El 22 de mayo de 1939 se firmó en Berlín, la capital de Alemania, entre Adolf Hitler y Benito Mussolini el Pacto de Amistad y Alianza entre Alemania e Italia (conocido como el Pacto de Acero). Las consecuencias de ese pacto significaron la base para estallar la segunda guerra mundial que solo tardó 4 meses después de la firma de dicho pacto, ello, le costó a la humanidad más de 60 millones de víctimas.
86 años después, parece que hay quienes quieren repetir la historia. La reunión entre el presidente de los EE UU Mr. Trump, y el criminal de guerra Primer Ministro de la entidad sionista “Israel” Benjamín Netanyahu que se llevó a cabo el 4 de febrero 2025 en la Casa Negra, asentó las bases de un nuevo Pacto de Acero, entre un sionismo que ha quedado al descubierto – como nunca antes – como la ideología más terrorista, supremacista y enfermiza que ha conocido la humanidad, y un imperialismo en decadencia, monroísmo fuera de contexto y época, y dirigido por un personaje narcisista que cree que puede determinar el destino de los pueblos en una subasta.
Trump declaró que va a tomar a la Franja de Gaza, expulsar a los palestinos a Egipto, Jordania y otros países, y convertir la Franja en la Riviera del Medio Oriente!! Trump alega que la entidad sionista de “Israel” es muy pequeña y que está analizando la forma para ampliarla. Además, aprobó ventas militares por un valor aproximado de 7.400 millones de dólares a la entidad sionista “Israel”, que incluye municiones, misiles Hellfire, además de liberar un cargamento de bombas Mark 84 que pesan 2000 libras (907 kg).
Por su parte el criminal de guerra Benjamín Netanyahu dijo que Trump es “el mejor amigo que ha tenido “Israel” en la Casa Blanca”, y se refirió a las decisiones de Trump en su primer mandato de reconocer a Jerusalén como la capital de “Israel”, y reconocer la soberanía de “Israel” sobre los Altos del Golán, además de su apoyo a los Acuerdos de Abraham, y calificó sus declaraciones sobre Gaza como una «idea maravillosa» que debe ser estudiada e implementada. Netanyahu dijo que la entidad sionista está cambiando el Medio Oriente y que ello no solo es crucial para la seguridad de “Israel” sino del propio occidente.
No es secreto ni exageración decir que la causa palestina ha representado, a lo largo de los 108 años transcurridos desde la Declaración de Balfour, el reto moral fundamental de la humanidad, un reto para el sistema internacional, sus instituciones, el Derecho y la Justicia Internacionales, los propios Estados, los principios elementales como la Autodeterminación, la Libertad, la Independencia, la Soberanía y los valores humanos comunes. Palestina y su pueblo se han convertido en el INDICADOR por excelencia de la credibilidad de políticos, periodistas, escritores, intelectuales, artistas, deportistas, personalidades religiosas y toda persona en general, en un mundo donde el concepto “humano” se ha convertido en una cuestión relativa y sujeta a los intereses materiales.
Tampoco es secreto ni exageración decir que la política de Netanyahu y los planes de Trump están echando leña al fuego, en un contexto mundial donde reinan las guerras, y la profunda crisis del propio sistema internacional (Naciones Unidas) creado para mantener la paz y la seguridad internacionales, no solo por los 80 años de fracasos acumulados, sino porque se ha convertido en una herramienta al servicio de los intereses del imperialismo norteamericano. Aquellos que no habían percibido la grave crisis del sistema de las Naciones Unidas, han tenido la oportunidad durante la campaña de genocidio llevada a cabo por el ejército sionista en Palestina y específicamente en la Franja de Gaza en los últimos 16 meses, donde el ejército sionista ha asesinado y herido más de 200 mil palestinos, y destruido totalmente a la Franja de Gaza.

El nuevo plan de Trump no es más que una reivindicación de los históricos planes sionistas que no se han podido llevar a cabo gracias a la firmeza del pueblo y la resistencia palestina. Aquí debemos analizar ¿Cómo se han reemplazados los intereses prioritarios de EE UU por los de “Israel”? y ¿Qué efectos estratégicos tiene ello? Para “Israel”, la prioridad radica en reestructurar el Medio Oriente acorde a sus intereses (mantener la existencia de “Israel” y su superioridad militar, económica y tecnológica). En ese contexto, la ocupación sionista acelera sus planes en Palestina, a sabiendas que sus planes en la región no pueden tener éxito sin dar una solución a la causa del pueblo palestino, por ello que Benjamín Netanyahu rescata el término “Solución Final” de Hitler y lo aplica contra el pueblo palestino, sancionando leyes tan racistas y nefastas que contradicen todos los principios de la Legalidad Internacional, llevando a cabo campaña de genocidio y duplicando los esfuerzos para un escenario de limpieza étnica, donde manipula al presidente de los EE UU para vender esa grave violación del Derecho Internacional como una medida humanitaria y solidaria con el pueblo palestino… ¡Vaya que han superado a Hitler!!
Para analizar si dichos planes pudieran tener éxito, debemos ver más allá de lo declarado, más allá del “humo y espejos” que pretenden generar ambigüedad y visión borrosa de los hechos, y responder las siguientes preguntas: ¿Son las condiciones internacionales propicias para un cambio fundamental en el Medio Oriente que favorece al Sionismo? ¿Quiénes son los obstáculos serios contra dichos planes? ¿Será que estamos ante una medida preventiva para abortar el despertar inevitable de los pueblos de la región que se ha acelerado tras la operación Inundación de Al-Aqsa? ¿Cuáles son los intereses de los gobiernos regionales en oponerse a las propuestas de Trump? ¿Qué herramientas tienen en este contexto?
El pueblo palestino que supo resistir hace más de 100 años decenas de planes y agresiones, que supo resistir la campaña del genocidio, y erigió con su voluntad y sangre una legendaria epopeya de firmeza y resiliencia, merece el apoyo de toda la humanidad, y sería inmoral dejarlo solo a merced del destino. La batalla por una Palestina libre es hoy más clara que nunca, es la batalla por la libertad, la justicia, el amor, la niñez y el futuro de la humanidad, contra la colonización, la injusticia, el racismo, el odio, la supremacía y la destrucción. Es la batalla de Jerusalén contra el nuevo Pacto de Acero.
Muaz Mussa* Refugiado palestino – Analista político
muazjm2021@gmail.com
Este artículo ha sido publicado en el portal del periódico eluniversal.com
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