Una acusación de genocidio ante un tribunal en medio de un acalorado conflicto armado es excepcional.
Asimismo, la importancia del reclamo de Sudáfrica contra Israel tiene un inmenso significado cultural, diplomático, histórico y político. Israel rechazó el reclamo de Sudáfrica y prometió impugnar el caso en su contra.
Los casos judiciales internacionales como estos suelen tardar muchos años antes de que se llegue a una sentencia definitiva; sin embargo, Sudáfrica también ha solicitado medidas provisionales (una forma de mandato judicial internacional) y las audiencias preliminares se llevarán a cabo en La Haya los días 11 y 12 de enero.
Lo más probable es que a finales de enero se tome una decisión sobre la solicitud de medidas provisionales de Sudáfrica, lo que podría tener un profundo impacto en la campaña militar de Israel en Gaza.
¿Qué leyes están en cuestión?
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (Convención sobre Genocidio) de 1948 fue adoptada tras el holocausto perpetrado por el régimen nazi en la década de 1940, que provocó la muerte de seis millones de judíos.
La Convención sobre el Genocidio fue una de las respuestas más importantes de las entonces incipientes Naciones Unidas al holocausto. Su objetivo era definir claramente el genocidio, prevenir futuros genocidios y responsabilizar a los estados nacionales por el genocidio.
Hay un total de 153 partes en la Convención sobre el Genocidio, incluidos Israel y Sudáfrica, y se la considera ampliamente como uno de los pilares del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas.
Los Estados son responsables del genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, mientras que los individuos pueden ser acusados del delito de genocidio y juzgados ante la Corte Penal Internacional.
El genocidio se define en la Convención como “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso” y se extiende a:
- matar a miembros del grupo o causar daños corporales graves a miembros del grupo
- Infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física.
- imponer medidas para prevenir los nacimientos.
¿De qué se trata el caso de Sudáfrica?
El caso de Sudáfrica contra Israel en virtud de la Convención sobre Genocidio se inició el 29 de diciembre de 2023 tras la presentación de una solicitud de 84 páginas que instituía el procedimiento.
Sudáfrica ha presentado el caso basándose en el principio de que, como parte de la Convención sobre Genocidio, tiene la obligación de hacer cumplir los derechos legales que se deben a todas las personas para que no se permita el genocidio. La reclamación podría haber sido iniciada por cualquier otra parte de la convención, sin embargo, Sudáfrica ha estado expresando preocupación por el genocidio en Gaza desde el 30 de octubre.
La afirmación da un contexto histórico a la conducta de Israel en Palestina, relata los ataques terroristas de Hamas el 7 de octubre y detalla las posteriores operaciones militares de Israel en Gaza.
Se presta especial atención a las acciones y conducta de los líderes políticos y militares israelíes, especialmente a sus declaraciones sobre cómo Israel pretendía responder a los ataques de Hamas, y el alcance y escala de las operaciones militares y los objetivos militares de Israel en Gaza.
Sudáfrica luego detalla la conducta militar real de Israel durante la campaña de Gaza y las consecuencias para los civiles palestinos. Esta conducta está directamente relacionada con actos de genocidio tal como se definen en la Convención sobre el Genocidio.
El caso judicial de Sudáfrica adopta dos formas: una afirmación de que Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en Gaza y una solicitud urgente de medidas provisionales (término jurídico internacional para acelerar el proceso).
Sudáfrica ha solicitado que el tribunal ordene que los líderes políticos y militares de Israel y el ejército de Israel cesen inmediatamente cualquier actividad que constituya una campaña de genocidio en curso contra el pueblo palestino.
Sudáfrica necesitará demostrar, tanto de derecho como de hecho, que el caso es admisible, que la Corte Mundial tiene competencia para conocer de este reclamo y que la solicitud es urgente y requiere órdenes para evitar daños irreparables.
Es importante destacar que en esta etapa Sudáfrica no necesita demostrar de manera concluyente que se ha producido un genocidio. Eso viene en la fase posterior, llamada fase de Méritos. Sin embargo, Sudáfrica necesita demostrar que los palestinos enfrentan un daño irreparable y que, según los hechos, la conducta de Israel podría considerarse actos de genocidio.
Sin duda, Israel resistirá enérgicamente cualquier afirmación de que está ocurriendo un genocidio y argumentará que sus líderes políticos y militares están actuando de manera consistente con el derecho internacional en respuesta a la amenaza planteada por Hamás. Probablemente se prestará especial atención al derecho de Israel a la autodefensa tras los ataques del 7 de octubre.
¿Cómo funcionan casos como estos?
La Corte Internacional de Justicia se ha visto en medio del conflicto entre Israel y Hamas.
Sin embargo, no se le pide que desempeñe el papel del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y resuelva esa disputa. El papel de la corte, como órgano de las Naciones Unidas, es simplemente aplicar la Convención sobre Genocidio y el derecho internacional.
Sin embargo, será muy consciente de la importancia de su papel, especialmente frente a las acusaciones de un genocidio en curso. Esto se ha reflejado en la rapidez con la que se ha actuado para escuchar el caso de Sudáfrica.
Hay dos posibles resultados de la solicitud de medidas provisionales de Sudáfrica.
El tribunal podrá negarse a ordenar medidas provisionales. Puede, por ejemplo, considerar que carece de competencia y que el caso de Sudáfrica es inadmisible por motivos técnicos jurídicos, o que los hechos no respaldan las afirmaciones formuladas.
O el tribunal puede aceptar la solicitud de Sudáfrica y ordenar medidas provisionales. Cualquier medida provisional que falle contra Israel requeriría una modificación radical de las operaciones militares de Israel en Gaza.
Sin embargo, el tribunal no puede hacer cumplir sus decisiones. En 2022, por ejemplo, Rusia ignoró una orden de medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia tras su invasión de Ucrania.
*Donald Rothwell, Profesor de Derecho Internacional, Universidad Nacional de Australia
Artículo publicado originalmente en The Conversation