Autoridades de Omán confirmaron este martes que se produjo un cese al fuego entre hutíes y Estados Unidos.
Esta decisión fue motivada a raíz de los fuertes bombardeos que realizó Washington sobre Yemen, en represalía por el bloqueo llevado adelante por el movimiento hutí, llamado Ansar Allah, en favor de Gaza.
“Tras recientes conversaciones y contactos entre el Sultanato de Omán, EE.UU. y los organismos pertinentes en Saná, en Yemen, encaminados a reducir las tensiones, los esfuerzos resultaron en un acuerdo sobre un alto el fuego entre ambas partes”, puntualizó el Ministerio de Exteriores de Omán.
“En el futuro, ninguna de las partes atacará a la otra, incluidos los buques estadounidenses, en el Mar Rojo y el estrecho de Bab al-Mandab, lo que garantizará la libertad de navegación y el flujo fluido del transporte marítimo comercial internacional” sumó.
Un comunicado de Ansar Allah precisó que, “con el anuncio de Trump del fin de la agresión estadounidense contra Yemen, este será evaluado primero sobre el terreno”, mientras insistieron que esto “representa una victoria que separa el respaldo estadounidense al ente (israelí) temporal, y un fracaso para Netanyahu, quien debería presentar su dimisión”.
Ratificó el movimiento de igual manera, el respaldo de Yemen a Gaza, al tiempo que plataformas informativas confirmaron que el acuerdo no se extiende a Israel.
Los hutíes detuvieron sus ataques mientras duró el alto el fuego en Gaza, de enero a marzo, pero los reanudaron luego de que Israel continuara con el genocidio contra el pueblo palestino.
El 15 de marzo, los ataques aéreos estadounidenses comenzaron a llover sobre Saná de nuevo, mientras la fuerza del portaaviones USS Harry S. Truman avanzaba con fuerza hacia el mar Rojo. Funcionarios estadounidenses han hablado con entusiasmo sobre la continuación indefinida del nuevo asalto, y Trump ha presumido de que Ansar Allah está “diezmado”.
La pérdida de un caza F/A-18E el 28 de abril debido a ataques yemeníes demuestra ampliamente la total falsedad de tales alardes. Mientras tanto, el 4 de abril , el New York Times publicó que funcionarios del Pentágono informaban “en privado” que la beligerancia de Trump no estaba logrando rozar a Ansar Allah, a pesar de haber costado más de mil millones de dólares hasta la fecha. Esto no solo significaba que era necesario obtener fondos adicionales del Congreso para la operación, sino que abundaban las dudas sobre la disponibilidad continua de municiones.