Al menos un muerto y 227 lesionados es el saldo de las numerosas protestas en Francia, donde unas 282 mil personas salieron a las calles para protestar contra el alza en el precio de los combustibles, anunciada por el gobierno galo, según un balance oficial.
De acuerdo con los datos del Ministerio del Interior (Gobernación), seis de los heridos se encuentran en estado grave. La persona fallecida fue una mujer que fue atropellada en la oriental región de Saboya, en el marco de una de las manifestaciones que bloquearon las carreteras de todo el país.
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Según el balance publicado a última hora de este sábado, más de dos mil concentraciones se celebraron en toda Francia y 117 personas fueron detenidas en los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
En París, los manifestantes del movimiento bautizado como los “chalecos amarillos”, llegaron a bloquear la Avenida de los Campos Elíseos y cercaron el Palacio presidencial del Elíseo.
Por toda Francia se registraron más de 400 bloqueos de carreteras para protestar contra el aumento gubernamental de los impuestos a los combustibles.
Los manifestantes, que no fueron convocados ni por partidos políticos ni por sindicatos, sino espontáneamente a través de las redes sociales, invadieron carreteras de toda Francia, en especial de ciudades como Burdeos (suroeste), Caen (norte) y París.
Las protestas estuvieron marcadas por numerosos incidentes violentos entre los manifestantes y las fuerzas del orden.
El motivo de la protesta es la política energética del presidente Emmanuel Macron, caracterizada por las fuertes alzas a los impuestos de los combustibles, que ha provocado un aumento del litro de gasolina sin plomo de 95 octanos a dos euros (2.12 dólares) en algunas gasolinerías de toda Francia.
Según varias encuestas, tres de cada cuatro franceses están de acuerdo con las manifestaciones celebradas este sábado.
La iniciativa popular, bautizada como la protesta de los “chalecos amarillos”, inquietó al gobierno del presidente Macron, quien atraviesa por su momento más bajo de popularidad desde que comenzó su administración en mayo del año pasado.
El gobierno ha anunciado esta semana varias ayudas para las familias de menos recursos, pero esa medida no ha calmado la cólera de los automovilistas.
La derecha y la ultraderecha francesa, que lidera la excandidata a la Presidencia, Marine Le Pen, dieron su apoyo al movimiento surgido espontáneamente tras ser convocado en redes sociales y que se ha expandido por toda Francia.
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