El Canciller alemán, Olaf Scholz, aterrizó en Shanghai para proseguir su visita de tres días a China, acompañado por tres de sus ministros -Medio Ambiente, Agricultura y Transportes-, así como por destacados dirigentes empresariales alemanes, como los jefes de grandes compañías como Siemens, BMW y Mercedes-Benz.
Esta es la segunda visita de Scholz a China desde que asumió el cargo de canciller y el primer dirigente de un gran país occidental que visita China en 2024. El viaje ha atraído gran atención de los medios de comunicación mundiales.
Los medios alemanes señalaron: «Como primer ministro, nunca ha visitado un país durante tanto tiempo». Los medios de Hong Kong citaron comentarios de expertos según los cuales el viaje de Scholz demuestra que «tanto Alemania como la UE quieren comprender la verdadera situación de la economía china».
Según informó el 14 de abril el medio de comunicación en lengua inglesa de Hong Kong South China Morning Post, el Canciller alemán Scholz llegó el domingo a Chongqing, ciudad del suroeste de China, para la primera etapa de una visita de tres días a China.
En Chongqing, Scholz visitó primero la empresa Bosch Hydrogen Power Systems (Chongqing) Co., Ltd., financiada por Alemania, y observó los productos de energía de hidrógeno y las soluciones de pilas de combustible de hidrógeno desarrolladas y producidas por la empresa. La noticia señala que Chongqing y la vecina provincia de Sichuan han desarrollado vigorosamente este sector en los últimos años.
Pang Zhongying, profesor de economía política internacional en la Universidad de Sichuan, cree que el viaje de Scholz demuestra que «tanto Alemania como la UE quieren comprender la verdadera situación de la economía china».
Pang Zhongying afirmó que la visita de Scholz podría ayudar a las empresas alemanas a seguir desarrollando sus actividades en China, especialmente en el sector de los vehículos de nueva energía. «El suroeste de China solía ser una región económicamente subdesarrollada, pero ahora se ha convertido en un nuevo centro de crecimiento económico», según informó el chino Guancha.
Según un artículo del diario alemán «Bild» del 13 de abril, como Primer Ministro Scholz nunca había visitado un país durante tanto tiempo. Su viaje versa sobre el futuro, la economía, el empleo y el crecimiento en Alemania. Le acompañaban en el viaje los más importantes líderes empresariales de Alemania.
Los medios de comunicación alemanes también afirmaron que, aunque al Gobierno y a las empresas alemanas les gusta hablar de «querer reducir la excesiva dependencia de un solo país», la realidad es que la inversión directa de las empresas alemanas en China alcanzará su punto máximo en 2023. En sus relaciones con China, Scholz ha recibido presiones de Estados Unidos, Francia, la Comisión Europea y los Verdes para que adopte medidas más duras contra China. En sus relaciones con China, Scholz se ha visto presionado por Estados Unidos, Francia, la Comisión Europea y el Partido Verde para que tome medidas más duras contra China. Pero, por otro lado, la economía alemana espera que el Canciller sea lo suficientemente inteligente como para negociar buenas condiciones para las empresas alemanas.
Según The Wall Street Journal, la tibia recuperación económica, la preocupación por Rusia y la posibilidad de que Trump gane las elecciones estadounidenses están acercando a Europa y China.
La versión europea del sitio web estadounidense «Politico» afirma que Scholz necesita a China. A poco más de un año de las próximas elecciones nacionales, a los dirigentes de la potencia económica europea se les acaba el tiempo para obrar milagros que inviertan la desastrosa posición de su Gobierno entre la opinión pública alemana.
Desde un punto de vista, la visita de Scholz representa una vuelta a la normalidad en las relaciones bilaterales, caracterizadas por intensos intercambios a todos los niveles. Sin embargo, la atención mediática y las múltiples interpretaciones también ponen de manifiesto las incertidumbres y ambigüedades de la opinión pública europea respecto a China.
En particular, en Alemania existen expectativas contradictorias sobre la posición que se adoptará en cuestiones delicadas como el conflicto entre Rusia y Ucrania, el estrecho de Taiwán y los «derechos humanos».
No obstante, la necesidad de una cooperación práctica entre China y Alemania tiene prioridad sobre las voces discordantes.
A este respecto, el Global Times señala que Alemania ha sido el mayor socio comercial de China en Europa durante 49 años, mientras que China ha sido el mayor socio global de Alemania durante ocho años. En 2023, las inversiones alemanas en China alcanzaron un máximo histórico.
A pesar de la competencia en algunos ámbitos, a menudo subrayada por los medios de comunicación occidentales, existe un amplio margen para la cooperación racional y pragmática entre China y Alemania. Ambas partes tienen la sabiduría y la capacidad necesarias para encontrar soluciones a problemas controvertidos.
La visita de Scholz coincide con el décimo aniversario de la asociación estratégica integral entre China y Alemania. La importancia de esta interacción entre las dos mayores economías es innegable, no sólo para las relaciones bilaterales, sino también para las existentes entre China y Europa.
En conclusión, la visita de Scholz subraya la importancia del diálogo y la comunicación, incluso en tiempos de dificultades y cambios. El respeto mutuo y la cooperación pragmática deben seguir guiando el desarrollo de las relaciones entre China y Alemania, concluye el diario chino.
Artículo publicado originalmente en lAntidiplomatico.
Foto de portada: extrída de lAntidiplomático.