El gobierno neoliberal del panameño Laurentino Cortizo, que ha contribuido al enriquecimiento de las grandes corporaciones, trata de mantener el nivel de ganancia de las mismas como si nada afectara al resto de la sociedad, apelando a la manipulación mediática, a la represión de las protestas y la persecución política y a forzar negociaciones que en nada satisfacen las necesidades populares.
En la Ciudad de Panamá como en el interior del país los indígenas, campesinos y trabajadores rurales han cortado las rutas, sumándose progresivamente los distintos gremios y sectores juveniles y estudiantiles en reclamo por los altos precios de los alimentos y el combustible.
La crisis llega a todos los sectores haciendo que hasta la Liga Panameña de Fútbol (LPF) haya tenido que suspender el inicio del torneo Clausura 2022 debido a la ola de protestas sociales que se vive en el país.
Ante esta situación el presidente panameño instaló en la “Ciudad del saber” una mesa de diálogo para buscar una salida a los reclamos populares, pero en el comienzo de la ronda de negociaciones no estuvieron presentes los líderes de los movimientos que desde hace dos semanas encabezan las protestas.
El presidente congeló los precios de 10 productos de la canasta básica de alimentos y redujo algunos centavos el precio de los combustibles tratando de mitigar el impacto de las protestas populares, cosa que para nada logró.
Las movilizaciones y cierres de carreteras continuaban el martes luego de los anuncios del presidente y los bloqueos persistían comenzando a afectar el transporte de mercancías y combustibles, generando desabastecimiento en algunas regiones.
Luis Sánchez líder de la Asociación de Educadores de la provincia de Veraguas, lugar en el que comenzaron las protestas, manifestaba, “No reconocemos la mesa que se instaló en Panamá en la Ciudad del Saber” pretendemos que el gobierno presente una propuesta coherente.
Ante la multiplicación de las protestas el gobierno pretende poner paños tibios ofreciendo migajas, desconociendo la gravedad de la situación. Para entender de que estamos hablando nos remitimos a las afirmaciones del presidente de la Asociación de Comerciantes de Merca Panamá, Yoris Morales, quien afirmó, “hay un desabastecimiento de todos los vegetales” en la central de abastos de la capital panameña, “La situación es crítica. El área mayorista se ha quedado sin mercancía”.
El pueblo en las calles hace sentir su indignación, pero el desafío abierto no solo en Panamá, sino en toda Nuestra América, es el de construir las herramientas que nos permitan salir definitivamente de las políticas neocolonialistas del neoliberalismo y emprender los caminos de la justicia social de la mano de la autodeterminación de los pueblos.