El anuncio se produjo al día siguiente de enfrentamientos sectarios que dejaron decenas de muertos y después de que Israel realizara ataques aéreos en la zona.
El ministro de Defensa, Murhaf Abu Qasra, dijo en un comunicado que tras un “acuerdo con los notables y dignatarios de la ciudad, responderemos solo a las fuentes de fuego y enfrentaremos cualquier ataque de grupos fuera de la ley”.
También se impuso un toque de queda en la ciudad tras la violencia, que se extendió por toda la gobernación de Suwayda y mató al menos a 99 personas, según el monitor de guerra Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los muertos se encuentran 60 drusos, entre ellos cuatro civiles, 18 combatientes beduinos, 14 miembros de las fuerzas de seguridad y siete personas no identificadas con uniformes militares, según el Observatorio. El Ministerio de Defensa informó de 18 muertes en las fuerzas armadas.
Las facciones beduinas y drusas mantienen una disputa de larga data en Suwayda, en la que ocasionalmente estalla la violencia.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, dijeron en un comunicado conjunto que Israel había atacado para “evitar que el régimen sirio lastime” a los drusos “y para asegurar el desarme en el área adyacente a nuestras fronteras con Siria”.
Israel lanzó ataques aéreos contra Suwayda el martes después de que las fuerzas del gobierno sirio entraran en la ciudad drusa. Israel se había comprometido a proteger a la minoría drusa siria, a la que considera un posible aliado.
Los líderes espirituales drusos se habían resistido anteriormente a cualquier despliegue de tropas sirias en la ciudad sureña, pero luego instaron a los combatientes drusos a deponer las armas y permitir la entrada de las fuerzas gubernamentales.
Sin embargo, el martes por la tarde, el liderazgo político druso cambió de rumbo y el jeque Hikmat al-Hajri, que se ha opuesto firmemente al nuevo liderazgo en Damasco, dijo que las tropas sirias habían violado todos los acuerdos al continuar disparando contra los residentes.
Más temprano el martes, se observó el avance de columnas militares sirias hacia Suwayda, con artillería pesada desplegada en las inmediaciones. El Ministerio de Defensa declaró posteriormente que habían entrado en la ciudad e instó a la población a “quedarse en casa e informar sobre cualquier movimiento de grupos al margen de la ley”.
Fue la primera vez que se desplegaron fuerzas gubernamentales en Suwayda desde el derrocamiento del gobernante sirio de larga data Bashar al-Assad en diciembre y la formación de un gobierno interino bajo Ahmed al-Sharaa.
La secta religiosa drusa es un grupo minoritario que surgió en el siglo X como una rama del chiismo. En Siria, esta comunidad de 700.000 miembros reside principalmente en la provincia meridional de Suwayda y en algunos suburbios de Damasco, principalmente en Jaramana y Ashrafiyat Sahnaya, al sur.
Israel, que ha intentado presentarse como protector de los drusos en Siria y los ve como aliados potenciales, bombardeó varios tanques sirios el lunes.
“Ha habido una serie de ataques por parte de Israel, y los israelíes han dicho que cualquier movimiento de personal o equipo en el sur de Siria seguirá siendo monitoreado por el ejército israelí y [ellos] continuarán atacándolos también” comentó una fuente.
Foto de portada: Ciudad de Suwayda atacada el lunes 14 de julio / Shadi al-Dubaisi – AFP
