El PSC ha logrado imponerse en votos. Pero no se pasará página, tal y como deseaba el candidato socialista Salvador Illa. El bloque independentista ha logrado la mayoría absoluta del Parlament de Catalunya, que se sitúa en 68 escaños (ERC ha obtenido 33 representantes, Junts per Catalunya 32, CUP 9). Vox irrumpe en la institución catalana con 11 parlamentarios, a costa de un Ciutadans que también se hunde en Catalunya (de 36 escaños pasa a seis; la mayoría se los lleva el PSC, que recupera el cinturón industrial que en 2017 idolatró a Inés Arrimadas). La abstención, como en las elecciones vascas, gallegas y portuguesas, ha sido protagonista de la jornada (46%).
La CUP vuelve a recuperar casi los diez escaños que obtuvo en su irrupción en 2015 (en 2017 se quedaron en cuatro, hoy se sitúan en 9) con su programa electoral anticapitalista, aunque su voto previsiblemente investirá a un Govern de una Esquerra cada vez más amiga de lo concertado y de un Junts cada vez más aparentemente cercano de lo social, pero que juntos no han revertido recortes ni privatizaciones y que parecen condenados a entenderse. Esta vez con ERC como líder y Junts de segundo timonel de a bordo. En Comú Podem aguanta en Catalunya, manteniendo sus ocho escaños con una candidata fruto del consenso de Ada Colau. El PP sigue hundiéndose, ahora con tres escaños, frente a los cuatro de 2017.
“Resucitar el eje nacional”, “tras diez años de procesismo”, han sido los habituales análisis que compraban el relato de que el independentismo catalán nació de repente y, por tanto, se iba a evaporar tan rápido como llegó, supuestamente tras los recortes de la anterior crisis económica y la corrupción de CiU. Sin embargo, la única vez que un partido estatal ha presidido la Generalitat fue entre 2003 y 2010, con el carismático Pasqual Maragall (PSC) y su sucesor Jose Montilla, y gracias al famoso tripartit formado por el PSC, el ERC de Josep Lluís Carod-Rovira e Iniciativa per Catalunya Verds.
Pero la suma para la reedición de un partido de izquierdas entre formaciones que comparten visiones territoriales diferentes e incluso opuestas es improbable en 2021 (como una coalición entre PSC, ERC, CUP y Comuns) tras los vetos cruzados mostrados en campaña electoral motivados por la activación del artículo 155. Otro hipotético Gobierno entre ERC, CUP y Comuns solo alcanzaría a 50 escaños. A este respecto, la candidata de En Comú Podem, Jéssica Albiach, ha indicado que llamará a Illa y Aragonés para solicitar el fin de los vetos cruzados y que pacten un tripartito de izquierda entre los tres, sin la CUP. “La mayoría de los votantes no toleran el desbarajuste de ERC y Junts”, sostiene.
La candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs, ha explicado en su comparecencia en la noche electoral que ya había llamado a Pere Aragonés (ERC) y Dolors Sabater (CUP) para emplazarles a hablar de un pacto de Gobierno. Juntos sumarían 74 escaños, seis más de los necesarios para obtener la mayoría absoluta. El candidato de Esquerra Republicana de Catalunya, Pere Aragonés, se ha presentado ante la prensa como un líder y se ha mostrado dispuesto a hablar —a escuchar, más bien ha sido su predisposición—. En TV3 ha resumido que el independentismo ha superado el 50% de los votos y que el mensaje para Madrid es bien sencillo: “Si no querían caldo, aquí tienen dos tazas”.
La llave para ese Gobierno independentista, una vez más, la tiene la CUP. Dolors Sabater, consciente de ello, ha asegurado que “haremos un emplazamiento claro a todos los políticos con los que podemos hablar —ERC, Junts y En Comú, ha apostillado— para comprometernos en los grandes consensos, que en las votaciones se ven persistentes en dos aspectos: reivindicar el derecho a la autodeterminación y que haya un cambio hacia la izquierda, con un Gobierno al servicio de la gente, en vez de a las élites”.
La investidura de Illa
“Creemos que esta noche ha habido un cambio en Catalunya y que ha llegado para quedarse. Llevamos diez años de gobiernos independentistas y creemos que podemos conseguir un Gobierno del cambio”, ha afirmado por su parte la portavoz del PSC Eva Granados en TV3, en una comparecencia previa a la de Salvador Illa. Granados ha insistido en que el candidato socialista se presentará a una investidura al haberse erigido como primera formación en votos, aunque solo cuenta con el apoyo de En Comú Podem.
Miquel Iceta ha presentado a Salvador Illa en el atril del PSC de Barcelona. Iceta ha destacado que gracias a Illa “hemos vuelto a ser el primer partido de Catalunya, no lo conseguíamos desde los tiempos de Pasqual Maragall, hemos conseguido ganar en votos y empatar en escaños, lo nunca visto, la victoria de Salvador Illa subraya el acierto de la política del PSC y la apuesta por el diálogo del presidente Pedro Sánchez, son ellos los que nos han traído hoy aquí”.
“El cambio a Catalunya ha llegado y es imparable, hay un sentimiento de reencuentro amplio en Catalunya”, ha sentenciado Salvador Illa, quien ha vuelto a decir que se presentará en la investidura.
La portavoz de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, ha destacado que esta será la legislatura con más presencia independentista de la historia del Parlament, que es necesario que Junts y ERC se entiendan y que “si el independentismo era un suflé, no para de crecer”.
El candidato de Ciutadans, Carlos Carrizosa, ha felicitado a Salvador Illa en su comparecencia y ha reconocido que no han sabido movilizar a sus electores. El candidato del PP, Alejandro Fernández, ha asumido que “ha sido una mala noche”. Àngels Chacón, la candidata de PDeCAT, la representante de los herederos más neoliberales de Convergència i Unió no ha logrado un solo escaño. En su campaña había contado con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco y había criticado reiteradamente a la CUP, sobre todo en materia de vivienda.
Fuente: El Salto