Las tensiones entre Serbia y Kosovo han vuelto a escalar durante el último mes y aunque cada evento que provoca el aumento de tensiones tienen sus particularidades, las problemáticas de fondo siguen siendo las mismas.
El objetivo de Kosovo es expulsar por completo a la población serbia del autoproclamado territorio kosovar, por lo tanto recurren a persecusión, extorsión, asesinatos, represión, limitaciones en la vida diaria de los ciudadanos. Por otra parte, el accionar de la Fuerza de Kosovo de la OTAN (KFOR) y la reprimenda estadounidense contra el primer Ministro de Kosovo, Albin Kurti, evidencian el rol de enclave que posee Kosovo para EEUU desde el plano administrativo, político y militar.
Otros puntos que demuestran el telón de fondo de las recientes escaladas de tensiones son las presiones que el bloque occidental infringe sobre el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, debido no sólo al interés histórico de someter al pueblo serbio sino también para que acceda a negociaciones guiadas por Europa y firme acuerdos en contra de los intereses nacionales, y más reciente las presiones para que acepte imponer sanciones contra Rusia.
Por último, estas situaciones permiten a la KFOR reforzar el militarismo en los Balcanes ubicando más soldados en Kosovo, considerado la base militar privada de EEUU en la región y su protectorado estratégico.
Los eventos recientes
El 23 de abril se desarrollaron elecciones locales en cuatro municipios del norte de Kosovo: North Mitrovica, Zvečan, Leposavic y Zubin Potok. Se tratan de ciudades ubicadas en regiones dentro de Kosovo en la frontera norte con Serbia, en donde alrededor del 90% de la población es de mayoría serbia.
La decisión por parte de Pristina para llevar adelante las elecciones implicó, nuevamente, el no cumplimiento del Acuerdo de Normalización entre Kosovo y Serbia firmado en 2013. En este Acuerdo, mediado por la UE, Serbia se comprometía a ayudar a Kosovo en la integración de la parte norte del país, y por su parte, Kosovo se comprometía a crear la Asociación de Municipios Serbios. No obstante, Pristina no sólo no lo ha cumplido sino que lleva adelante acciones que van en contra de lo acordado, como las recientes elecciones.
Gran parte de la ciudadanía serbia de las ciudades llamó al boicot y la rama del Partido Progresista Serbio, KiM-Srpska, no participó en las elecciones.
A pesar del escaso casi 4% de participación electoral, los resultados otorgaron la victoria a representantes vinculados a la minoría albanesa. Y cuando el descontento de la población serbokosovar ya se encontraba alto, manifestandose hace días, la -ilegal- policía kosovar (UCK) usó la fuerza contra los manifestantes serbokosovares para permitir el acceso de los “elegidos” alcaldes a los ayuntamientos en tres municipios: Zvecan, Leposavic y Zubin Potok. Los representantes y la polícia kosovar habrían irrumpido en los edificios y colocado las banderas de Kosovo.
Los enfrentamientos comenzaron entre los ciudadanos y la UCK, pero luego se sumó la KFOR, por supuesto, es defensa de Pristina y enfrentados contra el pueblo serbio, aunque se supone que su “tarea de paz” es apaciguar a ambas partes, generar un entorno seguro y protegido entre ciudadanos. La KFOR colocó vallas y alambres en los accesos a las oficinas y se produjo una fuerte represión que incluyó gases lacrimógenos, granadas aturdidoras e incluso disparos. Como consecuencia, alrededor de 60 manifestantes resultaron hospitalizados, algunos gravemente heridos, y más de 40 soldados de la KFOR fueron heridos.
El presidente serbio puso en alerta de combate a su ejército y ordenó el despliegue de tropas cerca de la frontera. Además, Vucic decidió renunciar como lider del Partido Progresista Serbio, y propuso a su Ministro de Defensa, Milos Vucevic, como su reemplazo.
Los manifestantes serbokosovares reclaman al gobierno de Pristina la renuncia de los alcaldes albaneses, el desarrollo de nuevas elecciones, pero en especial, exigen la creación de la Asociación de Municipios Serbios en consonancia con el cumplimiento de los Acuerdos de Bruselas de 2013.
Estados Unidos reprende a Kosovo
El accionar de Washington reprendiendo a Kurti resultó llamativo, ya que generalmente apoya a Kosovo en sus polémicas decisiones. No obstante, sigue siendo una evidencia del poder que EEUU ejerce sobre Kosovo… o ¿que lo está perdiendo? ¿Kurti está aprovechando el contexto de fragilidad actual de EEUU para no someterse por completo a la voluntad y tiempos de Washington? Para responder estas preguntas sería muy interesante analizar a los distintos actores de poder estadounidenses que se encuentran operando al interior de Kosovo, e incluso de Serbia.
“Estados Unidos condena enérgicamente las acciones del gobierno de Kosovo para acceder por la fuerza a edificios municipales en el norte de Kosovo, acciones que tomó en contra de los consejos de Estados Unidos y los socios europeos de Kosovo”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en un comunicado.
“Estas acciones han aumentado las tensiones de manera aguda e innecesaria, socavando nuestros esfuerzos para ayudar a normalizar las relaciones entre Kosovo y Serbia y tendrán consecuencias para nuestras relaciones bilaterales con Kosovo. Hacemos un llamado al primer ministro Albin Kurti para que cambie de rumbo y para que todas las partes se abstengan de cualquier otra acción que inflame las tensiones y promueva el conflicto”, concluyó Blinken.
Como si no fuera suficiente la reprimenda, el embajador estadounidense en Pristina, Jeffrey Hovenier, confirmó que Washington aplicará sanciones contra Kosovo. Hovenier dijo en conferencia de prensa que la primera sanción será la cancelación de la participación de Kosovo en el ejercicio militar Defender Europa 2023 liderado por Estados Unidos. Además, Estados Unidos “cesará todos los esfuerzos para ayudar a Kosovo a obtener el reconocimiento de los estados que no han reconocido a Kosovo y en el proceso de integración en organizaciones internacionales”, detalló el embajador.
Además, EEUU junto a Francia, Italia, Alemania y Reino Unido emitieron una declaración conjunta condenando “la decisión de Kosovo de forzar el acceso a los edificios municipales en el norte de Kosovo a pesar de nuestro llamamiento a la moderación. Instamos a las autoridades de Kosovo a que den un paso atrás de inmediato y reduzcan la tensión, y que coordinen estrechamente con EULEX y KFOR”.
Podríamos suponer que, por lo menos en estos momentos, el conflicto permanente entre Serbia y Kosovo permite a EEUU/OTAN/UE mantener su presencia en Kosovo y en los Balcanes, y también sirve para presionar a Serbia.
El interés geopolítico de Estados Unidos sobre Serbia y sobre la región de los Balcanes se extiende desde hace un largo tiempo, aunque en especial podemos recordar el contexto de desintegración de Yugoslavia, es decir, de fragmentación, asesinato y reducción del pueblo.
En la entrevista realizada a Guillermo Martin Caviasca, el analista explicó que “a principios de este milenio se desata el conflicto que tiende a debilitar aún más a Serbia, a deshacerse del régimen serbio, y poder colocar una presencia definitiva, importante, militar, un protectorado en la región de la antigua Yugoslavia, en el corazón de los Balcanes”.
“Aunque parezca algo muy pequeño, la ocupación de Kosovo, la instalación de un protectorado de la OTAN en esa zona que mantenga disciplinado a un actor no disciplinado en la estrategia occidental como era Serbia, tenía como objetivo eliminar cualquier posibilidad de desarrollo como actores independientes a lo que era el antiguo espacio ruso, el antiguo espacio soviético o sus aliados”, desarrolló Caviasca.
Serbia se ha visto sometida a una serie de presiones constante a lo largo de su historia por parte del occidente colectivo para que renuncie a Kosovo y Metohia y se someta a los intereses transatlánticos, es decir, sumarse a la coalición europea sumisa y dependiente de EEUU.
Pero, rápidamente podríamos preguntarnos por qué Estados Unidos decidió (en esta coyuntura) no aumentar las tensiones en la frontera pero sí apaciguar, reprender e incluso sancionar a Kosovo si continuaba con la violencia. No es que a EEUU le interese el bienestar del pueblo serbio. ¿No le sirve a Washington una escalada de violencia en la frontera?
Por un lado podríamos pensar que en los territorios kosovar y serbios se desarrollan distintas lineas e intereses interimperiales que pueden coexistir y trabajar juntas o ‘enfrentarse’ en ciertos momentos. Lo que implicaría a un sector, más cercano a Kurti, que intenta llevar a los pueblos a un conflicto permanente o introducir presión de forma violenta provocando a Serbia a responder con más violencia; y por otro lado, un sector que aplica presión y busca someter a Serbia a través de otros mecanismos como el diplomático en relación a las negociaciones mediadas por la UE y más reciente el plan franco-alemán, y, según han denunciado cierto sector serbio, también a través de revoluciones de colores respecto a las actuales manifestaciones contra el gobierno.
Washington, a menos en el ámbito oficial, tiene un mayor interés en llevar Serbia bajo el manto de las estructuras euroatlánticas con el objetivo de separar o cortar los vínculos que el país balcánico tiene con Rusia, pero también con China. Por este motivo, EEUU y la UE respaldan negociaciones entre las partes y presionan a ambos con el cumplimiento de los acuerdos como requisito para ingresar a la UE, a Kosovo para que construya la Asociación de Municipios Serbios, y a Serbia para que reconozca a Kosovo.
Además, según el analista geopolítico Andrew Korybko, las manifestaciones contra el gobierno de Vucic (que tiene como consigna el alto a la violencia, no por lo que sucede en la frontera, sino por una serie de asesinatos masivos que están ocurriendo dentro de Serbia) son “aprovechados por Occidente para presionar a Vucic con una revolución de color con el objetivo de conseguir que acelere el ritmo de la trayectoria prooccidental de su país”.
“El embajador ruso en Serbia, Alexander Botsan-Kharchenko, consideró a finales del mes pasado que las actuales protestas antigubernamentales contra el presidente Aleksandar Vucic son «intentos de golpe de Estado en Maidan», que el líder serbobosnio Milorad Dodik acaba de secundar esta misma semana”.
No obstante, también “hay patriotas que protestan contra Vucic. Detestan la trayectoria prooccidental en la que ha metido a su país y temen que pronto sacrifique Kosovo como contrapartida a su eventual adhesión a la UE”, desarrolla el analista.
Vucic se encuentra altamente presionado por los intereses extranjeros pero también por los intereses divididos de su poblacion. El presidente serbio se resiste a los dos puntos claves que exige Washington, el reconocimiento de Kosovo y las sanciones contra Rusia, ceder ante estos puntos implicaría que su carrera política se extinguiera, pero no ceder implica no ingresar a la UE, un objetivo que la administración Vucic ha perseguido firmemente.
“Los revolucionarios de color quieren sustituirlo por un liberal globalista a ultranza, que sin duda cumplirá las órdenes de Occidente en todos los aspectos, mientras que los patriotas esperan que recalibre radicalmente sus políticas en una dirección nacionalista conservadora. Así pues, Vucic se ha encontrado en un dilema de su propia cosecha, en el que ha enfadado a ambos lados del espectro político a lo largo de su torpe «acto de equilibrio», analiza Korybko.
Por último, por supuesto que, a pesar de la reprimenda de EEUU y el traspiés en su táctica para someter a Serbia, el eje atlantista aprovechó la ocasión para militarizar aún más la región. A partir de la escalada de enfrentamientos en el norte de Kosovo, la OTAN decidió enviar alrededor de 500 miembros del servicio turco de la 65 brigada de infantería mecanizada y un batallón adicional de fuerzas de reserva aliadas también fueron puestos en alerta máxima para ser desplegado “en caso de ser necesario”. La decisión de Erdogan de enviar tropas a Kosovo luego de una elección en la que EEUU apoyó y ayudó publicamente a su opositor merece un análisis para otra ocasión.
Los balcanes son un espacio geopolítico y geoestratégico clave, comparte el mar Adriático con Italia, frontera con Grecia, se encuentra en el paso comercial que llega por mar Negro a Europa occidental y funciona como telón de contención para que Rusia no avance a Europa occidental. Y otro gran punto importante es la contención al avance de la ruta de la seda China ya que Serbia posee un sólido vínculo con la potencia asiática. EEUU/OTAN necesita mantener su base militar privada, su protectorado estratégico, bajo su control.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Banderas de Serbia y Kosovo. Foto: SHUTTERSTOCK.