Una nueva variante de la covid 19 fue descubierta en Brasil. Se trata de la tercera que surge en el territorio brasileño desde el inicio de la pandemia. En esta oportunidad, a cargo del descubrimiento están científicos de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y el mismo se dio en la ciudad de Belo Horizonte, capital de estado.
Las otras variantes descubiertas al momento son la conocida como P1, que surgió en Manaos entre diciembre y enero, y la P2, surgida en Río de Janeiro.
Según describieron los investigadores, la nueva cepa tiene una combinación de 18 mutaciones nunca descriptas en el virus hasta el momento. Entre ellas, se encuentran algunas compartidas con la variante P1 y P2 y también con las sudafricana B.1.1.351 y británica B.1.1.7, todas asociadas a una mayor transmisión.
El riesgo de gravedad también se investiga y, según afirma el coordinador del estudio Renato Santana, la nueva variante parece tener el mismo origen que las dos anteriores surgidas en el país.
A su vez, investigadores temen que la misma variante pueda estar en circulación en otras ciudades del estado, que ayer registró número récord de muertes en las últimas 24 horas. La capital Belo Horizonte en las últimas semanas registró una explosión de casos.
RESPONSABILIDADES
La situación de Brasil en la pandemia, que ayer registró más de cuatro mil muertes en 24 horas por primera vez desde el inicio de la crisis, encuentra como principal responsable al presidente Jair Bolsonaro.
Desde que la pandemia fue anunciada por la Organización Mundial de la Salud, Bolsonaro adoptó un discurso negacionista. No sólo minimizó la agresividad del virus, sino que entorpeció medidas adoptadas por estados y municipios para frenar los contagios.
En el caso de Minas Gerais, el gobernador Romeo Zema también contribuyó con el negacionismo del presidente, dilatando las medidas de distanciamiento y promoviendo la flexibilización con el fin de preservar la economía.
En el peor momento de la pandemia, con hospitales colapsados y nuevas cepas apareciendo, Bolsonaro continúa negando la necesidad de adoptar una cuarentena nacional, alegando que las personas necesitan volver a trabajar.
Como consuelo para los más de 14 millones de desempleados y 116 millones de brasileños que tienen dificultades para comer todos los días, el gobierno de Bolsonaro habilitó el pago de un bono de 45 dólares a trabajadores informales por cuatro meses, valor que representa un tercio del valor de la canasta básica y cerca del 40% del valor de una garrafa.
Considerado el laboratorio de nuevos virus a nivel mundial, Brasil pasa por el momento más grave de la pandemia y se teme que la situación empeore, tanto para el país como para la región, ante el negacionismo feroz de su presidente.
*Ana Laura Dagorret es periodista, corresponsal en Río de Janeiro y parte del equipo de PIA Noticias.