¿Cómo llegamos hasta aquí? “No son 30 pesos, son 30 años”
En octubre de 2019, el Ministerio de Transporte anunció un aumento de 30 pesos en el valor pasaje del metro[2]de Santiago. Esto despertó una ola masiva de protestas estudiantiles, que fue respondida con una represión atroz. El presidente Piñera declaró estado de Emergencia justificando la presencia de militares en la calle diciendo que «Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite”. Las manifestaciones y subsiguientes represiones policiales y militares dejaron un saldo de más de 30 muertes y de 8.000 arrestados. Además de algunas anécdotas inolvidables como el llamado de la Primera Dama a “abandonar algunos privilegios” ante una manifestación de más de 3 millones de personas (la más grande de la historia de Chile).
Si bien la protesta tenía múltiples causas y múltiples reclamos, una de las demandas centrales era la de la sanción de una nueva Constitución Nacional. Recordemos que la Constitución vigente es la misma que había sido redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet, aunque sí tuvo varias reformas, incluyendo una bastante importante en 2005.
En noviembre se llegó a un acuerdo entre el gobierno y la oposición para convocar a una Asamblea Constituyente y redactar una nueva Carta Magna. Esta vez redactada y sancionada en Democracia. Tras una elección en la que se aprobó mayoritariamente el inicio de un proceso Constituyente[3], en 2021 se hizo otra elección donde se elegirían los Constituyentes encargados de redactar la Nueva Constitución. Estas elecciones, con una participación electoral de menos del 50%, dieron la victoria a listas con candidatos progresistas e independientes, en general sin amplia experiencia previa en política nacional. El recuerdo del estallido social y el hartazgo con la clase política tradicional todavía estaba presente en el electorado.
Durante más de un año, esta Convención se dedicó a escribir el texto de la nueva Constitución. Esta tenía un carácter plurinacional, incorporando autonomía a las distintas regiones, e incorporaba derechos sociales al propio texto[4]. Esa intención quedaba evidenciada en el Artículo 1°: “Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico”
En octubre de 2022, se votó el Plebiscito que decidiría la aprobación o el rechazo de este proyecto de Constitución. A diferencia de las elecciones anteriores, esta contaba con el voto obligatorio. Lo cual se tradujo en una mayor participación: 85%. En este caso, ganó el rechazo con el 62% de los votos.
Esto implica una repetición del proceso: Elecciones constituyentes, redacción de nueva Constitución, plebiscito de aprobación o rechazo de la misma.
Pero en esta segunda ocasión, las elecciones Constituyentes dieron por ganadoras a listas de derecha tradicional y de nuevas derechas como el Partido Republicano de José Antonio Kast.
Conformación del Consejo Constitucional de 2023. Se pasó de un modelo símil Cámara de Diputados con 155 constituyentes a uno símil Cámara de Senadores con 51. Siendo el Partido Republicano + la alianza Chile Seguro listas de derecha, esta se asegura más del 50% de las bancas
El 17 de diciembre se vota si se aprueba o rechaza este segundo proyecto de Constitución. Cuyo texto refleja la composición de la cámara que lo compuso.
El texto
Lo curioso del texto constitucional que se votará el 17 es que fue compuesto por una Cámara que en su mayoría no tenía demasiado interés en un cambio de Constitución. Por lo tanto, no es muy diferente de la Constitución vigente en Chile.
Este es el primer artículo de la Constitución vigente: “Artículo 1° Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad». Ahora comparemos con los primeros dos artículos del proyecto a votarse:
- “La dignidad humana es inviolable y la base del derecho y la justicia. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Su respeto y garantía es el primer deber de la comunidad política y de su forma jurídica de organización».
- «La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Es deber del Estado y la sociedad dar protección a las familias y propender a su fortalecimiento”.
¿No hay muchas diferencias no? Afuera quedan las posturas plurinacionales, interculturales, regionales y sociales. Todo esto genera una inversión de las intenciones de la campaña. Si en el primer proyecto el oficialismo y los sectores progresistas empujaron la aprobación y, la oposición y sectores conservadores el rechazo, en esta ocasión los roles están invertidos.
En este sentido, la votación es una situación «win-win» para los sectores conservadores y para el Partido Republicano de José Antonio Kast. Si gana el apruebo, se aprueba una Constitución hecha a su medida, incluso más restrictiva que la constitución vigente. En caso de ganar el rechazo (lo que marcarían las encuestas) quedaría definitivamente interrumpido el proceso constitucional comenzado en 2020, dejando de manera indefinida la actual Carta Magna. El objetivo primordial de los sectores conservadores. En cualquiera de ambos casos estos sectores quedan bien posicionados para las elecciones presidenciales de 2025.
Conclusión
¿Cómo se pasó de una composición de Consejo Constituyente a otra radicalmente diferente? ¿Cómo un proyecto de cambio fue reemplazado por uno de conservadurismo?
Una variable clave es el voto obligatorio, pero decir que es el único factor sería subestimar la voluntad de la ciudadanía chilena, y la influencia de los grupos de poder.
Corresponde a los sectores de la izquierda chilena reflexionar sobre cuáles fueron los errores que llevaron de un proceso esperanzador a un estancamiento y retroceso.
En cuanto a Latinoamérica, con cualquiera de los resultados de las elecciones, Chile quedaría más cercanamente posicionado con el nuevo eje de derecha que está surgiendo en Argentina, Ecuador y Perú.
Nicolás Schteimberg* es licenciado en Ciencia Política, integrante del espacio «El Patio Trasero» y del área económica del ISEPCI.
Este artículo fue publicado originalmente en el portal isepci.org.ar
Referencias:
[1] La respuesta es 7: Elecciones constitucionales constituyentes en dos ocasiones (2021, 2023), Presidenciales en una ocasión (2021), Plebiscitos Constitucionales en tres ocasiones (2020, 2022, 2023) y Comunales en una ocasión (2021). 7 elecciones en 4 años.
[2] Lo que en Buenos Aires se llama Subte.
[3] Ganó el apruebo con 78% de los votos, pero sobre una participación d 50% del electorado.
[4] No me detengo demasiado en la primera propuesta de Constitución justamente porque no fue aprobada.