Este domingo se realizó el primer debate entre candidatos a la presidencia de Brasil. Allí participaron el ex presidente Lula Da Silva (PT), el actual mandatario y aspirante a la reelección Jair Bolsonaro (PL) junto con los candidatos Ciro Gomes (PDT), Simone Tabet (MDB), Filipe D’Ávila (Novo) y Soraya Thronicke (União Brasil).
El primer encuentro cara a cara entre los candidatos tuvo una repercusión por debajo de lo esperado. Según informó la emisora Band News, que organizó y transmitió el debate, el pico de audiencia registró 14.8 puntos, menos de lo que midieron las entrevistas organizadas por la emisora O Globo durante la semana anterior, donde participaron Bolsonaro, Lula, Ciro Gomes y Simone Tabet, que llegó a alcanzar un promedio de 30 puntos de rating en horario central, lo cual equivale a cerca de 2,5 millones de hogares.
Líder en las encuestas de opinión de voto, Lula utilizó su participación para reivindicar las medidas adoptadas durante sus dos mandatos como presidente. Por el lado del actual presidente, su participación estuvo marcada por la agresividad contra una de las periodistas que le dirigió una pregunta así como también hacia la senadora y candidata a presidenta Simone Tabet.
El debate comenzó sin sobresaltos, con el actual mandatario indagando al ex presidente Lula sobre los casos de corrupción denunciados durante sus ocho años de gobierno. Sin entrar en detalles, Lula repasó los mecanismos de combate a la corrupción elaborados en su gestión al tiempo que resaltó los logros obtenidos en otras áreas como educación. A su vez, cuestionó la utilización de un decreto por parte del actual gobierno para impedir investigaciones sobre supuestos casos de corrupción durante la actual gestión.
El ida y vuelta entre los candidatos se desarrollaba con total normalidad hasta que llegó el momento de responder preguntas de los periodistas presentes en el estudio. Consultado por Vera Magalhaes, columnista de O Globo, sobre la reducción de los índices de vacunación durante su mandato, Bolsonaro evitó responder al tiempo que agredió a la periodista diciéndole que representaba “una vergüenza para el periodismo”.
Lejos de pasar desapercibido, el hecho produjo inmensa conmoción en redes sociales, con varias muestras de solidaridad en defensa de la periodista agredida. Lo que hasta el momento parecía ser un buen desempeño de Bolsonaro, a quien se lo veía sólido para responder a los cuestionamientos, terminó derivando en una situación por demás desfavorable para el actual presidente, quien no sólo no logró mostrar cuáles fueron los logros de su gobierno sino que pasó a ser cuestionado por sus reiterados maltratos a las mujeres.
La situación resultó en un problema serio para la campaña del actual mandatario, quien ya había amenazado con no comparecer al debate y terminó aceptando por una cuestión de estrategia. Es que el índice de rechazo más alto de Bolsonaro se ubica entre el electorado femenino, donde alcanza un 60%, motivo por el cual la presencia de la primera dama es considerada fundamental por los estrategas para revertir esa tendencia.
Con el exabrupto protagonizado por el presidente y el centro del debate llevado a la situación de las mujeres en el país, tanto analistas independientes como asesores de Bolsonaro entienden que el saldo del debate fue negativo para el candidato a la reelección. Al momento, se especula con la posibilidad de que Bolsonaro desista de participar en los próximos debates debido al peligro que podrían significar para la campaña eventuales agresiones que sin duda desde la oposición se buscaría provocar.
Por el lado del ex presidente Lula, se trató de una participación sin demasiados destaques, con un claro foco en mantener un discurso conciliador que sea capaz de cautivar a los indecisos. Además de repasar las conquistas de sus dos mandatos, Lula reforzó su intención de “hacer más” en caso de ser elegido para un tercer mandato, algo que el resto de los candidatos apuntó como falta de un proyecto concreto.
Las actuaciones más destacables de la jornada estuvieron a cargo del candidato del PDT Ciro Gomes, quien busca posicionarse como la tercera opción más viable entre los dos extremos representados por Lula y Bolsonaro, a quienes atacó a lo largo de sus intervenciones. Gomes llegó a decir que la situación que atraviesa el país con Bolsonaro es producto de la división alimentada durante los años del Partido de los Trabajadores en el gobierno, situación que prometió remediar en caso de ser electo para disputar la segunda vuelta electoral.
La senadora y actual candidata Simone Tabet también logró un buen desempeño al posicionarse como feminista y al defender a la periodista agredida por el presidente. Posteriormente, Tabet también fue agredida por Bolsonaro al cuestionarlo acerca de la constante agresividad contra las mujeres, a lo cual el presidente respondió llamando la situación de “victimismo”.
A menos de 45 días para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, el primero de los debates entre candidatos dejó un saldo negativo para el actual presidente, quien canceló una entrevista este lunes con la radio Jovem Pan y evalúa no participar de los próximos debates. Con poco tiempo por delante y corriendo en desventaja, Bolsonaro buscará reconstruir su imagen para seducir al electorado femenino mientras Lula continúa su recorrido por el país para consolidar su liderazgo en la carrera electoral.