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Reunión Wang Yi – Marco Rubio evidencia el límite de la presión estadounidense

Por PIA Global*- El canciller chino Wang Yi y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, sostuvieron su primera reunión cara a cara

Por primera vez, el diálogo directo reemplazó —aunque sea momentáneamente— la retórica belicista que Washington venía impulsando como eje de su política hacia Pekín. Pero, lejos de ser un gesto de buena voluntad, la reunión fue una clara evidencia: Estados Unidos no puede doblegar a China ni con sanciones, ni con bloqueos, ni con amenazas militares.

Pese al tono agresivo que ha dominado el discurso de Washington en los últimos años, la propia necesidad de este encuentro demuestra que EE.UU. reconoce sus límites ante una China consolidada como actor global.

El ministro Wang Yi no dejó pasar la oportunidad para dejar en claro que las relaciones solo podrán avanzar si se basan en respeto mutuo, igualdad y beneficios compartidos. Una señal directa a una administración que aún intenta imponer condiciones unilaterales en un mundo que ya no responde a la hegemonía del pasado.

Según el comunicado oficial de la Cancillería china, las conversaciones fueron “positivas, pragmáticas y constructivas”, lo que evidencia un tono diferente al de las amenazas y sanciones que Estados Unidos ha utilizado como principal herramienta de presión en los últimos años.

La reunión entre Wang y Rubio se da en un contexto donde Washington ha fracasado en su intento de aislar a China en Asia-Pacífico, y comienza a notar que la política de cercos militares y guerras comerciales no ha logrado debilitar al gigante asiático.

Por el contrario, China ha consolidado su influencia en el Sudeste Asiático, África y América Latina, desafiando abiertamente el dominio estadounidense.

Mientras EE.UU. intenta imponer nuevas restricciones en el sudeste asiático para frenar la llegada de tecnología avanzada a China, el diálogo con Wang Yi refleja un reconocimiento tácito de que ni las sanciones ni los bloqueos han dado los resultados esperados.

Estados Unidos no puede con China por la fuerza, y la diplomacia vuelve a aparecer como único camino posible, aunque ya no en condiciones de superioridad. Wang Yi dejó claro que la época del vasallaje terminó.

Si Washington quiere mantener el diálogo abierto, deberá aceptar un nuevo orden internacional multipolar, respetuoso y equilibrado, en el que China no se subordina, sino que marca los tiempos.

*Foto de la portada: Mandel Ngan / Pool/AFP

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