Como seguimiento del Acuerdo de Beijing, Irán, Arabia Saudita y China celebraron una reunión trilateral en Teherán el 9 de diciembre. En la sesión participó el viceministro de Asuntos Exteriores de Irán para Asuntos Políticos, Majid Takht-Ravanchi, al viceministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Waleed al-Khuraiji, y al viceministro de Asuntos Exteriores de China, Miao Deyu.
Los funcionarios iraníes y saudíes reiteraron su compromiso de implementar todas las disposiciones del Acuerdo de Beijing, firmado el 10 de marzo de 2023. Este tratado, negociado por China, restableció las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán después de una ruptura de siete años. Comprometió a ambos países a reabrir sus embajadas en un plazo de dos meses, respetar la autonomía y abstenerse de injerencias.
China, por su parte, expresó su disposición a seguir “apoyando y alentando las medidas adoptadas por Riad y Teherán para desarrollar sus relaciones en diversos ámbitos”.
Los líderes pidieron “el cese inmediato de la agresión israelí en Palestina, Líbano y Siria” y condenaron “los actos de agresión y las violaciones de la integridad territorial de Irán”. De igual forma, reiteraron su apoyo a una solución política integral en Yemen.
Arabia Saudita y China como importantes socios comerciales
Las relaciones entre Riad y Beijing se han convertido en una asociación estratégica multidimensional.
El reino saudí suministra actualmente alrededor del 18 % del petróleo importado por China.
Asimismo, ambos países han impulsado una expansión en su cooperación militar conjunta. La monarquía árabe compra una significativa cantidad de armas a Beijing, incluyendo drones de combate que Estados Unidos no estaba dispuesto a proporcionarle, a causa de las restricciones a la exportación.
Además, ambos países trabajan sobre la base del principio de no injerencia, el cual les proporciona un marco de seguridad y respaldo mutuo, para el lado árabe frente a las presiones occidentales en materia de derechos humanos, y para el lado chino en cuestiones como Xinjiang y Hong Kong.
En materia tecnológica, empresas chinas como Huawei y la petrolera Sinopec han acaparado una parte significativa de los mercados críticos de Arabia. El desarrollo de proyectos conjuntos en energía solar, hidrógeno e infraestructuras de transporte en el marco de la Visión 2030 de Riad ha transformado a China, de un socio común a un actor clave en la futura economía de este país.

