«Todavía no hemos llegado a un acuerdo, pero este no es el final de la historia. Ambos líderes coincidieron en la necesidad de continuar el diálogo, las negociaciones se reanudarán en los próximos días. Por ahora hay tiempo hasta el 1 de septiembre, no me rindo», dijo Borrell tras la reunión.
El próximo 1 de septiembre entrará en vigor la prohibición de Kosovo a los documentos de identidad y las matrículas serbias, que según el alto diplomático, «se ha convertido en el tema principal de la negociación».
«Hemos observado tensiones por la cuestión de las matrículas y los documentos de entrada y salida para quienes viajan entre Kosovo y Serbia. La comunidad internacional no quiere que se reanuden las tensiones, las partes asumirán toda la responsabilidad por cualquier escalada», destacó.
Borrell explicó que «siguen existiendo diferencias entre los líderes sobre cuál debería ser el estado final de las relaciones entre Serbia y Kosovo, pero acuerdan continuar las negociaciones de manera regular en un futuro cercano para acelerar el proceso de normalización».
El 17 de agosto, el secretario general de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, anunció la disposición de la Alianza a tomar medidas, en caso de que sea necesario, para garantizar el seguro y libre desplazamiento de los vehículos por Kosovo.
El pasado 31 de julio, en el norte de Kosovo, aumentaron drásticamente las tensiones, después de que las autoridades de la provincia separatista anunciaran la prohibición de los documentos de identidad y las matrículas serbias a partir del 1 de agosto.
Pristina justificó la medida, afirmando que era simétrica a las restricciones de Belgrado, el cual no reconoce a Kosovo como Estado independiente, obliga a cambiar las matrículas kosovares y otorga documentos de identidad temporales a los portadores de papeles emitidos en la autoproclamada república.
El 1 de agosto, las autoridades kosovares dieron marcha atrás tras sostener reuniones con los representantes de Estados Unidos y la UE, y pospusieron la medida restrictiva hasta el 1 de septiembre.
Kosovo, poblado mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia unilateral, siendo reconocido por Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países miembros de la Unión Europea, pero no por Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Irán y otras naciones.
Serbia, que busca acercarse a la Unión Europea, entabló en 2011 negociaciones para normalizar las relaciones con Kosovo con la mediación de Bruselas.
Artículo publicado en Sputnik.
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