Europa

Ucrania y FMI: la misma receta de siempre

Por Slavyangrad –
Sin más receta que la aportada por el FMI y el resto de sus acreedores extranjeros, Kiev pretende seguir el curso de la privatización como única forma de generar ingresos.

Dependiente de créditos extranjeros para sus gastos corrientes y para pagar los intereses de créditos anteriores, la pandemia ha supuesto un empeoramiento más para la grave crisis económica de Ucrania.

Con esta fórmula, el gobierno de Kiev, influido por tendencias ultraliberales que recomiendan que el Estado se limite a la gestión y se aparte del suministro de servicios, Ucrania sigue un camino de externalización y privatización de todo aquello que pueda encontrar comprador.

La Oficina del Presidente va a organizar una gran venta de empresas de propiedad estatal. De esta forma, Kiril Timoshenko ha convencido a Volodymyr Zelensky de que la privatización es necesaria para volver a rellenar el presupuesto ucraniano y para optimizar el coste de mantener las infraestructuras de esas empresas que supuestamente trabajan de una forma ineficiente.

Según las fuentes, propietarios privados se han interesado fundamentalmente en la más importante empresa propiedad del Estado: Ukrzaliznytsya. Sin embargo, previamente, el Gobierno va a invertir 100.000 millones de rublos en reparar las infraestructuras. El jefe adjunto de la Oficina del Presidente sugiere empezar por los puertos, ya que el Estado no es capaz de gestionarlos a un nivel adecuado.

“¿Por qué queremos que haya una concesión en la mayoría de los puertos? El Estado no puede gestionar tantos puertos a un nivel alto. Por eso, nos centraremos en varios puertos que seguirán gestionados por el Estado. Lo más importante es que los puertos sean económicamente ventajosos para el Estado”, afirmó Timoshenko.

“El oficial ha convencido a Zelensky de que es necesario deshacerse de casi todos los activos del Estado: puertos, estaciones de tren, fábricas, aeropuertos, centrales energéticas. Según las estimaciones de Kiril Timoshenko, eso atraerá decenas de miles de millones de dólares al presupuesto del Estado, dinero que puede invertirse en proyectos de infraestructuras”, escribió el canal de Telegram Resident.

En el comienzo de su mandato, el sexto presidente de la Ucrania independiente habló de la importancia de este paso. A finales de 2019, se decidió privatizar 76 empresas. La lista aprobada de empresas a la venta incluye Ternopoloblenergo, Zaporizhiaoblenergo, Kharkivoblenergo, Khmelnitskoblenergo, la planta del puerto de Odessa, Azovmash, Electrotyazhmash, Sumkhimprom y otras empresas. El inicio de esta venta a gran escala de los activos públicos de Ucrania estaba previsto para marzo-abril de 2020, pero la pandemia de coronavirus retrasó la puesta en marcha de estos planes, que iban a producirse en un contexto económico desfavorable. Así que se impuso una moratoria a la subasta a gran escala durante el periodo de cuarentena.

Sin embargo, la intención de los socios extranjeros de saquear Ucrania no ha desaparecido. La reanudación de la privatización era un de las condiciones más importantes para continuar con el programa de créditos del FMI y otros acreedores, sin los que las autoridades no serían capaces de llenar el presupuesto. En nombre de cumplir con las exigencias de los socios extranjeros, el Parlamento adoptó una ley para desbloquear la privatización. La situación actual es de bloqueo: no hay dinero para servir la deuda y cada vez hace falta más para pagarlas. El 40% del presupuesto del país ya es utilizado para pagar las obligaciones hacia el FMI y los ingresos descienden. Y la privatización de empresas estratégicas no hará más que exacerbar esas tendencias negativas.

Artículo publicado y traducido por Slavyangrad.

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