De esta manera quedó sin efecto la invitación extendida hace un tiempo al bloque de dicho organismo para que enviara una misión de observación para las próximas elecciones presidenciales.
La medida esta basada en el principio que invoca el ejercicio de su soberanía, atendiendo al incalculable daño económico que se ha ocasionado al pueblo con las sanciones, afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad, especialmente los niños y ancianos.
Las sanciones son un método utilizado con fines destituyentes por los centros del poder imperial, destinadas a generar una reacción de malestar social ante el impedimento para acceder a medicinas y alimentos, afectando también a la educación, el deporte, la economía, la adquisición de materias primas e insumos necesarios para el transporte y la industria nacional, limitando además las posibilidades de desarrollo de la democracia al afectar las garantías que el gobierno debe ofrecer a sus gobernados para gozar de los servicios y derechos consagrados en la constitución.
La pérdida de 125.000 millones de dólares causados por este tipo de medidas, muestran la trama criminal que encierran las políticas colonialistas que pretenden subyugar por hambre a los gobiernos elegidos por el pueblo, que no responden a los intereses y políticas imperialistas.
Lo más loable desde la Unión Europea seria propiciar el levantamiento de todo tipo de sanciones coercitivas impuestas al gobierno y pueblo de Venezuela y dejar atrás las posiciones hostiles que llevan a cabo para justificar estas y otras acciones injerencistas contra el Estado venezolano.
Cabe recordar que en anteriores elecciones han sido expulsados miembros de la Unión Europea, después de las elecciones del 21 de noviembre del 2021 y en otra oportunidad cuando el Gobierno de Venezuela tuvo que actuar contra el portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui, por hacer declaraciones sobre las elecciones legislativas que se celebraban el domingo 26 de septiembre de 2010.
Miembros de las derechas camuflados de observadores o acompañantes, que en realidad llegan al país caribeño con la soberbia colonialista a cuestas, a tomar examen o a buscar cualquier motivo para impugnar los comicios como lo hicieran los miembros de la OEA irresponsablemente en su momento en Bolivia exacerbando las contradicciones que culminaron en un Golpe Militar contra Evo Morales.
De esta manera y ante la posición agresiva de dicho bloque europeo, que pretende ser verdugo y juez de la democracia participativa y protagónica venezolana, el gobierno bolivariano haciendo una profunda reflexión ante la actitud histórica de injerencismo desplegado por muchos miembros de esa delegación y ante el reforzamiento de las injustas y arbitrarias medidas antipopulares expresados en el paquete de sanciones, declina la invitación para la participación de los mismos poniendo por delante la convicción de que al pueblo y al gobierno venezolano se los respeta.
Por otra parte, se les da la bienvenida a quienes, con espíritu constructivo, acuden con solidaridad y responsabilidad a tal invitación, como los representantes de partidos y movimientos sociales comprometidos con la verdad, medios de comunicación independientes, o instituciones serias como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, el Caricom, la Unión Interamericana de Organismos Electorales, el Panel de Expertos de la ONU, la Unión Africana, el Centro Carter, el Consejo de Expertos de Latinoamérica o el Observatorio del Pensamiento Estratégico de la Integración Regional.
Oscar Rotundo* Analista político internacional, editor de PIA Global
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