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Siria como pieza en el tablero regional

Escrito Por Gianna Rosciolesi

Por Gianna Rosciolesi*- Damasco se mueve por los intereses de Occidente y deslegitima la autodeterminación de su pueblo permitiéndole a Israel utilizar sus tierras con fines imperialistas.

Una Siria devastada, dividida y enfrentada es el desenlace de la guerra iniciada en 2011 y finalizada en 2024 con el golpe de estado del grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS). 

La multiplicidad de ideologías y sus diferencias tan extremas entre el gobierno derrocado de Assad y el nuevo impuesto por Al Golani, permean la situación de Siria como un estado en proceso de transformación respecto a su posición regional.

El Baaz de los Assad, se aliaba con potencias mundiales como China y Rusia que le permitían continuar replicando y construyendo los ideales compartidos en su estructura social.
El HTS, descendiente de Al Qaeda, utiliza la sharia como ley rígida ante cualquier concepción distinta que se le aproxime y vincula su política con actores como Arabia Saudita, con quien comparte su wahabismo salafista, y actores que se colocan como fuertes enemigos de Rusia y China, como lo es Estados Unidos.

La ayuda de Türkiye para efectuar el proceso antidemocrático realizado por el HTS en diciembre del 2024 fue crucial. Así mismo, Ankara ha participado en la contienda armada de la última década, a través de instituciones como el Ejército Nacional Sirio (ENS), acercando al poder a grupos que pudieran concretar sus intereses. Sin embargo, para el presidente de facto sirio, Al Golani, su mirada ya no subyace en Türkiye como mayor aliado, al mismo tiempo que afloja sus intereses para satisfacer los oídos de quienes podrían ayudarle a limpiar su imagen. 

En la guerra regional

Es deber mencionar el lugar que ocupa Siria en la escalada de ofensivas que comenzó el fin de semana del 13 de junio. 
Durante la era Assad, Irán se había convertido en un fiel aliado y soporte del gobierno sirio. La unión de los países en contra de la animosidad bélica de Sadam Hussein permitió estrechar la confianza entre ambos territorios asiáticos. 
El Baaz, compartía las concepciones anti imperialistas y anti occidentales que esboza la República de Irán.

Al mismo tiempo que Teherán se conformó como aliado, Israel desató su tendencia colonialista sobre los espacios sirios, desde la Guerra de los Seis Días (1967) cuando ocupó los Altos del Golán, hasta la acaparada al sur que realizó momentos después del golpe de estado del 2024. No debemos dejar de mencionar que el nombre que utilizaba “Al Golani” refería a los Altos del Golán.

Sin embargo, en este último tiempo el estado sirio decidió satisfacer a sus nuevas amistades, y aseguró la apertura al establecimiento del diálogo con el gobierno sionista. Esto, por una sugerencia de Trump luego de prometerle a Sharaa (Al Golani) el levantamiento de las sanciones de EE.UU. respecto a Siria. 

Destrozos causados por los bombardeos de Israel en Teherán /GettyImages

Al mismo tiempo, el gobierno de Al Golani no efectúa campañas militares para desocupar las bases militares colocadas estratégicamente por la entidad de ocupación a lo largo de su país. Utiliza sus fuerzas armadas para combatir con sirios no sunitas. También, Tel Aviv realiza una campaña sucia de reconocimiento a la comunidad drusa que habita en Siria a fin de conseguir mayor hegemonía entre su población.
De esta manera, Israel asegura la presencia armada dentro de los territorios de Siria.

Luego del comienzo de los ataques de la entidad sionista a Irán, y las respuestas de Teherán, Al Sharaa declaró que “ofrecía su espacio aéreo a favor de Israel”.
Esto representa un quiebre total en la imagen de una Siria ya no antisionista, sino a favor del régimen de la ocupación, en la que intercede en auxilio de la potencia que coloniza sus tierras. 

No era de esperarse que Al Golani se pronunciara a favor del gobierno iraní, mas resulta que una fuente cercana al gobierno en el sur de Siria declaró al medio israelí Kan News que Damasco “no se opone” a la actividad israelí destinada a interceptar misiles y drones iraníes que cruzan el espacio aéreo sirio. Así mismo, aseguró que existe un nivel de coordinación en materia de seguridad entre ambos países. 

Todos quieren su porción

El derrocamiento de Assad no fue algo repentino ni gestado con rapidez: fue la culminación del proceso norteamericano de la “ruptura limpia”.
Esta doctrina de Clean Break (por sus palabras en inglés) fue impulsada en 1996 por el Pentágono hacia el gobierno israelí, el cual previamente había sentado las bases para una perspectiva de diálogo entre Tel Aviv y países árabes como Siria. 
Estados Unidos vio esta perspectiva como una ofensa al proceso imperialista que estaba llevando a cabo por medio de Israel en la regional medioriental, y se empeñó a forjar las bases de políticas de agresión hacia el Baaz sirio. 

El Clean Break fue orquestado por Bush, en conjunto con su Secretaria de Estado, Hillary Clinton y el director de la CIA, David Petraeus, quienes propusieron comenzar a armar a los sectores opositores sirios. A pesar de haber sido rechazado en ese entonces, la CIA se empeñó en llevar adelante este plan, y en 2012 el gobierno de Obama lo autorizó oficialmente. 
Washington utilizó Siria como base para exportar rebeldes armados hacia toda la región, buscando debilitar a países como China, Rusia e Irán que contaban con fuerte influencia en Damasco.

El coronel estadounidense Wilkinson, exjefe de gabinete de la Secretaría de Estado, aseguró que “La CIA querría desestabilizar a China, y esa sería la mejor manera de hacerlo: fomentar el malestar y unirse a esos uigures para expulsar a los chinos han en Pekín desde dentro en lugar de desde fuera”. Los uigures son un grupo islamista que busca la autonomía territorial a través de la violencia sectaria, y es utilizado por Occidente para empañar la imagen de Pekín.

La construcción de Al Golani también fue intencional. En un discurso en el Consejo de Asuntos Exteriores de Baltimore, el ex embajador de Estados Unidos en Siria  Robert Ford, declaró que en 2023, una organización no gubernamental británica deseaba el asesoramiento de Ford para transformar a Hayat Tahrir al-Sham (HTS) de terroristas a políticos. 

Con el golpe del 2024, Trump logró dejar en el poder a un delegado que le aseguraría la contención de estas milicias. Sharaa incorporó al estado a los grupos armados, transformándolos en el Ejército Sirio oficial. Además, Washington premia la obediencia de Al Golani levantando sus sanciones.

 

Encuentro de Sharaa con Trump en su visita a Riad, mayo 2025 /Agencia de prensa saudita-Vía Reuters

Arabia Saudita fue el primer país que Sharaa visitó luego de su autonombramiento presidencial. Esto significó una construcción de nuevas relaciones entre ambos países.

Si bien Türkiye fue uno de los principales proveedores de la revolución contra Assad, Ankara no cuenta con los recursos económicos sustanciales para socavar una reconstrucción de la institución siria. 
Riad es hoy una de las grandes potencias asiáticas, y en su rol gris de negociador con Estados Unidos y al mismo tiempo de generar sospechas sobre su unión a los BRICS, aporta una mirada positiva al gobierno de Al Golani. 
Además, el nuevo gobierno sirio utiliza la ley islámica basada en el sunismo wahabí proveniente de Arabia Saudita. Este cambio de ideología en Damasco, demuestra el poder de la estructura saudita en el occidente asiático, y reconstruye el juego de poderes e intereses.  

Foto de portada: Hussein Malla / AP

Acerca del autor

Gianna Rosciolesi

Técnica en Comunicación Social, Técnica en Relaciones Públicas y Ceremonial, Miembro de la Cátedra de Relaciones Internacionales de la Facultad de Periodismo UNLP, Integrante del equipo de Investigaciones de PIA Global.

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