El enviado de la ONU debe proporcionar una ambiente serio y constructivo para hacer avanzar el proceso de paz y lograr su único objetivo, que es permitir que el pueblo saharaui ejerza su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.
El representante saharaui en la ONU, Dr. Sidi Mohamed Omar, explicó recientemente en una entrevista que lo que se requiere del nuevo enviado del Secretario General de Naciones Unidas es reactivar el Proceso de Paz auspiciado por Naciones Unidas y no ceder al chantaje marroquí. Señaló que el Frente Polisario aseguró que el único acuerdo que es aceptable para ambas partes es el Plan de Arreglo conjunto de las Naciones Unidas y la organización de la Unión Africana.
Es un plan aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad en sus resoluciones 658/1990 y 690/1991, según las cuales el Consejo de Seguridad estableció la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum de Autodeterminación MINURSO.
Ante todos estos acontecimientos, y la firmeza del pueblo saharaui para ejercer de su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia, sin restricciones militares ni civiles, De Mistura, en un primer paso, debe poner en marcha los mecanismos necesarios para el pleno cumplimiento del mandato para el que se estableció la misión MINURSO.
El enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan De Mistura, inicia hoy en Marruecos su primera gira por la región en medio de la tensión por la guerra en el Sáhara Occidental.
Hoy aterriza en Marruecos, el nuevo enviado de la ONU para el Sáhara Occidental inicia una gira que incluye Marruecos y la República Saharaui, además de los países vecinos Argelia y Mauritania, en medio de la escalada de tensión entre Marruecos y el Frente Polisario tras la reanudación de la lucha armada en el Sáhara Occidental.
En este contexto, cabe señalar que tanto Argelia como el Frente Polisario nunca se han comprometido a formar parte de la llamada «mesa redonda» sobre el Sáhara Occidental. Argelia rechazó oficialmente participar en la llamada fórmula de la mesa redonda.
Incluso, Argelia ya había dado instrucciones a su embajador permanente en Nueva York para que informe de esta posición del gobierno argelino al presidente del Consejo de Seguridad, pidiéndole que distribuya una nota verbal sobre la cuestión a todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Como es bien sabido, de Mistura asumió sus funciones como enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas a principios de noviembre de 2021. Hoy, 12 de enero de 2022 inicia su primera visita a la región donde se reunirá a parte de las dos partes en conflicto, el Frente Polisario y Marruecos, también viajará a Argel y Mauritania.
Entre los retos más importantes, la postura de inacción que el Consejo de Seguridad lleva mucho tiempo adoptando respecto al conflicto del Sáhara Occidental en general, y las circunstancias recientes en particular, una postura negativa que se refleja claramente en el contenido de la reciente Resolución del Consejo de Seguridad No. 2602 adoptada el 28 de octubre de 2021. A pesar de la gravedad de la situación sobre el terreno, el Frente Polisario en su momento dijo que esa resolución del Consejo de Seguridad «no dictó ninguna medida práctica para garantizar la implementación de las tareas de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum de Autodeterminación (MINURSO).
Otro de estos desafíos inmediatos es la persistencia de la potencia ocupante en su intransigencia y negación de sus obligaciones internacionales, y su falta de voluntad política real para participar de forma seria en el proceso de paz bajo los auspicios de las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental, un tercer desafío que aguarda a De Mistura. La prueba de la intransigencia del régimen marroquí es lo que pronunció el Rey de Marruecos, el pasado mes de noviembre, lo que llamamos la Marcha Negra, que, como todo el mundo sabe, es la marcha por la que el ocupante invadió el territorio del Sáhara Occidental en 1975.
Marruecos sigue llevando a cabo una política de huida hacia adelante, y su insistencia en la política de imponer por la fuerza la realidad colonial en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
De Mistura tendrá que lidiar con estos tres elementos relacionados con los acontecimientos sobre el terreno y la postura de «espectador pasivo» del Consejo de Seguridad hacia la política de imponer un hecho consumado por la fuerza por parte del régimen marroquí.
El enviado de la ONU debe proporcionar una ambiente serio y constructivo para hacer avanzar el proceso de paz y lograr su único objetivo, que es permitir que el pueblo saharaui ejerza su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.
El representante saharaui en la ONU, Dr. Sidi Mohamed Omar, explicó recientemente en una entrevista que lo que se requiere del nuevo enviado del Secretario General de Naciones Unidas es reactivar el Proceso de Paz auspiciado por Naciones Unidas y no ceder al chantaje marroquí. Señaló que el Frente Polisario aseguró que el único acuerdo que es aceptable para ambas partes es el Plan de Arreglo conjunto de las Naciones Unidas y la organización de la Unión Africana.
Es un plan aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad en sus resoluciones 658/1990 y 690/1991, según las cuales el Consejo de Seguridad estableció la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum de Autodeterminación MINURSO.
Ante todos estos acontecimientos, y la firmeza del pueblo saharaui para ejercer de su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia, sin restricciones militares ni civiles, De Mistura, en un primer paso, debe poner en marcha los mecanismos necesarios para el pleno cumplimiento del mandato para el que se estableció la misión MINURSO.
El enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan De Mistura, inicia hoy en Marruecos su primera gira por la región en medio de la tensión por la guerra en el Sáhara Occidental.
Hoy aterriza en Marruecos, el nuevo enviado de la ONU para el Sáhara Occidental inicia una gira que incluye Marruecos y la República Saharaui, además de los países vecinos Argelia y Mauritania, en medio de la escalada de tensión entre Marruecos y el Frente Polisario tras la reanudación de la lucha armada en el Sáhara Occidental.
En este contexto, cabe señalar que tanto Argelia como el Frente Polisario nunca se han comprometido a formar parte de la llamada «mesa redonda» sobre el Sáhara Occidental. Argelia rechazó oficialmente participar en la llamada fórmula de la mesa redonda.
Incluso, Argelia ya había dado instrucciones a su embajador permanente en Nueva York para que informe de esta posición del gobierno argelino al presidente del Consejo de Seguridad, pidiéndole que distribuya una nota verbal sobre la cuestión a todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Artículo publicado en ECSAHARAUI, editado por el equipo de PIA Global