Nuestra América

“Si se hubiesen querido llevar adelante reformas estructurales, lo hubiesen hecho en los primeros tres años de gobierno”

Escrito Por Ana Dagorret

En entrevista con PIA Noticias, el dirigente del Partido Comunista de México Pavel Blanco apunta las similitudes entre la gestión de López Obrador y gobiernos anteriores, al tiempo que sostiene: “Este gobierno no ha seguido un rumbo a favor de los intereses populares, de la soberanía y de la independencia nacional”.

A cuatro años de iniciada la gestión de Andrés Manuel López Obrador en México existe cierto descontento entre los sectores populares que acompañaron su candidatura en 2018. Si bien es cierto que AMLO todavía conserva márgenes de popularidades muy elevados -la última encuesta Morning Consult arrojó que el 66% de los mexicanos respaldan su gestión-, la continuidad de algunas políticas y la profundización de ciertas problemáticas históricas han contribuido con el desgaste de su figura.

En diálogo con PIA Noticias, el dirigente del Partido Comunista de México Pavel Blanco explica que ese desgaste se da porque el proyecto que lleva adelante el gobierno consiste en “asegurar la estabilidad al desarrollo del capitalismo en este país”.

“Lo que vemos es que se trata de una disputa entre fuerzas de la misma clase social. Morena representando a un sector de la burguesía, el PRI, el PAN y el PRD representando a otro sector de la burguesía, pero el campesinado, la clase obrera, los pueblos originarios, las fuerzas alternativas estamos al margen totalmente de esto que sucede. No significa que no haya fuerzas vivas, si las hay pero son extraparlamentarias, no pesan en el campo de la política real”.

Según explica el dirigente, dentro de esa disputa el gobierno de López Obrador busca posicionarse como una gestión a la cual se busca sabotear desde las instituciones y la oposición política.

“El discurso de Obrador es yo digo una cosa y hago otra. Planteó que voy a hacer reformas, pero hago cosas para que estas reformas no avancen. Para nosotros este es un gobierno que le da continuidad a esa política neoliberal, pero también de absoluta demagogia. El problema de fondo es que mantiene aún una cierta hegemonía dentro de los sectores populares”.

Una de las estrategias adoptadas por la gestión para lograr un acercamiento con los sectores populares son las conferencias de prensa mañaneras, una herramienta que el dirigente del Partido Comunista considera desgastada.

“Al principio generaba cierta aprobación pero hoy la apreciación es que es siempre lo mismo: lo que sucede de negativo es responsabilidad de los gobiernos anteriores. Ya después de cuatro años es también responsabilidad de este gobierno. Hay un interés ante las incapacidades propias de responsabilizar al pasado”.

A su vez, resalta que los primeros años de gobierno fueron los más importante para llevar adelante políticas de verdadera transformación: “Si se hubiesen querido llevar adelante reformas estructurales, lo hubiese hecho en sus primeros tres años de gobierno, cuando el gobierno tenía el apoyo necesario en la Cámara. En ese momento tenía todas las facultades y todo el apoyo popular.”

Pavel Blanco se refiere también al rol de la oposición y explica que a pesar de disponer de un dispositivo mediático para desprestigiar a la figura del presidente, lo cierto es que la represión no se ejerce contra estos sectores sino contra los mismos que en el pasado.

“Es verdad que el PRI y el Pan tienen una campaña mediática contra AMLO, pero la verdad es que los mecanismos represivos en nuestro país siguen existiendo como antes, pero no se aplican contra la oposición. Se reprimen movimientos campesinos, se siguen asesinando periodistas como durante los gobiernos anteriores, y se siguen reprimiendo a esos movimientos que expresan oposición a las políticas privatizadoras, por ejemplo los estudiantes. En conferencia de prensa dicen solidarizarse y critican al PRI y al PAN, pero después aplican las mismas políticas represivas que aplicaron esos gobiernos”.

Según el dirigente, la continuidad se da también en políticas impulsadas por gobiernos anteriores pero adoptadas durante este sexenio. 

“Antes de Obrador el gobierno de Peña Nieto intentó aprobar una ley de seguridad nacional, que consistía en la militarización del país. Todos, incluído el propio López Obrador, se opusieron. Sin embargo, llegó al gobierno y lo que hizo fue militarizar el país sin oposición, creando la Guardia Nacional, que no es otra cosa que el ejército disfrazado de policía y sin comando civil”.

Una de las principales diferencias que apunta el dirigente con otras gestones es la política migratoria adoptada por el gobierno de López Obrador.

“No entendemos un gobierno que se declara humanista, que se declara defensor de la soberanía nacional, que se declara promotor de los derechos consagrados en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y que ante el chasquido de dedos de Trump va Marcelo Ebrad en nombre del gobierno de Obrador y accede a la militarización de la frontera sur para contener la ola migratoria que ni siquiera viene a México. Con este gobierno se ha dado la mayor contención de migrantes de la historia del país”.

A su vez, también destaca como continuidad la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido como NAFTA por sus siglas en inglés. 

“En 1994 cuando se firma el NAFTA, se produce una gran resistencia en el país, y quienes se presentaban como antineoliberales decían que era fundamental anular ese acuerdo. Tras 25 años de ese acuerdo, que destruyó la vida de los campesinos, a la pequeña industria mexicana y favoreció a los monopolios, cuando llega Trump hay una exigencia de parte de algunas empresas de Estados Unidos para que se renegocie ese acuerdo, que permitía el ingreso de empresas chinas que competían con las norteamericanas. La exigencia era para que se le cierre esa puerta a esas empresas chinas. AMLO no sólo aceptó la renovación del tratado de libre comercio sino también estas enmiendas planteadas por Trump”.

Pavel Blanco expone también que de todas las empresas públicas que fueron privatizadas durante gobiernos anteriores, ninguna fue recuperada por el gobierno de López Obrador. 

“Entre 1982 y 2018, el neoliberalismo privatizó 1100 empresas públicas. Ninguna fue estatizada desde que Obrador es presidente, ¿qué antineoliberalismo es ese? Más aún, los dos grandes beneficiarios de las privatizaciones, que es el grupo de Carlos Slim y el de Ricardo Salinas, ambos son empresarios muy queridos del gobierno de López Obrador”.

La llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno de México hizo surgir la idea de una nueva oleada de gobiernos progresistas en la región. Ante la falta de reformas estructurales que se ve no sólo en México sino en todos los países cuyos gobiernos son considerados progresistas, surgen cuestionamientos acerca de la naturaleza real de esos gobiernos.

Para nosotros el antiliberalismo que no sea anticapitalismo consiste en un maquillaje de un mismo sistema que es explotador. Lo que nos muestra el progresismo es que se le da continuidad al propio desarrollo del capitalismo, solo que con algunas ventajas en relación a los gobiernos neoliberales. Esto es una capacidad de contención de las masas, tanto que para citar un ejemplo, entre 2010 y 2018 la tendencia a la insumisión se aceleró, la confianza en que el gobierno de López Obrador venía a terminar con el neoliberalismo desmovilizó a las masas. Hoy el nivel de movilización popular se ha disminuido a los más bajos históricos”.

A su vez, el dirigente del Partido Comunista de México alerta acerca de la idea de unidad americana planteada por el presidente mexicano.

Él plantea una unidad latinoamericana y norteamericana al estilo Unión Europea. Nosotros pensamos que cualquier proyecto de unidad que incluya a los Estados Unidos es perjudicial para los pueblos de América, implicaría más cadenas imperialistas para nuestros pueblos. Hay que mirar bien qué se oculta detrás de esos gestos aparentemente progresistas”.

Con dos años más de gestión por delante y la imposibilidad de disputar un segundo mandato, la apuesta por la continuidad es el desafío que persigue actualmente la gestión de López Obrador en México.

“De aquí a 2024, aunque AMLO ya no cuente con el respaldo con el cual llegó a las elecciones, aun tiene el empuje para asegurar que alguien de su corriente política gane las elecciones. Tengo la sensación de que López Obrador va a pretender mantenerse como el jefe máximo de la Cuarta Transformación”.

“El asunto de fondo es cómo desde abajo vamos a hacer surgir otra alternativa política que sea capaz de disputarle al capital la necesidad de conducir este estado. Ese es un reto que tenemos los revolucionarios en México y que debemos afrontar. Este presidente vino a lavarle la cara a la política, pero los problemas reales como el desempleo, el hambre, la miseria y la corrupción continúan”.

Acerca del autor

Ana Dagorret

Periodista, colaboradora de medios populares de Argentina y Brasil y ayudante diplomada de la Cátedra de RRII de la Fac. De Periodismo y Com. Soc. De la UNLP. Desde 2018 trabaja como corresponsal en Río de Janeiro.

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