Las reuniones con diversos mandatarios comienzan a darle al nuevo presidente de facto, cierto respaldo y legitimidad internacional. Esto se demuestra en la reciente decisión de la Unión Europea en levantar las sanciones a Siria en materia de petróleo, gas, electricidad y transporte. También aliviaron las restricciones a la banca y extendieron indefinidamente una exención para facilitar la entrega de ayuda humanitaria.
Damasco es un territorio ideal para vías de comunicación en la región. Por lo que muchas potencias se encuentran interesadas en ocupar sus espacios como bases tácticas de operaciones.
Con respecto a su política interior, el HTS, que antes era parte del frente Al Nusra, prefiere mantenerse ambiguo. La fragilidad del gobierno aún no le permite apropiarse de algún posicionamiento que pueda desencadenar el descontento de otros grupos políticos. El reconocimiento internacional les será fundamental para consolidarse como nuevos funcionarios al poder.
Construyendo su ramaje
A pesar de no haber sido la primera visita oficial, Turquía se posiciona como el aliado favorito de la nueva Siria. El país otomano, con el que comparte una frontera de 910 km, es el principal sponsor político y de seguridad del gobierno de Sharaa. Erdogan no sólo aporta fondos, sino también un incremento en la capacidad política, militar y burocrática.
En Ankara ambos líderes compartieron sus opiniones respecto a la necesidad de luchar contra el Estado Islámico y la Unidad de Protección Popular (YPG) vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) con base en el noreste de Siria.
El YPG ha visitado a Al Sharaa con intención de llegar a un acuerdo sin recurrir a la fuerza, sin embargo ni el nuevo gobierno sirio ni el turco tienen intención de que los kurdos, a quienes consideran terroristas, logren concretar un estado separatista. Además, la Unidad de Protección Popular es financiada por Estados Unidos, a su vez aliado de Israel, estado que aparentemente es enemigo de Damasco.
Trump no permitirá que su homólogo turco se regocije entre las nuevas facilidades que le proporciona su reciente poder en Siria. Estados Unidos asegura mantener su poder en el suelo árabe, favoreciendose con los nuevos territorios ocupados durante la revolución de diciembre por el ejército israelí.
La lucha de Erdogan por otorgarle credibilidad a Siria, hace que el estado otomano comience a solicitar apoyo al Golfo. Comprende que la alianza turco-siria no podría sustentarse sin respaldo regional. El gobierno enviará funcionarios a la Península para comenzar a unir fuerzas, y además de pactar un plan de reconstrucción, se logren levantar continuar levantando las sanciones económicas a Damasco.

El mandatario sirio también encuentra favorecedor tener de aliados a los reinos del Golfo. Qatar y Arabia Saudita fueron los primeros encuentros formales de Sharaa, probablemente para no ofender a sus vecinos árabes visitando antes a Turquía.
El emir de Qatar, Tamin Bin Hamad Al Thani se reunió en Damasco, un día después de que Al Golani se proclamara presidente, el 29 de enero.
Arabia Saudita jugará un rol importante como mediador entre Siria y los demás países árabes, según discutieron en su encuentro los líderes. Además confirmó su apoyo para el levantamiento de las sanciones internacionales.
También discutieron temas de seguridad, tecnología, educación, sanidad y energía. Ambos países aseguran que reforzarán la comunicación y cooperación mutua.
Por su parte, Joseph Aoun, el designado presidente libanés mantuvo una conversación a principios de febrero con Sharaa en donde acordaron trabajar para reforzar la seguridad en la frontera compartida.
Viejos conocidos
Rusia e Irán fueron quienes se colocaron como principales países opositores al HTS previo a la revolución. Con el derrocamiento de Assad, parte de la fuerza de ambos estados disminuyó en la región del Mediterráneo.
Sin embargo, Irán permanece sin llamar demasiado la atención en la construcción de la nueva autoridad siria. Aún se encuentra conformando su posicionamiento, modificando ciertos significantes a la hora de hablar del HTS. Previo al derrocamiento del gobierno, las publicaciones oficiales iraníes se referían al grupo como “terroristas”. Luego del 8 de diciembre, comenzaron a nombrarlos como “insurgentes armados” y a realizar ciertas declaraciones críticas sobre la gestión de Assad.
Por su parte, Putin sí se ve interesado en mantener las bases mediterráneas radicadas en Hmeimim y Tartous; así lo demostró al enviar a su delegación al encuentro con Sharaa. Un día después del encuentro, se nombró a Al Golani como presidente interino.
A principios de febrero, el Viceministro de Asuntos Exteriores ruso visitó Damasco, concretando el primer acercamiento formal entre ambos países, que hace apenas unos meses atrás eran considerados aliados.
Las partes se mantienen en fricción, pero los intereses mutuos suavizan las asperezas. Moscú pide continuar teniendo el control de sus activos estratégicos, y el gobierno sirio solicitó a cambio apoyo financiero para la reconstrucción y fortalecimiento de su economía.

En la Cumbre Mundial de Gobierno, celebrada durante el mes de febrero en Dubai, el delegado sirio aseguró que las relaciones con Rusia estaban encaminadas desde un aspecto positivo, sin embargo expresó que “hay una herida abierta para el pueblo sirio y hay mucha gente que ha sufrido como resultado de la relación”. Por lo que el pivoteo de intereses sirios se vuelve cada vez más estrafalario, sin poder determinar aún cuál será su orientación en las relaciones geopolíticas que comience a desarrollar el gobierno.
Por su parte, Israel fue uno de los grandes ganadores en la enredada construcción de la nueva Siria. Durante el proceso de destitución, Tel Aviv logró reforzar y ampliar su presencia en los Altos del Golán y territorios tácticos claves. Desde Siria, Hamas, Hezbollah e Irán, obtenían comunicaciones claves para sus estrategias. Netanyahu consiguiendo mayor presencia levantina de la mano de Trump, dificulta la seguridad de los territorios vecinos.
Sin embargo, el HTS, a pesar de tener un líder cuyo nombre refiere a los Altos del Golán -Al Golani-, se mantuvo demasiado quieto. No presentó objeción alguna a los más de 500 ataques israelíes, e incluso su comandante expresó haber bloqueado su apoyo a Hezbollah, asegurando mayor invulneravibilidad a la entidad sionista.
Foto de portada: New Arab