La dependencia y el gobierno capitalino advirtieron que no se debe adquirir este producto de manera ilícita, ya que los cilindros fueron robados.
El Procurador Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield, alertó a la población de México sobre el mercado negro de oxígeno medicinal que se ha generado a raíz de la emergencia sanitaria por Covid-19.
“Por muy desesperados que podamos estar en un cierto momento, no hagamos caso a las ofertas que vemos en las redes sociales, porque alimentamos un mercado negro, son cilindros robados, son cilindros de uso industrial que no sirven para respirar con ellos, sirven para que funcione un soplete; están tirando su dinero o muy probablemente ni les entreguen nada.
“Hay un tema muy delicado en un mercado negro que se ha venido generando en redes sociales, y abusos y fraudes en cuanto a concentradores de oxígeno y tanques de oxígeno, por eso estamos trabajando de la mano con la Policía Cibernética, y estamos –que es de la Guardia Nacional– y estamos trabajando de la mano con las plataformas sociales, en particular con Facebook y con todas las plataformas de comercio electrónico”, explicó en videoconferencia de prensa, en compañía de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Explicó que en Facebook han bajado más de 100 páginas de comercio electrónico que estaban defraudando a los consumidores, especulando, abusando en los precios, y también 700 perfiles, mientras que esta semana buscan sacar de las redes a mil más.
Esto se suma a la campaña “Devuelve tu tanque. Por amor a la vida” (#DevuelveTuTanque #PorAmorALaVida).
El titular del IMSS, Zoé Robledo, afirmó que un tanque de oxígeno disponible para un paciente que está por superar la enfermedad, puede ayudar a la liberación de una cama.
“En ese sentido, cada tanque con el que se puede derivar a un paciente a su casa en esta pre-alta, significa una cama más de hospitalización para que el paciente que inicia la enfermedad y que puede tener un cuadro mucho más grave que el que le está terminando y quien se está recuperando”, agregó.
FUENTE: El Heraldo de México