La realidad indica que el bloque BRICS se fortalece cada día más, y lo hace a través del ingreso de nuevos miembros que le aportan frescura y nuevos horizontes por venir. En un mundo multipolar cada vez más afianzado, los BRICS son la oportunidad para estar “dentro del mundo”.
Mientras que, por ejemplo, el gobierno electo en Argentina se ha pronunciado en contra del ingreso del país al bloque, cosa que se debiera producir a partir del 1º de enero próximo, otros países dan claras señales y pedidos expresos de ser admitidos en el bloque integrado por las economías principales y emergentes más importantes del momento. Para entonces, Egipto, una economía líder, y Etiopía, una economía emergente y el segundo país africano más poblado, se unirán al bloque con Sudáfrica, el gigante económico del continente.
Nigeria se ha propuesto lograr el ingreso de cara a 2026. Aunque ya lo había solicitado para la última reunión celebrada en suelo sudafricano, en la que otros dos países africanos fueron admitidos en el selecto grupo de los BRICS (ahora BRICS+), la mayor economía africana no cesa en su solicitud.
¿Qué motivos no le permitieron ingresar en 2024? ¿Qué debiera hacer Nigeria de cara a la reunión de 2026? Interrogantes que intentaremos desandar en este análisis.
Estas preguntas están en boca de muchos. Pero el análisis no solo se debe detener en los porqué el gigante africano no está en el bloque, aun cuando más de 40 países habían mostrado interés en unirse, incluidos 22 países que habían solicitado formalmente unirse, sino también en los porqué Nigeria se uniría al bloque.
El bloque, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, desde su formación como BRIC en 2009 y posteriormente BRICS en 2010, con la incorporación de Sudáfrica, ha demostrado ser una fuerza formidable contra la influencia dominante y manipuladora de Occidente. Esto lo ubica en una posición expectante de cara al advenimiento de la multipolaridad que se viene desarrollando cada vez con más fuerza.
Sudáfrica abrió el camino para el continente
Lo más importante es que el bloque tiene alrededor del 42 por ciento de la población mundial, casi el 30 por ciento del territorio mundial, alrededor del 27 por ciento del PIB global y alrededor del 20 por ciento del comercio mundial.
Aprovechando estos logros, Sudáfrica ha aprovechado el bloque y ha dado a otros países africanos razones para repensar su relación con Occidente.
Con su membresía, el comercio general de Sudáfrica con sus socios BRICS aumentó en un crecimiento promedio del 10 por ciento durante el período 2017-2021, el comercio total con los BRICS alcanzó los 830 mil millones en 2022 desde 487 mil millones en 2017, y los BRICS ahora representan el 21 por ciento del comercio global de Sudáfrica en 2022.
Además, más del 14 por ciento de las exportaciones de Sudáfrica se destinan a los países BRICS, y alrededor del 30 por ciento de las importaciones procederán de los países BRICS en 2022.
Si al ser miembro del bloque un país disfruta de todos estos beneficios, entonces Nigeria, que a pesar de su alineación con Occidente, ha soportado una enorme carga económica, un déficit de infraestructura y desafíos de seguridad, debería considerar la posibilidad de ser miembro del bloque BRICS.
Nigeria y el camino a seguir
Muchos expertos en relaciones internacionales culpan a la política exterior nigeriana de la incapacidad para desempeñarse en cierto nivel en la escena internacional. Según ellos, la política exterior de Nigeria parece ser una caza de brujas para el país en la escena internacional, ya que busca el bienestar de otros a expensas de sus propios intereses. En verdad, la política exterior del país ha sido orientada a favorecer a sus vecinos con su estrategia de ‘África Primero’. Como aclamado «Gigante de África», Nigeria ha sido “desinteresada y generosa” en el manejo de los asuntos africanos, incluso cuando su casa está en llamas.
Siguiendo esta lógica vamos a tomar la voz de Wilfred Okwuosa, profesor de Historia y Relaciones Internacionales, quien afirma que: “Nigeria carece de comprensión de la dinámica de la diplomacia internacional debido a su política afrocéntrica que dificulta hacer demandas a los países que se benefician o se han beneficiado de la benevolencia de Nigeria”.
Occidente entiende esto y su política exterior está guiada por sus intereses. Estados Unidos o los europeos no ofrecerán ayuda técnica, financiera o militar si no hay nada que ganar, eso está más que claro y Nigeria no es el único caso en el que esto ocurre, solo bastaría apoyar el dedo índice en cualquier punto de un globo terráqueo para encontrar otro ejemplo que reafirme estas tesis.
“Una buena política exterior también debe cubrir sus intereses, debe haber un retorno de su buena voluntad y también disposiciones para retirar o reorientar la política si sus intereses no se reflejan en ella”, explicó el profesor Okwuosa, en una entrevista consultada para este análisis. Además señaló que desde su independencia, Nigeria ha hecho de África la pieza central de su política exterior, pero cometió un error al no imponer condiciones que aseguren la reciprocidad. “Nigeria patrocinó y dirigió misiones de establecimiento de la paz en zonas en conflicto en toda África, especialmente en África Occidental con el ECOMOG. Pero Nigeria todavía acoge a todos en su país debido a su política exterior afrocéntrica. Necesitamos cambiarlo para que nos centremos más en los ciudadanos nigerianos que en los forasteros”, concluyó Okwuosa.
Apoyados en el en el análisis de Okwuosa, y haciendo un racconto histórico podemos afirmar que Nigeria tiene poco o nada que mostrar en los 63 años de codearse con las potencias occidentales, si tomamos como fecha de partida de esta relación el 1 de octubre de 1960, día de la independencia nigeriana.
Entonces cobra importancia la entrada a los BRICS+, ya que las relaciones internacionales nigerianas no solo estarían atadas a Occidente. El bloque asegura integrarse a las economías emergentes que han desafiado el “status quo” al crear un nuevo orden económico mundial, a través del cual han logrado sus enormes hazañas económicas, tecnológicas e incluso políticas gracias a su no alineación con Occidente e incluso fueron más allá, la mayoría de ellos rechazaron los préstamos del FMI y del Banco Mundial y no están sujetos a sus órdenes.
Sin embargo, Nigeria debería unirse al bloque, pero no necesariamente reducir sus vínculos con Occidente, simplemente repensarlo y ajustarlo para dejar espacio para el cambio necesario que afectará su desarrollo económico y su seguridad. A sabiendas que su ingreso a los BRICS+ enfrentará a Nigeria contra Occidente.
Muchos señalan que ese cambio, en las relaciones internacionales, es un prerrequisito para su liberación de la influencia occidental y un facilitador de su membresía en cualquier otro bloque global, especialmente en los BRICS.
Pero ha habido esfuerzos para reestructurar la política exterior, particularmente por parte de la administración de Muhammadu Buhari. Cabe recordar que el 16 de enero de 2022, el gobierno nigeriano anunció que el nuevo impulso de la política exterior se basaría en la filosofía de ‘Nigeria primero’, una nueva dimensión en la trayectoria diplomática de la nación que otorga primacía a los intereses nacionales vitales de Nigeria y, sobre todo, la protección de sus ciudadanos y sus empresas en todo el mundo.
Geoffrey Onyeama, entonces ministro de Asuntos Exteriores, afirmó que el gobierno aplicaría una política exterior realista que reflejaría las realidades internas del país.
Al explicar la nueva política en un término más claro, Ibrahim Gambari, jefe de gabinete del ex presidente, dijo que la mentalidad de política exterior de Buhari «es centrarse primero en Nigeria, luego en sus vecinos inmediatos antes de prestar atención a otros países de África occidental, luego a África y el resto del mundo».
Lamentablemente, se produjo después de más de siete años en el cargo, sin garantías de sostenibilidad por parte del próximo gobierno. Una vez más, muchos criticaron al ex presidente por no dar ejemplo y dar prioridad a los intereses de Nigeria con la controvertida línea ferroviaria financiada por Nigeria que se está construyendo desde Nigeria a Níger y la donación de vehículos por valor de más de mil millones de nairas a la República de Níger cuando el país no está conectado por ferrocarril y en medio de los desafíos económicos.
Es muy importante que Nigeria aplique correctamente su política exterior en este momento, especialmente en un mundo que se ha globalizado por completo. Sólo a través de una política exterior realista y bien organizada económicamente puede una nación asegurarse una participación más justa en los recursos globales a través de compromisos multilaterales y bilaterales con otras partes interesadas. Un claro ejemplo es Etiopía, sede y centro de la Unión Africana, que abandonó su posición de no alineación para unirse al bloque BRICS, entonces podemos afirmar que Nigeria también debería descartar lo que Occidente dirá o hará para unirse a cualquier bloque económico que ayude a su desarrollo.
Sin embargo, tal como están las cosas, Nigeria tal vez no piense en unirse a ningún bloque cuyos intereses choquen con los de Occidente debido a su débil política exterior, la influencia dominante de las potencias occidentales sobre ella, la enorme deuda que el país tiene con Occidente y la falta de voluntad política para desafiar el “status quo” como lo ha hecho Sudáfrica con su membresía en los BRICS y Egipto y Etiopía se están preparando para hacerlo también.
Nigeria, ¿quiere ser BRICS+?
La información disponible sobre los países que han declarado interés y han solicitado unirse al BRICS indicó que Nigeria ha solicitado unirse al bloque económico.
En una entrevista con un canal de noticias indio, WION, en marzo de 2023, la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, reveló que Nigeria se encontraba entre los 12 países que habían solicitado unirse a la alianza económica.
Cuando se le pidió que nombrara los países que habían solicitado unirse a los BRICS, Pandor dijo: “Lo han hecho públicamente. Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Argelia y Argentina. Entonces, es una lista creciente de México y Nigeria. Entonces, hay un gran interés en todo el mundo. Y una vez que hayamos definido los criterios, tomaremos la decisión”.
Mientras tanto, en el discurso pronunciado en la cumbre, el vicepresidente prometió que Nigeria estaba preparada para una colaboración y asociación que garantice un mundo regido por reglas y normas aceptables.
Sin embargo, contrariamente a la afirmación de que Nigeria fue rechazada por el bloque, el vicepresidente Kashim Shettima, que representó al presidente Bola Tinubu en la 15ª cumbre del bloque en Johannesburgo, dijo que Nigeria no había solicitado unirse al bloque económico.
Shettima dijo que el presidente Tinubu tendría que involucrarse con la Asamblea Nacional y el Consejo Ejecutivo Federal antes de que Nigeria solicite su membresía en BRICS. Además el funcionario agregó: “Hasta ahora no hemos solicitado la membresía en BRICS. Y se debe en gran medida al hecho de que mi presidente principal, Bola Ahmed Tinubu, es un verdadero demócrata que cree en la creación de consenso”, dijo el vicepresidente.
“Hay tantas variables que es necesario tener en cuenta. Tenemos que evaluar tantas tendencias y cuestiones que requieren compromisos con el consejo asesor económico, el Consejo Ejecutivo Federal e incluso la Asamblea Nacional antes de que se tome una decisión informada sobre unirse a los BRICS”.
Entonces, y a modo de cierre, podemos afirmar que hasta que Nigeria no defina su política exterior y a través de ella su relación con el mundo, el ingreso a los BRICS+ seguirá siendo una incógnita, más allá de las declaraciones cruzadas entre aquellos que siguen viendo solo a Occidente cono el socio a mantener y aquellos que se quieren integrar al mundo multipolar más allá de las posiciones político-ideológicas de los miembros BRICS+, donde, justamente la característica principal del bloque es el carácter variopinto del mismo, donde conviven, negocian y establecen relaciones países tan disimiles como iguales, con respecto a la mirada del mundo que se viene.
*Beto Cremonte es periodista, Comunicador Social y docente en la Facultad de Comunicación Social de La Plata (U.N.L.P), estudiante avanzado de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Pública y Política de la Universidad Nacional de La Plata (U.N.L.P)
