Europa Imperialismo

Sergei Glazyev: por qué se hace necesario para el pueblo ruso lograr la victoria

Por Sergei Glazyev* –
Las sanciones contra Rusia no han fortalecido, sino que, por el contrario, han socavado el dominio global de los Estados Unidos y de la Unión Europea. El resultado ha sido que el resto del mundo ha comenzado a tratar a las potencias occidentales con desconfianza y aprensión.

Trataré de explicar brevemente porqué se hace necesario para el pueblo ruso lograr la victoria.

Nuestra operación militar especial (SVO) ha puesto al descubierto un plan estratégico preparado de antemano por la élite politica y financiera de EEUU para golpear y reducir el poder de Rusia.

El plan de estadounidense incluye las siguientes etapas

  1. Desgastar las fuerzas armadas rusas con combatientes de las Fuerzas Armadas de Ucrania que actúan «reforzados» por batallones neonazis bien entrenados y controlados directamente por el Pentágono (sus oficiales han sido designados por los servicios especiales estadounidenses y británicos). Inducir a la comunidad internacional contra Rusia, haciendo acusaciones de crímenes de guerra y genocidio contra su liderazgo . Sobre esta base, confiscar los activos en moneda extranjera de Rusia e imponerle sanciones totales, causando el máximo daño posible. Esta etapa está completada.
  2. Aterrorizar a la población rusa con bombardeos en lugares fronterizos, sabotear la infraestructura militar y el transporte; desarrollar una guerra informática, golpear la conciencia pública con una avalancha de noticias falsas y propaganda a través de las llamadas “redes sociales”. Imponer, a través de sus agentes de influencia en las autoridades financieras y económicas rusas, una política económica que bloquee la movilización de recursos. Esta política incluye: deformar las tasas de interés, continuar con la exportación de capital, alentar la especulación monetaria y financiera, manipular la tasa de cambio del rublo y provocar inflación.En esta guerra económica las sanciones pueden agravarse y su papel es provocar un colapso en la producción y una disminución de los niveles de vida. Esta etapa está en pleno apogeo.
  3. Provocar estados de ánimo de protesta y acciones sociopolíticas destructivas destinadas a derrocar a las autoridades legítimas en un contexto de la caída del nivel de vida de la población. Utilizar los probados métodos de las “revoluciones de colores” , esta vez financiando por la oligarquía rusa bajo la promesa de descongelar los activos incautados en la jurisdicción estadounidense-europea. Al mismo tiempo, preparar las bases organizativas e ideológicas para acciones separatistas en las regiones. Esta etapa está en desarrollo activo.

Este plan también contempla las siguientes tareas:

Consolidar, aún más, del control estadounidense sobre la Unión Europea y los países de la OTAN. Utilizar a las fuerzas armadas de Polonia, Rumania y los estados bálticos, así como a mercenarios llegados al teatro del conflicto desde Occidente y Medio Oriente y valerse del territorio de Ucrania, para un desarrollo posterior a la guerra, en interés de la élite financiera y política de los Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.

La implementación de este plan, de hecho, tiene como objetivo destruir el mundo ruso. Los siguientes planes diseñados por el «estado profundo» para mantener el dominio estadounidense se proponen destruir Irán y bloquear económicamente a China.

Debido a las leyes objetivas del desarrollo económico global, estos planes están condenado al fracaso. Estados Unidos no podrá ganar la guerra híbrida que ha desatado para mantener su hegemonía global. La hegemonía la está perdiendo día a día ante China, un país que se está fortaleciendo rápidamente como resultado de las sanciones contra Rusia.

Washington, Londres y Bruselas jugaron sus principales bazas en un esfuerzo por infligir el máximo daño posible a Rusia: han utilizado infructuosamente su monopolio en la emisión de monedas mundiales, su imagen de estados democráticos y la creencia occidental en el «sagrado» derecho a la propiedad privada.

De esta manera y paradójicamente, han puesto a todos los países independientes frente a la necesidad de encontrar nuevos instrumentos monetarios globales, la restauración de las normas del derecho internacional y sistemas independientes de seguridad económica.

Las sanciones contra Rusia no han fortalecido, sino que, por el contrario, han socavado el dominio global de los Estados Unidos y de la Unión Europea. El resultado ha sido que el resto del mundo ha comenzado a tratar a las potencias occidentales con desconfianza y aprensión.

La guerra ha acelerado dramáticamente la transición a un nuevo orden mundial y a un cambio del centro de la economía mundial al Sudeste Asiático. Rusia necesita hacer frente a Estados Unidos y la OTAN no solo llevando a las tecnologías de la información a su conclusión lógica, sino también, debe estrechar lazos de todo tipo con la República Popular China, nación que ya es el nuevo líder de la economía mundial y el siguiente enemigo a batir por los Estados Unidos.

*Sergei Glazyev, economista ruso, ministro para la Unión Económica con Eurasia.

Artículo publicado en Observatorio de la Crisis.

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