Después de haber dilatado su proclamación generando incertidumbre y angustia a los millones de votantes que habían optado por la candidatura de Perú Libre para cambiar los destinos del país, la justica electoral de Perú proclamo a la formula Castillo-Boluarte como la triunfadora en la segunda vuelta electoral.
Este bicentenario de la independencia de la nación andina, toma notoriedad pues con la asunción del maestro Pedro Castillo se abre la posibilidad para una refundación del país de la mano de un proceso constituyente que tendrá como protagonista al pueblo, como bien lo señalara en su primer discurso como mandatario, tras la toma de mando en el Hemiciclo del Congreso.
“Es cierto que la Constitución de 1993 no contempla la figura de una Asamblea Constituyente, ni la elaboración de una Nueva Constitución; tampoco contempla la atribución del presidente de la República para convocar a un referéndum constituyente. Sólo menciona la posibilidad la reforma parcial o total de la Constitución, por parte del Congreso. ¿Quiere ello decir que el Pueblo Peruano está condenado a seguir prisionero de esa Constitución por el resto de sus días? ¿A pesar que la mayoría de quienes votaron en las recientes elecciones, y que hoy tienen menos de 46 años, no participaron políticamente en la aprobación de dicha Constitución? La respuesta, sin duda, es que no. El poder constituyente originario emana del pueblo y no de los gobernantes ni de las autoridades. El Tribunal Constitucional señaló, hace algunos años, que este poder debe ser ejercido exclusivamente por el pueblo, mediante un referéndum constituyente”.
“Es por ello que anuncio que presentaremos ante el Congreso, respetando escrupulosamente el procedimiento de reforma constitucional previsto en el artículo 206º de la Constitución vigente, un proyecto de ley para reformarla; que, tras ser analizado y debatido por el Parlamento, esperamos que pueda ser aprobado y luego sometido a ratificación en referéndum popular”.
“…la Asamblea Constituyente será elegida por el pueblo exclusivamente para dedicarse a elaborar, en un plazo predeterminado, un proyecto de Constitución, producto del debate político y acuerdo pluralista, que será sometido a referéndum. Cumplido este encargo, deberá disolverse”. Añadiendo “La Asamblea Constituyente del Bicentenario debe ser plurinacional, popular y con paridad de género. Su composición tiene que incluir, al lado de candidatos propuestos por las organizaciones políticas inscritas, a porcentajes de candidatos provenientes de los pueblos indígenas, nativos y originarios; del pueblo afroperuano; de candidaturas independientes provenientes de los gremios de organizaciones populares y de la sociedad civil. Genuinamente representativa de todo el Pueblo Peruano”.
Con esta herramienta, no sólo se consolida la democracia, sino también el proyecto político al servicio del pueblo generando la discusión sobre la construcción de país de una manera distinta a la que lo planteara la burguesía en procesos anteriores afianzando la premisa expresada en el discurso que analizamos, “Esta vez un gobierno del pueblo ha llegado para gobernar con el pueblo y para el pueblo, para construir de abajo hacia arriba”
Al tiempo que anunciara el necesario e indispensable proyecto constituyente, el presidente enuncio una serie de medidas que tratarán de palear la terrible situación coyuntural generada por la pandemia del coronavirus y el desastroso estado en el que se encuentra el sistema de salud afirmando “La salud es un derecho fundamental que el Estado debe garantizar. La Salud física y mental será primera prioridad en el gobierno. Concretaremos un Sistema de salud universal, unificado, gratuito, descentralizado y participativo”, asegurando que “Se priorizará la Atención Médica Primaria para fortalecer la prevención y acercar la Salud a la población”
También en su discurso detallo los alcances que tendrá la obligada reactivación económica, manifestando:
“Implementaremos el criterio de rentabilidad social, que es superior a la licencia social. Esto significa que todo proyecto debe contribuir, entre otros, con:
• Dinamizar la economía local, regional y nacional. Es decir, generar “movimiento” como se dice coloquialmente.
• Incrementar realmente el ingreso nacional, propiciando el ingreso neto de capitales y que los beneficios se contabilicen localmente. Donde la recaudación de impuestos o regalías, sea positiva y relevante.
• Mejorar el nivel de empleo y salarios, condiciones y salarios de acuerdo a lo que señala la Organización Internacional del Trabajo, y que también que los locales accedan a puestos de gestión relevantes.
• Realizar transferencia tecnológica. La inversión foránea, extranjera o extra regional, es un medio para difundir tecnologías en las áreas receptoras. Ello implica el fortalecimiento de las instituciones pertinentes para que se haga realidad el aprendizaje local.
• Mejorar la distribución del ingreso, donde la intervención no genere grupos privilegiados y otros excluidos.
• Promover y preservar la cultura y el medio ambiente. Toda intervención debe cuantificar certeramente el cierre de minas y otorgar garantías reales sobre cualquier pasivo ambiental. Los actores deben acondicionarse a cada escenario y no al revés. Los pueblos y las organizaciones territoriales deben participar activamente en la gestión de SU desarrollo.
Si un proyecto NO tiene rentabilidad social, simplemente NO VA.”
En el marco de esta reactivación económica el presidente Castillo habló de los incentivos crediticios para el agro, las pymes y los consumidores, ampliando los periodos de gracia y facilitando la reprogramación de deudas a las MYPES, asegurando, además la protección del empleo, blindando a la actividad agrícola, a las Pymes, al Turismo y al Transportes.
También se refirió a la minería, actividad que ha gozado históricamente de una impunidad escandalosa, considerando la necesidad de poner orden en la misma, mediante reglas claras, “expulsando a la corrupción, sincerando y acotando procedimientos que faciliten la exploración, la explotación, el control y el cierre adecuado de cada proyecto”.
Como no podía ser de otra manera la educación, la ciencia y la tecnología ocuparon una parte esencial de su discurso mencionando “La ciencia y la tecnología son los pilares del desarrollo contemporáneo. Un país que no es capaz de reconocer e incorporar sus conocimientos ancestrales y generar nuevos a partir de la investigación; y disponer y promover un universo de profesionales destacados en este campo, nunca podrá alcanzar los niveles de desarrollo requeridos para distribuir adecuadamente entre su población los servicios públicos elementales, como son la seguridad alimentaria, la vivienda adecuada, el transporte público eficiente y una educación y un sistema de salud pública pertinentes y de calidad”.
Todas estas propuestas nacionalistas y populares y otras contenidas en el video del discurso completo que dejamos al final de esta nota, sabemos que tendrán la resistencia del congreso que puede no darle el voto de confianza al gabinete que presente Castillo, generando de esta manera una crisis política. La derecha ha perdido una batalla, pero todavía estamos lejos de ver si perdió la guerra.
Si bien no cuentan con los votos necesarios para declarar la vacancia al presidente y llevar al país a otro tipo de escenarios, Perú Libre tiene solo 37 de los 130 escaños en el Parlamento situación compleja para la gobernabilidad, si bien Perú tiene un sistema presidencialista.
Ante estas circunstancias se torna indispensable la construcción del poder popular que más allá de la gobernabilidad acompañe al presidente fortaleciendo el proyecto popular estrechando filas ante la posibilidad de una irrupción golpista, o la manipulación de los grupos de poder concentrados que darán batalla para no perder sus históricos privilegios.
Otro tema de vital importancia para el proyecto de refundación que se plantea desde el liderazgo de Castillo, será su política exterior, de la cual nada se ha dicho en el primer discurso como mandatario.
Conocemos que su canciller es Héctor Béjar Rivera, Doctor en Sociología, Máster en Política Social, abogado y Licenciado en Derecho, un intelectual de izquierda, ex militante del Partido Comunista Peruano y del Ejército de Liberación Nacional en los años 60, fundador del Centro de Estudios para el Desarrollo y Participación (CEDEP) cuya revista era “Socialismo y Participación”.
Como podemos apreciar el desafío para la nueva gestión popular tiene características sumamente importantes tanto al interior del país como fronteras afuera, ya que no solo permitiría el surgimiento de un proyecto nacional apuntalado por una democracia participativa y protagónica en camino a una refundación constituyente, sino también el poder ser parte de una nueva construcción contrahegemónica antimperialista integrando las nuevas alternativas multilaterales y consolidando las ya existentes como la UNASUR y la CELAC, sin dejar de mencionar la importancia estratégica que puede significar la refundación del viejo sueño de Andrés Santa Cruz de la Confederación Peruano-Boliviana en camino a la construcción del Tahuantinsuyo.
Nuestramérica se abre paso en medio del redespliegue imperialista en la región, podemos decir que Perú con su gobierno popular hoy ha ingresado al tablero donde los pueblos disputan su segunda independencia y en el cual la solidaridad y complementariedad serán fundamentales para mantener la libertad y la soberanía en aras de la justicia social y la democracia.
“La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino” Simón Bolívar