Kosovo, cuyas autoridades declararon unilateralmente su independencia de Serbia en 2008, vive desde el pasado 8 de diciembre una nueva ronda de tensiones. Belgrado y Pristina se acusan mutuamente de provocaciones y han llegado incluso a pedir ayuda a la comunidad internacional. Sputnik recopila los últimos acontecimientos en la región.
La aduana de la autoproclamada república de Kosovo confiscó el jueves 8 de diciembre un lote de 42.000 litros de vino a uno de los productores serbios más antiguos, proveniente del pueblo de Velika Hocha, en el suroeste de la región. La razón formal indica que durante la pandemia la actividad de la empresa productora fue congelada. La bodega Petrović es tan antigua que, incluso, en sus bodegas se han conservados tubos de un ducto de vino medieval.
El jueves por la mañana, combatientes de la unidad especial de la policía de Kosovo (ROSU) llegaron a Velika Hocha. Los vecinos serbios se juntaron frente al edificio de la bodega, mientras que el hijo del dueño, Milan, amenazó con suicidarse si las fuerzas de seguridad incautaban el vino. Por su parte, el propietario de la bodega, Srdjan Petrović, dijo que los serbios reunidos allí resistirían pasivamente a la policía. Sin embargo, horas más tarde, los oficiales de «aduana» vertieron todo el vino que estaba en la bodega.
El miércoles 7 de diciembre, dos vehículos todoterreno de la KFOR, la fuerza militar multinacional liderada por la OTAN y posteriormente un vehículo blindado de las fuerzas especiales de ROSU estacionaron «accidentalmente» en el patio de un preescolar al que asistían los vecinos serbios en el pueblo de Leposavich, en el norte de la región, lo que alarmó a los niños y a sus padres.
Fin de semana agitado
El sábado 10 de diciembre, las fuerzas de seguridad albanokosovares detuvieron en Kosovo a un expolicía serbio de 56 años, Dejan Pantic, bajo sospecha de terrorismo, lo que llevó a los serbios a bloquear carreteras y un puesto de control en la línea administrativa entre Kosovo y Serbia central. Con barricadas, los serbokosovares intentaron impedir la entrega del sospechoso a Pristina, a los órganos de justicia de la república autoproclamada.
Luego de eso, a las barricadas llegaron empleados de la misión civil de la Unión Europea en Kosovo para el imperio de la ley (EULEX) y del KFOR. Los medios reportaron cortes en la señal de internet y telefonía móvil.
Dejan Pantic, quien, junto con otros policías serbios, renunció en noviembre a las oficinas del Ministerio del Interior albanokosovar en el norte (serbio) de Kosovo, fue detenido en el puesto de control de Yarine cuando ingresaba desde el centro de Serbia.
Las autoridades serbias anunciaron que la detención se realizó por motivos políticos y como parte de la venganza del primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, contra los serbios que abandonaron las instituciones de poder de los albaneses de Kosovo, incluida la policía. El líder del mayor partido de los serbokosovares, la Lista Serbia, Goran Rakic, anunció la creación de un cuartel general de crisis en el norte de la región.
Serbia quiere enviar ayuda militar
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, anunció que Belgrado, con el fin de proteger a su población en Kosovo, enviaría una solicitud oficial al mando de la misión de la OTAN para la distribución del contingente de la policía y el Ejército serbio en Kosovo y Metojia, lo que está permitido por la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU. Belgrado está obligado a solicitar dicho permiso tras perder el control de su autonomía en el sur del país en 1999.
Los planes de Vucic recibieron una reacción internacional por parte de la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, quien el domingo 11 de diciembre denunció la «retórica reciente» de Serbia y calificó la propuesta de enviar fuerzas serbias a Kosovo como «completamente inaceptable».
En respuesta, la primera ministra serbia, Ana Brnabic, calificó de absurda la posición de Alemania sobre la situación en el norte de Kosovo, en particular el comentario de Baerbock.
Brnabic recordó que los cancilleres de los países del Grupo de los Siete (G7) en un comunicado de mayo llamaron al cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU a la hora de resolver «cualquier problema o crisis en el mundo (Libia, Siria, Yemen, Somalia, etc)».
«Ahora, sorprendentemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania declara explícitamente que la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que estipula que Serbia tiene derecho a solicitar el regreso de un cierto número de sus fuerzas de seguridad a Kosovo, debe ignorarse ya que esto es inaceptable«, expuso Brnabic.
Asimismo, se preguntó «sobre qué criterios» se decide qué resolución del Consejo de Seguridad de la ONU debe observarse y cuál debe ignorarse. «Un asombroso nivel de absurdo», agregó la primera ministra serbia.
Ataque a la central hidroeléctrica y reunión del Consejo de Seguridad de Serbia
Durante la escalada actual de la situación, ocurrió otro incidente que no estaba directamente relacionado con la detención del expolicía serbio Pantic: el domingo 11 de diciembre las fuerzas especiales de la autoproclamada República de Kosovo, ROSU, invadieron y ocuparon las instalaciones en la presa más importante de la central hidroeléctrica de Gazivode. Las fuerzas de seguridad armadas en vehículos blindados entraron en las instalaciones de la presa, retiraron las banderas serbias del edificio y las destrozaron. Allí también encontraron a un guardia de seguridad que estaba midiendo el nivel del agua y lo sacaron de las instalaciones.
Debido a estos incidentes, el presidente Vucic celebró en Belgrado un Consejo de Seguridad Nacional el domingo 11 de diciembre. Se convocó después de que el primer ministro de la autoproclamada República de Kosovo, Albin Kurti, pidiera a la KFOR que retirara las barricadas de los serbokosovares de las carreteras del norte y amenazara con que, si el mando de la OTAN se negaba, las fuerzas de seguridad de Kosovo estarían preparadas para realizar la operación ellos mismos.
Tras la reunión, Vucic señaló que los serbios de Kosovo no tenían la culpa de la creciente tensión en la región, y que ha sido el día más difícil para él como jefe de Estado. Llamó a sus compatriotas a mantener la calma y no sucumbir ante las provocaciones, advirtiendo que los albanokosovares estaban preparando ataques contra misiones internacionales para culpar a los serbios.
Explosiones extrañas, bloqueo continuo
Para el lunes 12 de diciembre, se mantiene una situación pacífica pero tensa en la región. El lunes por la noche se escucharon disparos en la localidad de Rudara, se desconocen las circunstancias. Se escucharon dos explosiones en Mitrovica, y antes del amanecer se escuchó otra explosión cerca de Kosovska Mitrovica, pero no se sabe si se trataba de artefactos explosivos o pirotecnia.
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, visitó por la noche la base Belvedere del Ministerio del Interior de Kosovo en la parte sur de Kosovska Mitrovica, que es utilizada por las fuerzas especiales de policía de ROSU.
Las clases en las escuelas serbias han sido suspendidas desde este 12 de diciembre, mientras que los puntos de control Brnjak y Jarine han sido clausurados incluso para el paso peatonal.
Por su parte, el ministro de Defensa serbio, Milos Vucevic, en medio de las crecientes tensiones en el sur del país, anunció que Serbia está lista para enviar soldados a Kosovo, pero sobre todo está comprometida con la paz y el diálogo e intentará hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo político.
Artículo publicado originalmente en Sputnik.
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Foto de portada: © Sputnik / Dejan Simich.