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¿Qué estrategias está usando el gobierno israelí para la usurpación de Palestina?

Escrito Por Gianna Rosciolesi

Por Gianna Rosciolesi*- La hambruna, la creación de un “campo de concentración” en Gaza y la colonización de Cisjordania son las armas más recientes del ejército de ocupación.

A pesar de diversas especulaciones, un alto fuego se ve lejano en Gaza. Las partes han intentado cerrar acuerdos durante las últimas semanas en Doha pero la falta de seriedad del gobierno israelí a la hora de enviar representantes que tengan la potestad de decidir sobre las condiciones de la tregua ha atrasado el proceso. 

Así mismo, tanto Hamas como Israel se mantienen firmes en la delimitación de los territorios que aceptarán cada uno, lo que detuvo por el momento las negociaciones.

Sin embargo, el nuevo mapa que propone el primer ministro israelí para “Medio Oriente” necesita las zonas levantinas liberadas de guerra y grupos de resistencia. Por ello, comenzará a llevar adelante otras tácticas que puedan dar final a la guerra como tal, para concretar su plan de exterminio y dominación sobre el pueblo palestino. 

El hambre

El estado israelí mantiene controles en la Franja de Gaza desde hace al menos 17 años. Desde ese entonces a hoy, la estrategia del control de alimentos, insumos médicos, tecnologías, así como la entrada y salida de las personas, ha formado parte de la retórica de su ocupación. Sin embargo, desde el asedio comenzado en 2023, y principalmente, desde marzo hasta la fecha, el bloqueo total de suministros se ha transformado en una de sus armas más poderosas.

Utilizar el hambre como herramienta de guerra ha sido una táctica proveniente de la Antigua Roma, cuando el Imperio derrotó a Cartago en la Tercera Guerra Púnica (146 a.C). Esta técnica se ha repetido en otras ocasiones históricas, como el genocidio indígena llevado adelante por George Washington para despoblar de originarias las tierras norteamericanas. Por estos antecedentes, en 2002 el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional declaró que “hacer padecer hambre intencionalmente a civiles como método de guerra privándolos de bienes indispensables para su supervivencia, incluido el impedimento voluntario del suministro de socorro previsto en los Convenios de Ginebra”. No obstante, la entidad sionista elige desacatar este precepto (al igual que otros tantos).

El Ministerio de Salud de Gaza informó que para el mes de julio de 2025, son 60.000 las infancias que sufren de desnutrición, tanto por la falta de insumos alimenticios como por la imposibilidad de acceso a vacunas. Así mismo, la lactancia se ve afectada por la desnutrición de las mismas madres lactantes, quienes además no pueden suplementar con leche de fórmula por la escasez de la misma y la suba constante de los precios de los pocos mercados que continúan existiendo. 

Para calmar las aguas de los observadores mundiales, el gobierno israelí junto al estadounidense crearon la empresa “Fundación Humanitaria en Gaza” (GHF en inglés) con la cual no sólo proveen de míseras cantidades de comida a quienes logran llegar a los puestos de repartición, sino que utilizan esos centros como punto de exterminio. 

Los gazatíes que se dirigen hacia los comedores del GHF perciben el riesgo de ser asesinados por el ejército israelí. La Fundación es otra arma de guerra para convocar a los palestinos a su propia muerte.

Además, Israel insiste en que los palestinos saquean los almacenes de comida. En primer lugar, si lo hacen, claramente es por una cuestión vital, dado que lo que buscan obtener son alimentos, un bien del cual prescinden hace meses. ¿No hacían lo mismo nuestros héroes de Malvinas cuando el ejército argentino los mataba de hambre y frío?

En segundo lugar, los mismos medios occidentales han asegurado que el grupo rebelde vinculado a los saqueos responde a una facción de la DAESH (ISIS) bajo protección del mismo ejército judío.
Quien dirige estos atracos es Yasser Abu Shabab, un reconocido líder yihadista que mantiene vínculos con las fuerzas sionistas, las cuales no desarrollan ninguna operación para detener los hurtos de los alimentos.  

“Campo de concentración”

Antes, y principalmente durante la Segunda Guerra Mundial, el mundo concibió el concepto de los campos de concentración. Un espacio delimitado y cerrado donde se controlaban a quienes se oponían al régimen nazi. 

El primero se estableció en 1933 y dentro de ellos se obligaba a los detenidos a realizar trabajos forzosos. Se calcula que entre 800.000 y 1.000.000 de judíos fueron asesinados en ghettos, en campos de trabajo y en campos de concentración, según datos del Museo del Holocausto.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, los miembros creadores de la ONU, como forma de redención por no haber sido capaces de detener el sistemático genocidio nazi, ofrecieron al pueblo judío europeo las tierras de Palestina que en ese momento estaban bajo el mandato británico. Sin embargo, por no prever el exterminio del pueblo palestino en sus propias tierras, los países vinculantes aún no demostraron intención de redimirse. 

A pesar de la historia que utilizan como justificación para la concentración de judíos en los tierras palestinas, el gobierno israelí eligió retomar la retórica nazista para con el pueblo gazatí.
Israel Katz, el Ministro de Defensa israelí, exhibió un plan de traslado a los residentes de Gaza a un campamento a la región sur, en Rafah, próxima a Egipto. Allí los gazatíes no podrían salir sin permiso de las autoridades israelíes.

Los mapas del despliegue de las FDI a distancias de entre 400 y 1.100 metros, pero sobre el terreno es aún mayor.

Esta idea tiene como objetivo vaciar de originarios la Franja de Gaza a fin de anexar los territorios con asentamientos e instituciones israelíes que restrinjan el retorno de los árabes filisteos. 

Katz llamó a este plan “ciudad humanitaria”, pero el ex primer ministro israelí Ehud Olmert, lo llamó “campo de concentración” en una entrevista con el medio The Guardian.

Esta afirmación sugiere que el desplazamiento forzoso de la población, declarado “limpieza étnica” por el derecho internacional, no podrá llevar adelante un proceso de normalización de la vida de las personas que vivan Rafah, sino que será una nueva arma de exterminio y genocidio. Así lo afirman abogados y expertos israelíes dedicados a los derechos humanos. 

Ejército de colonos en Cisjordania 

La entidad sionista creó la “Unidad de Primera Respuesta”, un grupo armado formado por colonos israelíes radicados en Cisjordania quienes fueron entrenados y dotados de armamento para generar disturbios y expulsar a los residentes palestinos. 

Esta idea fue concebida por el Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, para militarizar los asentamientos judíos en la zona este de los territorios ocupados. El Ministro expuso que el “empoderamiento de los colonos es uno de los ejes de su agenda política”.

Esta Unidad está formada por más de 100 colonos ilegales y las autoridades judías lo justificaron como “una respuesta de emergencia rápida y eficaz”. Sin embargo, los pobladores ilegales ya llevan unos 2.153 ataques en lo que va del año, solo que ahora están institucionalizados. 

Palestinos cruzando la parte aún abierta del muro de Cisjordania, en Yata / Edward Kaprov

Acerca del autor

Gianna Rosciolesi

Técnica en Comunicación Social, Técnica en Relaciones Públicas y Ceremonial, Miembro de la Cátedra de Relaciones Internacionales de la Facultad de Periodismo UNLP, Integrante del equipo de Investigaciones de PIA Global.

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