Estimado Presidente Joko Widodo,
Colegas,
Me es sumamente complacido asistir a la Cumbre del G20 de Bali. Ante todo, quiero agradecer al Presidente Joko Widodo y el Gobierno indonesio por sus esmerados arreglos para la celebración de la Cumbre. Como la Presidencia del G20, Indonesia ha jugado un papel bien relevante en fomento de la cooperación de esta organización, a lo cual quiero expresar mi alto aprecio.
Vivimos en un momento marcado por los enormes cambios sin precedentes en una centuria, los que tienen consecuencias en el mundo, en nuestro tiempo y en la historia. En la actualidad, dadas la prolongada propagación de la pandemia de COVID-19, la economía mundial aún más frágil, la tensa situación geopolítica, la grave inadecuación de la gobernanza global y la superposición de múltiples crisis en los ámbitos como alimentario y energético, el desarrollo humano enfrenta enormes desafíos. De cara a éstos, todos los países debemos concienciarnos como una comunidad de futuro compartido de la humanidad, y abogar por la paz, el desarrollo y la cooperación de ganancias compartidas. Todos los países debemos reemplazar la división con la unidad, la confrontación con la cooperación, y la exclusión con la inclusión, a fin de contestar juntos el interrogante de nuestro tiempo-“Qué le pasa a este mundo y qué debemos hacer al respecto”-, superar las coyunturas difíciles y crear un futuro compartido.
Todos los miembros del G20 debemos asumir las responsabilidades inherentes por ser los principales actores internacionales y regionales, y jugar el papel ejemplar en promover el desarrollo para todas las naciones, aumentar el bienestar para toda la humanidad y fomentar progresos para todo el mundo.
— Debemos promover un desarrollo global más inclusivo. La solidaridad es la fuerza, mientras que la división no lleva a ninguna parte. En la aldea global donde vivimos, debemos solidarizarnos para responder a los riesgos y desafíos de toda índole. Trazar líneas ideológicas, o promover la política de grupos y la confrontación entre bloques sólo dividirá el mundo e impedirá el desarrollo global y el progreso humano. Con las civilizaciones humanas ya en el siglo XXI, la mentalidad de Guerra Fría ha sido obsoleta desde hace tiempo. Lo que necesitamos hacer es trabajar de la mano para abrir nuevos horizontes para la cooperación de ganancias compartidas.
Los países debemos respetarnos mutuamente, buscar puntos comunes archivando las diferencias y convivir en armonía. Nos es menester promover la estructuración de una economía mundial abierta, en vez de procurar beneficios propios a expensas de los vecinos, construir “un pequeño patio con vallas altas” o formar “pequeños círculos” cerrados y exclusivos.
Siempre apuesto por que el G20 deba persistir en su aspiración fundacional por la unidad y la cooperación, hacer valer el espíritu solidario y mantener el principio de consenso mediante consultas. “La caña de azúcar y la hierba de limón crecen en grupos densos”. Este proverbio indonesio bien capta el valor de la solidaridad. La división y la confrontación no corresponden a los intereses de ninguna parte, mientras que sólo la unidad y la coexistencia constituyen la opción acertada por hacer.
— Debemos promover un desarrollo global más beneficioso para todos. El desarrollo será real sólo cuando todos los países se desarrollen juntos. La prosperidad y la estabilidad no serán posibles en un mundo donde los ricos se vuelvan más ricos, mientras que los pobres estén hechos más pobres. Cada país aspira a una vida mejor, y la modernización no es un privilegio reservado para un determinado país. Los que llevan la delantera en el desarrollo deben ayudar sinceramente a los demás a desarrollarse y proporcionar más bienes públicos globales. Los grandes países deben asumir sus debidas responsabilidades y hacer todo lo posible por la causa del desarrollo global.
La Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG) que propuse está orientada a cumplir el objetivo a largo plazo y las necesidades inmediatas del desarrollo común del mundo, aglutinar el consenso internacional en fomento del desarrollo, cultivar nuevas fuerzas motriz para el desarrollo global y promover el desarrollo y el progreso comunes de todos los países del mundo.
En un año, más de 60 países se han sumado al Grupo de Amigos de la IDG. China ha establecido el Fondo para el Desarrollo Global y la Cooperación Sur-Sur, y va a aumentar su aportación al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Paz y el Desarrollo. Vamos a elaborar una lista de ítems para la cooperación práctica, establecer un banco abierto de proyectos de la IDG, y trazar una hoja de ruta para la implementación de la IDG. Estamos trabajando con más de 100 países y organizaciones internacionales para avanzar en la IDG, proporcionando así un nuevo impulso a la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. China ha presentado 15 proyectos a la “Acción del G20 para una Recuperación Fuerte e Inclusiva”, y participado en otros 5 proyectos en este marco. Vamos a trabajar junto con los demás miembros del G20 para ejecutarlos.
— Debemos promover un desarrollo global más resiliente. Dados los reveses sufridos por la globalización económica y los riesgos de recesión afrontados por la economía mundial, todos estamos pasando un tiempo difícil, siendo los países en desarrollo los más afectados. Por lo tanto, es más imperativo que nunca que nos enfoquemos en la cuestión del desarrollo. El lema de la Cumbre de Bali, “Recuperarnos juntos, recuperarnos más fuertes”, ha transmitido una señal positiva del compromiso del G20 de apoyar el crecimiento de los países en desarrollo y evitar una recuperación mundial divergente y desequilibrada.
Nos es imperativo construir una asociación global para la recuperación económica, priorizar el desarrollo y poner el pueblo en el centro, tener siempre presentes las dificultades de los países en desarrollo y atender sus inquietudes. China apoya a la Unión Africana a incorporarse al G20.
Todas las partes hemos de seguir profundizando la cooperación internacional en la lucha antiepidémica, y aumentar la accesibilidad y la asequibilidad de vacunas, medicamentos y métodos de diagnóstico y tratamiento de los países en desarrollo, con el fin de crear un ambiente propicio para la recuperación económica. Nos es menester frenar la inflación a nivel global, y neutralizar los riesgos económicos y financieros sistémicos. Sobre todo, las economías desarrolladas deben mitigar los negativos efectos de desbordamiento derivados del reajuste de sus políticas monetarias, y mantener sus deudas en niveles sostenibles.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) debe acelerar el proceso para implementar la transferencia de los Derechos Especiales de Giro (DEG) a los países de bajos ingresos. Como acreedores principales de los países en desarrollo, las instituciones financieras internacionales y los acreedores comerciales deben participar en la reducción y la suspensión de la deuda de los países en desarrollo. China está implementando la Iniciativa del G20 de Suspensión del Servicio de la Deuda (ISSD) en todos los aspectos, y ha suspendido la mayor cantidad del servicio de la deuda entre todos los miembros del G20. Además, China está trabajando con los miembros pertinentes del G20 en el tratamiento de la deuda en el Marco Común para el Tratamiento de la Deuda más allá de la ISSD, ofreciendo de esta manera apoyo a los países en desarrollo pertinentes para que salgan adelante en tiempos difíciles.
El comercio global, la economía digital, la transición verde y la lucha contra la corrupción son factores relevantes que impulsan el desarrollo global. Hemos de seguir defendiendo el sistema multilateral del comercio centrado en la Organización Mundial del Comercio (OMC), fomentar activamente la reforma de la OMC, avanzar en la liberalización y la facilitación del comercio y las inversiones, y promover la estructuración de una economía mundial abierta. China ha propuesto la Acción del G20 sobre la Innovación y Cooperación Digital, y está a la expectativa de trabajar junto con todas las partes para propiciar un ambiente abierto, equitativo y no discriminatorio para el desarrollo de la economía digital, con miras a reducir la brecha digital entre el Norte y el Sur. Al responder al desafío del cambio climático y hacer la transición hacia un desarrollo verde y bajo en carbono, es imperativo acatar el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, proporcionar apoyo a los países en desarrollo en materia de fondos, tecnologías y construcción de capacidades, y desplegar activamente la cooperación en finanzas verdes.
Dada la gran importancia de la cooperación internacional contra la corrupción, los miembros del G20 debemos persistir en la tolerancia cero contra la corrupción, intensificar la cooperación internacional en la repatriación de fugitivos y la recuperación de fondos robados, y no proveer “refugios seguros” a los elementos y fondos de la corrupción.
El desarrollo global no puede prescindir de un entorno internacional pacífico y estable. Por ello, he propuesto la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG), con el objetivo de trabajar junto con todas las partes para hacer valer el espíritu de la Carta de la ONU, actuar con apego al principio de la indivisibilidad de la seguridad, persistir en el concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, abogar por neutralizar los conflictos a través de negociaciones, solventar las disputas mediante consultas, y apoyar todos los esfuerzos conducentes a la solución pacífica de las crisis.
La seguridad alimentaria y energética constituye el desafío más apremiante para el desarrollo global. La causa raíz de las actuales crisis no es la producción o la demanda, sino las cadenas de suministro y la cooperación internacional interrumpidas. Para solucionar esto, todos los países hemos de reforzar, bajo la coordinación de las organizaciones multilaterales internacionales como la ONU, la cooperación en la supervisión y la regulación del mercado, establecer asociaciones sobre productos básicos, desarrollar un mercado de productos básicos abierto, estable y sostenible, así como trabajar juntos para desbloquear las cadenas de suministro y estabilizar los precios en el mercado.
Debemos oponernos resueltamente al intento de politizar los alimentos y las energías o utilizarlos como instrumentos o armas, revocar las sanciones unilaterales, y eliminar las restricciones sobre las cooperaciones científico-tecnológicas pertinentes. En el proceso de la reducción del consumo de energías fósiles y la transición hacia energías limpias, hemos de sopesar de manera balanceada varios factores y asegurarnos de que este proceso no afecte la economía y el bienestar del pueblo. Los países en desarrollo enfrentamos riesgos más acuciantes en seguridad alimentaria y energética. El G20 debe tenerlo bien presente y ofrecer apoyo necesario en los ámbitos tales como la producción, la colección, el almacenamiento, el financiamiento y la tecnología. Ya que la ONU ha establecido el Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial en materia de Alimentos, Energía y Finanzas, el G20 debe manifestar su apoyo al respecto.
A lo largo de los años, China ha hecho importantes contribuciones a la seguridad alimentaria y energética mundial. Este año, China ha propuesto, junto con seis países asociados, con Indonesia y Serbia incluidas, la Iniciativa de Cooperación Internacional sobre Cadenas Industriales y de Suministro Estables y Resilientes. China se ha unido a otros países para abogar por el establecimiento de la Asociación Global para la Cooperación en Energías Limpias, y presentar en el G20 la Iniciativa para la Cooperación Internacional en Seguridad Alimentaria. Esperamos profundizar la cooperación con todas las partes en estas áreas.
Colegas:
El Partido Comunista de China ha celebrado recientemente su XX Congreso Nacional, que ha planificado los objetivos, las tareas y las políticas y directrices fundamentales para el desarrollo de la causa del Partido y del país para el próximo lustro e incluso un período más largo. China va a seguir invariablemente el camino de desarrollo pacífico, avanzar con toda firmeza en la profundización de la reforma y la ampliación de la apertura, y fomentar invariable e integralmente la gran revitalización de la nación china con la modernización china. Una China encaminada hacia la modernización traerá más oportunidades al mundo, inyectará un impulso más fuerte a la cooperación internacional, y aportará mayores contribuciones al progreso de toda la humanidad.
Muchas gracias.