La semana pasada se conoció el ataque a los gasoductos más importantes de Europa, el Nord Stream y el Nord Stream II. Justo cuando se anunció la realización de los referéndums en las regiones de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporozhye; justo cuando aumentó el descontento y las movilizaciones por las consecuencias económicas en Europa a causa de las sanciones contra Rusia; justo cuando se inauguró el gasoducto Baltic Pipe; justo cuando se acerca el invierno más crudo para Europa y se agudizan las múltiples crisis, las promesas estadounidenses de acabar con el Nord Stream se cumplieron.
Durante pocos días se anunció la baja de presión del gas, las tres o cuatro fugas, el sabotaje, las acusaciones, la contaminación, la pérdida de dinero, los daños económicos, los beneficiarios, los perdedores, las rivalidades internas en la Comunidad Europea, la estabilización de la presión en las tuberías dañadas, los informes de la investigación sueca y la investigación del Servicio Federal de Seguridad de Rusia que denomina el ataque como terrorismo internacional…
Aunque se trate de un atentado directo contra la infraestructura, los ataques contra el Nord Stream, especialmente el Nord Stream II, no son nuevos. Desde hace años que la administración estadounidense buscó sin éxito detener la construcción y luego la habilitación del gasoducto.
Impusieron sanciones a los barcos, a los contratistas y a las empresas que prestan los servicios de seguros y certificación; extorsionaron, chantajearon y amenazaron a los gobiernos alemán y ruso; incluso detuvieron su construcción aproximadamente durante un año debido a la oposición de organismos de la Unión Europea, de países como Polonia, Letonia, Lituania, Estonia y Ucrania; y utilizaron la guerra informativa para establecer uno de los principales significados que, a duras penas, sigue funcionando hoy: “Rusia utiliza el gas como arma, todo es culpa de Rusia, todo es culpa de Putin”.
Es importante dejar en claro que el proyecto Nord Stream no incluye a EEUU, ni a su lobby energético. El proyecto Nord Stream implica que Alemania, principal centro desde donde se reparte el gas al resto de los países europeos, comercie exclusivamente con Rusia. Esto fastidia a todo ese lobby energético que busca promover y comerciar el gas licuado estadounidense en Europa, es decir hacerse con el negocio energético. Pero principalmente fastidia al eje que busca impedir el desarrollo del proyecto euroasiático.
Mientras surgen diversas teorías y análisis, mientras avanzan las investigaciones y acusaciones, hay hechos que sí están claros ahora mismo:
- Europa sufrió un duro golpe en una de las principales mega infraestructuras de transporte de gas natural que le aseguraba un suministro estable de energía frente a la crisis energética y desarrollo de políticas verdes y un posible camino hacia la autonomía estratégica y construcción junto al proyecto euroasiático. Lejos de buscar una solución que responda a sus intereses estratégicos y a las necesidades de sus pueblos, la UE aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia.
- Alemania se hundirá cada vez más en la crisis, cualquier solución viable no es inmediata e incluye endeudamiento, movilización social, incertidumbre económica, gran inflación, recesión, despidos, empresas en quiebra, fuga de empresas a otros países, aumento del costo de vida y una enorme pérdida de bienestar. ¿A quiénes sirve el hundimiento de la locomotora europea?
- Alemania, el motor económico y potencia europea ya no podrá negociar directamente con Rusia y se verá obligada a negociar con Polonia, República Checa o Ucrania. Pero especialmente, Alemania termina de condenarse a ser súbdito de EEUU, y junto a esta potencia, la Unión Europea también se condena a no poder constituirse como el actor geopolítico internacional de relevancia que tanto exclamó Úrsula Von der Leyen.
- Si suponemos que las acusaciones que apuntan a EEUU, Reino Unido y la OTAN como los principales autores del atentado (con la dudosa participación de Polonia o Dinamarca) son ciertas, entonces, como bien señala el analista internacional, Pepe Escobar, “podemos estar ante el caso que un miembro de la UE/OTAN esté implicado en un acto de sabotaje contra la economía número uno de Europa; la economía alemana. Eso es un casus belli”.
El Nord Stream tiene como objetivo llevar el gas ruso directo a Alemania, evitando el intermedio de países como Polonia y Ucrania. Fuente: El Orden Mundial.
- Toman cada vez más relevancia geopolítica países y regiones que se encuentran en actual contradicción con las instituciones europeas, como Italia desde donde se ingresa gas proveniente de Argelia y donde acaba de ganar Fratelli d’Italia liderada por la euroescéptica Giorgia Meloni; o Polonia, país al que le dedicaremos un punto completo; o Grecia, desde donde ingresa el gas proveniente de Irán y Azerbaiyán, atravesando Türkiye, con quien mantiene una escalada de tensiones en el Mar Egeo y en Chipre, pero tanto Grecia como Türkiye son miembros de la OTAN.
Países de las regiones como África o el Área Árabe Islámica comienzan a fortalecer vínculos con el proyecto multipolar.
Argelia y Noruega también cobran relevancia como proveedores de gas natural a Europa desde el norte y del sur, y esto pone en agenda puntos importantes de las distintas relaciones que tienen estos países con la Comunidad Europea.
- De la misma manera que el complejo industrial militar de EEUU se favorece día a día con la guerra en Ucrania, el lobby energético estadounidense también sale victorioso de la desgracia europea.
De acuerdo a la Energy Information Administration (EIA), “Estados Unidos se convirtió en el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL) durante el primer semestre de 2022, según datos de CEDIGAZ. Las exportaciones de GNL de EEUU continuaron creciendo por tres razones: una mayor capacidad de exportación de GNL, mayores precios internacionales del gas natural y del GNL y una mayor demanda mundial, particularmente en Europa. Las importaciones de GNL en la UE y el Reino Unido aumentaron un 63% durante la primera mitad de 2022 a un promedio de 14,8 Bcf/d. La mayoría de las exportaciones de GNL de EEUU se dirigieron a la UE y el Reino Unido durante los primeros cinco meses de este año, lo que representa el 64%, o 7,3 Bcf/d, de las exportaciones totales de GNL de EEUU”.
- Polonia en situación de ventaja. Fue el ex canciller polaco y hoy miembro del Parlamento Europeo, Radoslaw Sikorski, quien agradeció a EEUU por haber saboteado los gasoductos Nord Stream 1 y 2 a través de un tweet que luego eliminó.
Desde hace un tiempo Polonia viene trabajando en posicionarse como líder regional en Europa del este.
En este sentido, la guerra en Ucrania y el discurso de “la amenaza rusa” sirvió al gobierno polaco: a pausar en cierta medida las diferencias y tensiones con los líderes europeos; a adquirir nuevo armamento militar y apoyo como actor importante en el desarrollo geopolítico de la región; a enfrentarse a Alemania, a quien en su última provocación pidió una indemnización de 1,35 billones de euros a Alemania como reparación histórica por II Guerra Mundial, también acusó al gobierno alemán de egoístas responsabilizándolo por el aumento de los precios de la energía; a ofrecerse como base militar nuclear para EEUU: “Polonia está abierta a albergar armas nucleares y ha discutido la idea con Estados Unidos, dijo el presidente Andrzej Duda; a ser la “voz líder” del grupo de los Tres Mares como eje europeo fuertemente atlantista y que desafía a la burocracia de Europa occidental.
Hace una semana se inauguró el “Baltic Pipe”, el nuevo gasoducto para transportar gas desde Noruega a través de Dinamarca hasta Polonia y los países vecinos. El Baltic Pipe suministrará gas en Europa Central y Oriental y en los Estados Bálticos al abrir una nueva ruta de importación desde el Mar del Norte hasta la UE. Es decir, posicionará a Polonia en un punto geoestratégico clave para la región.
- Dedico este punto a dejar una reflexión del analista geopolítico estadounidense Andrew Korybko, quien expone a la OTAN como un “tigre de papel”, ya que suponiendo que la versión estadounidense sea cierta, y el Kremlin destruyó infraestructura “parcialmente propiedad de la OTAN con impunidad”, entonces ¿por qué no se invocó el famoso artículo 5 del Tratado Atlántico?
PERO, el ataque al Nord Stream no implica sólo cortar la principal ruta de suministro de gas de Rusia a Europa, agudizar las múltiples crisis europeas, imponer el lobby energético estadounidense y destruir cualquier intento de autonomía europea, principalmente significa despedazar el proyecto de la Gran Eurasia. Impedir cualquier desarrollo de rutas económicas entre Asia y Europa, especialmente entre Alemania-Rusia-China.
“Ya no hay restricciones en el terrorismo contra los Pipeline (gasoductos)” explica Escobar, y también advierte que “la acción siempre genera una reacción: a partir de ahora, también podría sucederle “cosas divertidas” a los oleoductos de EEUU y el Reino Unido en aguas internacionales”.
Türkiye y Rusia están en alerta por la seguridad de las otras rutas que suministran gas a Europa sin pasar por Ucrania y Polonia. El Blue Stream y el Turk Stream atraviesan el Mar Negro para abastecer de gas a Türkiye y al sur de Europa.
Según United World International, “la interrupción de los gasoductos podría provocar un colapso en Hungría y en los Balcanes, sobre todo en Serbia, destruyendo la independencia de los regímenes húngaro y serbio, que no apoyan la política conjunta de los gobiernos europeo y estadounidense de prolongar la guerra entre Ucrania y Rusia.
La interrupción de los oleoductos también podría causar un enorme daño económico a Türkiye, que antes de las elecciones del próximo año podría tener un impacto crítico en la capacidad del presidente para mantenerse en el poder. Así, Occidente podría golpear la economía turca y provocar el caos para llevar al poder a una oposición prooccidental”.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: EFE.
