromisos adquiridos por Alemania: “Alemania es fuerte ahora”.
*Colonel Cassad, Boris Alexandrovich Rozhin, analista político-militar del Centro de Periodismo Político-Militar.
Artículo publicado en Slavyangrad.