La India fue el primer país en responder con ayuda humanitaria y equipos de rescate, un gesto que no solo alivió la emergencia, sino que también reavivó vínculos históricos que se habían enfriado en los últimos meses entre los dos países vecinos del sur de Asia.
El jefe del gobierno interino de Bangladesh, Muhammad Yunus, elogió públicamente la rápida respuesta de Nueva Delhi y destacó que los equipos indios “han venido no sólo con sus habilidades, sino con sus corazones”.
Estas palabras, más que un acto de cortesía diplomática, parecen indicar una recalibración del enfoque político de Daca hacia su vecino occidental, reconociendo la importancia geoestratégica de mantener canales de cooperación con el gobierno de Narendra Modi.
Un gesto más allá del humanitarismo
Aunque la intervención india fue enmarcada como un acto solidario ante una tragedia, su significado político no pasó desapercibido. La asistencia inmediata con personal médico, rescatistas y recursos logísticos reflejó una capacidad de proyección regional eficiente por parte de India, y a su vez, una apertura por parte de Bangladesh a recibir ese respaldo sin condiciones visibles, lo que contrasta con recientes roces diplomáticos.
Durante meses, las relaciones entre ambos países se vieron tensas por cuestiones comerciales, fronterizas, y la percepción de que India estaba priorizando sus alianzas con potencias mayores del Indo-Pacífico, restando atención a sus vínculos históricos con Daca.
Sin embargo, el agradecimiento abierto de Yunus y la calidez del mensaje hacia Nueva Delhi han generado optimismo sobre un posible deshielo, y quizás incluso un retorno a la lógica de cooperación bilateral que marcó otras etapas pasadas.
Bangladesh entre potencias: equilibrio o alineamiento
En los últimos años, Bangladesh ha intentado mantener un delicado equilibrio entre China, Estados Unidos e India, en el marco de un escenario geopolítico cada vez más competitivo en Asia.
Mientras China ha invertido fuertemente en infraestructura bangladesí, y Washington busca estrechar lazos comerciales y de seguridad, India sigue siendo el socio natural en términos culturales, lingüísticos, históricos y geográficos.
El acercamiento visible tras la tragedia aérea podría ser una señal de realineamiento de Daca hacia su vecino indio, especialmente en un contexto donde la región experimenta múltiples tensiones y donde India refuerza su rol como potencia regional bajo el liderazgo nacionalista de Narendra Modi.
Aunque es prematuro hablar de una nueva era en las relaciones indo-bangladesíes, el tono del gobierno interino de Bangladesh sugiere una voluntad de reconstruir puentes con India en un momento donde la estabilidad regional y la cooperación práctica pesan más que las diferencias políticas.
El desarrollo de la diplomacia multifacetica de la India ha demostrado que a pesar de sus contradicciones puede influir en un claro posicionamiento regional que puede lograr mover las balanzas para lograr beneficios a su país y mantener su posicionamiento regional.
*Foto de la portada: ANI

