Análisis del equipo de PIA Global Europa

Movimiento Ciudadanos del Reich: ¿Qué pasó en Alemania?

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini* –
El 7 de diciembre, un día antes de cumplirse un año del gobierno de coalición semáforo, un grupo de extrema derecha intentó tomar el edificio del Parlamento alemán en Berlín (Bundestag), perpetrar un golpe de Estado y formar un gobierno interino.

El mismo día detuvieron a 25 sospechosos y realizaron allanamientos en 11 de los 16 Estados federales alemanes, pero también en Italia y Austria. Los allanamientos también están dirigidos contra otros 27 sospechosos bajo la hipótesis de pertenencia o apoyo a la ‘organización terrorista’. 

El Ministerio Público Federal dio a conocer una lista de los nombres de los sospechosos entre los que se encuentran ex oficiales de las fuerzas especiales del Ejército alemán y Birgit Malsack-Winkemann, una ex miembro del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y actual miembro de la Corte de Arbitraje. Entre los detenidos, las autoridades alemanas identificaron a Vitalia B. de nacionalidad rusa sospechosa de apoyar al grupo extremista y de “ayudar al acusado Heinrich XIII (líder) a ponerse en contacto con representantes de la Federación Rusa”, no obstante, dice el comunicado del Ministerio Público Federal, “según las investigaciones realizadas hasta el momento, no hay indicios de que las personas de contacto hayan reaccionado positivamente a su solicitud”, es decir, no hubo respuesta rusa.

Según informan desde RT, la Embajada de Rusia en Berlín expresó que hasta el momento no habían recibido la notificación sobre la detención de la ciudadana rusa mencionada en el caso. Además, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, descartó cualquier vínculo de Moscú con la situación: “se trata, más bien, de problemas internos de Alemania, ellos mismos dicen que no refiere a una injerencia rusa. Nos enteramos por los medios de comunicación. No tenemos nada que decir al respecto”.

Las autoridades alemanas llevan adelante investigaciones para determinar si se trata del delito de alta traición contra la Federación según lo establece el artículo 83 (1) del Código Penal, debido a la preparación, planificación y organización del grupo.

Redada en Berlín
Redada en Berlín Foto: Martin Brinckmann / DER SPIEGEL

Para las investigaciones, los procedimientos, las detenciones y las medidas de registro se desplegaron más de 3000 fuerzas de seguridad, agentes de la policía de la Oficina Federal de Policía Criminal, fuerzas especiales de la Policía Federal, la Oficina Federal de Protección de la Constitución, la Oficina Federal del Servicio de Contrainteligencia Militar y las Oficinas Estatales de Protección de la Constitución, así como fuerzas policiales adicionales de diversos distritos.

De acuerdo al comunicado oficial del Ministerio Público Federal alemán, “los sospechosos detenidos son fuertemente sospechosos de haber sido miembros de una organización terrorista nacional”, entre los que se encuentran ciudadanos alemanes y uno ruso. Heinrich XIII P. R., de 71 años perteneciente a la nobleza menor alemana,  aristócrata, empresario y activista de extrema derecha alemán, y Rüdiger V. P., a cargo del ‘brazo militar’, habrían actuado como líderes de la asociación según el Ministerio.

Además, el comunicado detalla que esta “organización terrorista” tenía el objetivo de “superar el orden estatal existente en Alemania y sustituirlo por su propia forma de Estado (…) utilizando medios militares y violencia contra los representantes del Estado, incluyendo la perpetración de asesinatos”. Persigue la ‘eliminación violenta del Estado constitucional democrático’ y la forma de defensa del poder a través de una ‘red alemana de empresas de seguridad interior fundada por ella’.

De acuerdo a estas declaraciones, los miembros “siguen un conglomerado de mitos conspirativos compuesto por narraciones de la llamada Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) y la ideología QAnon (…) convencidos de que Alemania está gobernada actualmente por miembros del llamado “Estado profundo”. La finalidad es construir una “forma de gobierno (militar) de transición que negocie el nuevo orden estatal en Alemania con las potencias aliadas vencedoras de la Segunda Guerra Mundial”, describe el comunicado.

Desde finales de 2021, los sospechosos comenzaron a “planificar las estructuras de tipo administrativo, la adquisición de equipos, la realización de cursos de tiro y la captación de nuevos miembros. El órgano central de la agrupación es el “Consejo”, presidido por Enrique XIII considerado el futuro jefe de Estado y a Thomas T. como su asesor personal. Similar al gabinete de un gobierno ordinario, el organismo tiene varios departamentos, por ejemplo “Justicia”, “Asuntos Exteriores” y “Sanidad”, detallan desde el Ministerio. También agregan que “afiliado al “Consejo” está el “brazo militar”. Algunos de sus miembros han servido activamente en la Bundeswehr (Fuerzas Armadas) en el pasado”.

Además de hacer cumplir la toma del poder planeada, “el personal de mando se ocupó del reclutamiento de nuevos miembros (enfocados en miembros de las Fuerzas Armadas y de la policía), la adquisición de armas y otros equipos, el establecimiento de una estructura de comunicación e informática a prueba de virus, la realización de ejercicios de tiro, así como de los planes para el futuro alojamiento y manutención de las “compañías de seguridad nacional”. Incluso, “en octubre de 2022, miembros del “brazo militar” inspeccionaron cuarteles de la Bundeswehr en Hesse, Baden-Württemberg y Baviera para comprobar si eran adecuados para alojar a sus propias tropas tras el golpe”.

Según el politólogo, Daniel Gil Iglesias, en una entrevista a La Política Online, “ciudadanos del Reich es una institución bastante extraña, una asociación cultural u organización política con cierto peso en algunos círculos nostálgicos. La presencia de la extrema derecha en las fuerzas de seguridad alemanas no es algo nuevo ni exclusivo de Alemania. Esto demuestra el nivel de fuerza que tienen o creen tener este tipo de organizaciones, ya que realmente planeaban una operación impresionante, ocupando incluso el Reichstag para lo que hay que tener un nivel organizativo para plantearlo como perspectiva realista”.

El presidente del Partido de Los Verdes (parte de la coalición gobernante) y miembro del Parlamento, Omid Nouripour, expresó en twitter que el ataque “muestra el enorme peligro que pueden representar los extremistas de derecha y los ciudadanos del Reich”. No obstante, también agregó que “el allanamiento también demuestra que nuestra democracia y el estado de derecho están bien defendidos”.

Para el experto constitucional del SPD (parte de la coalición gobernante), el Dr. Boris Weirauch, “cuando personas entrenadas para usar armas se deslizan hacia ambientes anticonstitucionales, esto representa una amenaza inmediata para la seguridad pública en nuestro país. ¡No puede haber piedad!”, declaró.

https://twitter.com/spdlandtagbw/status/1600484914100858881?s=20&t=wpH0LEMgiJeQdZFTTsQ8MQ
La extrema derecha alemana, “Reichsbürger” y “Selbstverwalter”

En Alemania, como en Europa, el avance de la extrema derecha con diversas características y objetivos ha ganado terreno profundamente en gran parte de la población, desde grupos “extremistas” y violentos hasta partidos políticos postulados en elecciones generales. Principalmente se pueden identificar características nacionalistas, xenófobas, racistas, islamófobas, antivacunas a partir de la pandemia por el virus covid19, antirefugiados, e incluso neonazis. 

En Alemania existe la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV), una rama importante de la arquitectura del servicio de inteligencia nacional que recopila y evalúa información sobre “actividades extremistas y terroristas y las actividades de los servicios de inteligencia extranjeros”, con el objetivo de “proteger el orden básico democrático libre”.

“El potencial extremista de derechas está formado por partidos, estructuras no afiliadas a partidos o afiliadas a partidos (incluidas camaraderías, asociaciones y editoriales) y un potencial extremista de derechas en gran medida no estructurado (esto incluye a todos los extremistas de derechas que no están afiliados a ninguna organización, por ejemplo, extremistas de derechas influenciados subculturalmente o autores de actos violentos)”, describen desde la Oficina. En 2021 el potencial ultraderechista ha aumentado a 33.900 personas.

Para la BfV, “el uso de la violencia es un patrón de acción constante y predominante en la ideología de extrema derecha. No solo se manifiesta en actos espontáneos de violencia, incluidos ataques físicos a opositores políticos e imágenes típicas del enemigo, como inmigrantes, sino también en ataques terroristas”.

De acuerdo a la Oficina, 20.201 crímenes de extrema derecha ocurrieron en 2021, promediando más de 55 por día. Aunque, esa cifra demuestra que en comparación con 2020 (22.357), el número total de delitos violentos y criminales de extrema derecha en 2021 cayó un 9,6%.

Fuente: BfV.

Para la BfV, los grupos de extrema derecha instrumentalizan las crisis sociales con el objetivo de “deslegitimar sistemáticamente a las instituciones y los representantes estatales y desacreditar el sistema democrático”. De esta manera, la Oficina identifica que si bien “con el comienzo de la pandemia de coronavirus y la aplicación de restricciones estatales para combatirla, hubo un amplio debate sociopolítico y protestas legítimas en Alemania, en algunos casos, las opiniones o acciones expresadas públicamente fueron más allá de la protesta legítima convirtiéndose en aspiraciones anticonstitucionales”. También se identifican otras crisis sociales como instrumentos para la extrema derecha como las medidas de protección del clima, la recesión económica como resultado de la guerra en Ucrania o la inundaciones en 2021.

Uno de los grupos investigados por la BfV son los “Reichsbürger” y “Selbstverwalter” (Ciudadanos del Reich y autogobernantes), la primera es la asociación acusada de cometer el intento de golpe de Estado el 7 de diciembre. No obstante, en los informes de la Oficina aclaran que “es difícil establecer una distinción clara entre “ciudadanos del Reich” y “autoadministrados”: los “ciudadanos del Reich” se refieren a un “Reich alemán” de cualquier tipo en lo que respecta al territorio estatal y al estatuto jurídico y, por tanto, rechazan la República Federal de Alemania. Los “autogobernantes”, por su parte, reivindican poder “retirarse” del Estado, reclamando para sí autonomía jurídica y territorial. También existen formas mixtas”.

De acuerdo a Antifascist Europe, un proyecto de investigación antifascista centrado en las redes, la cooperación y la interacción inter y transnacionales de los actores de extrema derecha en toda Europa, “’Reichsbürger’ cree que el ‘Deutsches Reich’ (Imperio alemán) sigue siendo el estado legal de la actual Alemania. En su opinión, el gobierno electo es ilegal y, a menudo, tampoco aceptan las fronteras reales con Polonia, Dinamarca y Francia. Los ‘Reichsbürger’ son en su mayoría de extrema derecha, antidemocráticos y antisemitas. Hay docenas de organizaciones de ellos en Alemania, Austria y Suiza”.

De acuerdo a la BfV, “en 2022, alrededor de 23.000 personas (2021: 21.000) se pueden atribuir a la escena “Reichsbürger” y “Selbstverwalter” en toda Alemania. Alrededor de 1250 (2021: 1150), es decir, más del cinco por ciento de ellos, son extremistas de derecha”. Además, las investigaciones de la Oficina arrojan que “en 2021, 1.011 (2020: 599) delitos extremistas se atribuyeron a la escena de los “ciudadanos del Reich” y los “autogobernantes”. Entre estos delitos extremistas había un total de 184 (2020: 125) delitos violentos. Entre ellos figuraban principalmente delitos de extorsión (116; 2020: 78) y delitos de resistencia (44; 2020: 30). Entre los 827 (2020: 474) otros delitos extremistas, predominan la coacción y las amenazas (341; 2020: 148)”.

La situación en Alemania está hartamente caldeada desde lo interno como en política exterior, desde los vínculos con sus socios franceses, europeos y estadounidenses, como al interior con las distintas empresas en quiebra o en desacuerdo con las medidas adoptadas por el gobierno, o la ciudadanía movilizada debido a las profundas múltiples crisis que atraviesa el país. 

Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: Heinrich XIII Reuss fue detenido este miércoles por la policía en Frankfurt. Europa Press

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

Dejar Comentario