Un comando integrado por expertos en ataques acústicos se desplaza por la noche en varios vehículos por la 5ta Avenida de Miramar de La Habana cargando toneladas de voluminosos equipos que instalarán en los alrededores de las residencias de diplomáticos estadounidenses para hacerles imposible una vida normal tras los mareos y desarreglos neurológicos que provocan las ondas de baja frecuencia acústica que reciben, emitidas desde dichos equipos.
El grupo puede estar formado por norcoreanos, rusos y cubanos. Miembros de una célula extremista que tomó forma en los órganos de inteligencia de sus respectivos países y actúan por cuenta propia para hostigar a los estadounidenses en cualquier parte del mundo.
La narración parece la inspiración de un guion clase D de la peor propaganda anti comunista de la guerra fría. Pero desgraciadamente no es así. Es una de las matrices que estimula la actual campaña mediática llevada adelante por los principales órganos de EEUU sobre los daños auditivos y neurológicos que han sufrido más de 20 diplomáticos estadounidenses de su embajada en La Habana, al parecer desde noviembre de 2016.
Además, alrededor de 5 diplomáticos canadienses y sus familiares, según declara su gobierno, han sufrido síntomas parecidos; aunque declaran que los funcionarios cubanos no son sospechosos por estos ataques y que han estado cooperando en la investigación.
Cuba desde el inicio colaboró y dió todas las facilidades por la vía diplomática a la investigación del Departamento de Estado y el FBI sobre la problemática, mientras en ese contexto, el paado 23 de mayo, el Departamento de Estado resolvió que dos diplomáticos cubanos abandonaran el territorio de los EEUU. Ello motivó una protesta del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano por esta injustificada e infundada decisión.
En relación a este incidente, senadores de la extrema derecha cubano americana ya exigen el cierre de la sede estadounidense en La Habana y la expulsión de los diplomáticos cubanos radicados en EEUU, una vieja aspiración de ese sector desde el arribo del presidente Trump a la Casa Blanca para demoler todos los procesos de normalización entre los dos países iniciados por la anterior administración del presidente Barack Obama.
Y al parecer sus intenciones avanzan. El secretario de Estado Rex Tillerson, en declaraciones a la cadena CBS del pasado domingo 17 de septiembre dijo que la Casa Blanca está sopesando cerrar su embajada en La Habana, después de una serie de inexplicables incidentes que han dañado la salud de los funcionarios norteamericanos y agregó que «El tema está en evaluación» y el cierre de la sede diplomática «está bajo revisión», afirmó.
Mientras estas noticias y otras que alimentan el huracán de mentiras contra Cuba, el 15 de septiembre se divulgó un cable de la AP donde quedó en evidencia la campaña difamatoria. De ser cierto, el gobierno de EEUU le debe por lo menos una disculpa a La Habana.
El 15 de septiembre la AP publicó:
PENETRACIÓN DEL MAR AFECTA EQUIPOS LRAD EXITENTES EN LA EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS EN LA HABANA <http://www.ap.org/> Por JOSH LEDERMAN, MICHAEL WEISSENSTEIN y ROB GILLIES
Associated Press, 15 de septiembre de 2017:
Un funcionario de la NASA, que pidió no ser identificado, informó que la agencia estaba preparando una demanda contra la American Technology Corporation, fabricante de los equipos LRAD-RX que utilizan en la Habana para comunicarse con sus agentes.
La demanda está fundamentada principalmente en la afectación auditiva que dichos equipos han causado a un grupo de funcionarios y familiares de los mismos. Según el funcionario de la NASA, los equipos fueron adquiridos hace menos de un año, los funcionarios de la American Technology Corporation entrenaron a los que se encargarían de utilizar estos ,pero en momento alguno dijeron que dichos equipos podían causar problemas auditivos.
La demanda incluye la compensación económica por los daños recibidos a los que operaron los equipos y los familiares afectados y los perjuicios operativos sufridos debido a no poder operar los mismos, a pesar de la garantías ofrecidas por el fabricante.
En cuanto se conocieron de los problemas auditivos de los operadores, la NASA ordenó no continuar utilizando el LRAD-RX pero esto implicó un cambio inmediato en los medios de comunicación con la agentura, lo cual requirió el gasto de dinero en la utilización de otras vías, que no estaba en su presupuesto.
El problema se ha complicado por la penetración del mar en la Embajada estadounidense en la Habana, debido al huracán Irma, ya que una parte del equipamiento quedó bajo las aguas del mar y aunque se había planificado el viaje a Cuba de un número de técnicos y especialistas para verificar las condiciones de los equipos, ahora se considera el viaje no tiene sentido.
En estos momentos se limitó el acceso del público a la Embajada para desmontar los equipos y envíalos a Estados Unidos para que, si es posible, sean revisados”
De paso el despacho evidencia que la sede estadounidense fue preparada con tecnología de punta para las comunicaciones con sus presuntos espías en la Isla, al parecer con la misma tecnología LRAD.
No sería la primera vez de que en su moderno edificio de Malecón la CIA actualice su fisgoneo electrónico y comunicaciones de espionaje en la Isla. En el proceso de reacondicionamiento del inmueble para la apertura de la Oficina de Intereses en 1977, abierta de acuerdo a los acuerdos entre ambos países, instalaron novísimas tecnologías para la época que recibía el tiro directo de las comunicaciones de sus espías provistos de plantas ultra secretas, solo que los supuestos informantes eran en realidad dobles agentes de la contrainteligencia cubana.
De seguir la senda que revela el despacho probablemente entonces, la CIA tendría que desembolsar el pago por daños profesionales a buena parte de los funcionarios afectados revelados indirectamente como espías.
Tampoco se descarta una operación llamada de Tercera Bandera o Bandera Falsa, realizada por los propios servicios estadounidenses para provocar el deterioro de las relaciones entre ambos países (ver http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/08/12/cuba-operacion-de-bandera-falsa-de-la-cia-contra-embajada-usa-en-la-habana/)
De todas formas hay que esperar el resultado final de esta historia. De la cual lo que nunca podrá ponerse en tela de juicio es la ética y la verdad de Cuba ratificada en la mencionada declaración del MINREX desde donde se declaró: “El Ministerio enfatiza categóricamente que Cuba jamás ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción. Asimismo, reitera la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento de esta situación.”