El proyecto de resolución había sido presentado por el Partido de la Libertad Nacional (NFP), que pedía la degradación de la embajada del país en los territorios ocupados en vista de los continuos abusos del régimen israelí contra los palestinos.
El NFP emitió un comunicado afirmando que tal medida habría sido apoyada por el difunto líder anti-apartheid del país, Nelson Mandela. “Es un momento del que Mandela estaría orgulloso. Siempre dijo que nuestra libertad estaría incompleta sin la libertad de los palestinos”, se lee en el comunicado.
El régimen israelí “fue construido por el desplazamiento y asesinato de palestinos. Y para mantener su control del poder, instituyeron el apartheid para controlar a los palestinos”, señaló el comunicado. “Como sudafricanos, nos negamos a quedarnos de brazos cruzados mientras se perpetra una vez más el apartheid”, reiteraron en el comunicado.
El régimen israelí reivindicó su existencia en 1948 después de ocupar grandes extensiones de territorio palestino durante una guerra respaldada por Occidente. Ocupó más territorio, a saber, Cisjordania, incluido el Este de Quds y la Franja de Gaza, en otra guerra similar en 1967. El régimen israelí se retiró de Gaza en 2005.
Los ataques, las guerras sucesivas, el bloqueo que restringe el movimiento y el comercio nunca han impedido que los combatientes palestinos hostiguen a “Israel”.
Desde 1967, el régimen de Tel Aviv ha construido cientos de asentamientos ilegales en los territorios ocupados de Palestina e impuesto las restricciones más severas al movimiento de palestinos allí.
Sudáfrica estableció estrechos vínculos con el régimen israelí durante la era del apartheid, pero tras el colapso del sistema racista este país africano comenzó a acercarse a los palestinos.
En respuesta a los crímenes cometidos por el régimen israelí contra el pueblo de Gaza, el gobierno sudafricano decidió en 2019 reducir las relaciones diplomáticas con “Israel”. La entonces embajadora sudafricana Sisa Ngombane fue retirada de “Israel” durante cuatro meses en protesta por la matanza de palestinos por parte de “Israel” en la Franja de Gaza sitiada. “Estamos investigando los últimos informes de derechos humanos relacionados con las autoridades de ocupación israelíes”, dijo en febrero de 2022 la ministra sudafricana de Relaciones Internacionales y Cooperación, Naledi Pandor. “Esperamos que el Consejo de Ministros tome más medidas directas contra las prácticas racistas documentadas en los territorios palestinos ocupados”, agregó.
También el mes pasado, el partido gobernante Congreso Nacional Africano elogió la expulsión “alentadora” de una delegación diplomática israelí de la cumbre de la Unión Africana (UA) en Addis Abeba.
El incidente provocó la expulsión de una delegación de observadores israelíes de la cumbre de la Unión Africana en la capital etíope de la ceremonia de apertura después de que representantes de Sudáfrica y Argelia supuestamente objetaran la presencia de diplomáticos del régimen del apartheid de Tel Aviv en la reunión.
El régimen israelí mostró una dura reacción a medida de que el vídeo de la expulsión se volvió viral en las redes sociales mostrando a los guardias de seguridad acercándose a los delegados israelíes y escoltándolos fuera de la sala después de varios minutos de discusión.
El régimen israelí culpó a lo que llamó “estados extremistas como Argelia y Sudáfrica” por la decisión.
Sudáfrica rechazó las alegaciones israelíes y dijo que la Unión Africana aún no se había pronunciado sobre la solicitud de estatus de observador de “Israel”.
“Hasta que la UA decida si otorga o no el estatus de observador a “Israel” no puede permitir que el régimen se quede sentado y observe”, dijo en ese momento a Reuters Clayson Monyela, subdirector general de Diplomacia Pública del Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica.
“Así que no se trata de Sudáfrica o Argelia. Es una cuestión de principios”, agregó.
Artículo publicado originalmente en Al-manar
Foto portada: Congreso sudafricano