Montenegro necesitó más de cuatro meses de conversaciones para dotarse de un nuevo gobierno, pero al final Milojko Spajić logró hacerse con el cargo de primer ministro, apoyado por una coalición que incluye nada menos que once formaciones políticas. Se espera que el nuevo gobierno haga del proeuropeísmo el hilo conductor de su política exterior, lo que podría abrir de par en par las puertas de la UE a Podgorica, después de que la antigua república yugoslava ya ingresara en la OTAN en junio de 2017.
En las elecciones celebradas el pasado 11 de junio, la formación de Spajić, el Movimiento Europa Ahora (Покрет Европа сад; Pokret Evropa sad, PSE), había quedado efectivamente en cabeza con el 25,53% de los votos, pero los 24 escaños que había obtenido no eran suficientes para formar un nuevo ejecutivo, dado que la Cámara de Podgorica cuenta con un total de 81 diputados. Por estos motivos, se iniciaron largas negociaciones con las demás fuerzas políticas, a excepción del Partido Democrático de los Socialistas de Montenegro (Демократска партија социјалиста Црне Горе; Demokratska partija socijalista Crne Gore, DPS) y la coalición liderada por el ex Primer Ministro Dritan Abazović, llamada Aleksa y Dritan – ¡Cuenta con el valor! (Алекса и Дритан – Храбро се броји!; Aleksa i Dritan – ¡Hrabro se broji!), de los nombres de los dos líderes Aleksa Bečić y, precisamente, Dritan Abazović.
Aunque Spajić rechazó durante mucho tiempo las conversaciones con los socialistas del DPS, al final tuvo que recurrir al propio partido de Danijel Živković para lograr los números necesarios para gobernar, en una coalición que incluye también a partidos minoritarios albaneses y a la coalición de derechas denominada Por el futuro de Montenegro (За будућност Црне Горе; Za budućnost Crne Gore, ZBCG), dirigida actualmente por Milan Knežević. Esta coalición también incluye al partido Nueva Democracia Serbia (Нова српска демократија; Nova srpska demokratija, NSD) de Andrija Mandić, quien, según el acuerdo, ejercerá de presidente del Parlamento.
Según muchos, el gobierno de Spajić podría ser el que lleve a Montenegro oficialmente a la Unión Europea, una eventualidad que ya ha cosechado numerosas opiniones positivas entre los Estados miembros. El 6 de octubre, de hecho, los líderes europeos se reunieron en la ciudad española de Granada, donde también debatieron la posible ampliación de la UE. Hasta la fecha, ocho países tienen oficialmente la condición de candidatos a la UE: además de Montenegro, figuran en esta lista Turquía, Ucrania, Moldavia, Albania, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte y Serbia. Además, Georgia y Kosovo se consideran posibles futuros candidatos.
«La ampliación significa que los países candidatos tienen reformas que aplicar. Saben lo que tienen que hacer. Y por parte de la UE tenemos que prepararnos. Es la primera vez en muchos años que celebramos un debate de alto nivel sobre un tema y unas decisiones tan fundamentales», declaró Charles Michel, Presidente del Consejo Europeo, al margen de la reunión de Granada. Sin embargo, entre los ocho países candidatos no todos serán incluidos en la UE: entre ellos, Montenegro parece ser uno de los candidatos más probables, ya que su posible entrada no suscitaría objeciones entre ninguno de los 27 miembros actuales, al contrario de lo que se debate sobre una posible entrada de Ucrania o Turquía.
La semana pasada, el canciller alemán, Olaf Scholz, reiteró también su apoyo a la ampliación de la UE en la región balcánica, que incluye la posible adhesión de Montenegro al organismo continental. Según el jefe del Gobierno de Berlín, la expansión de la UE en la región de la antigua Yugoslavia aportaría mayor estabilidad y permitiría también resolver el conflicto entre Serbia y Kosovo, que ha marcado recientemente un deterioro de las relaciones entre ambas partes. Scholz parece así decidido a seguir los pasos de Angela Merkel, que en 2014 puso en marcha el llamado Proceso de Berlín para permitir la adhesión a la UE de nuevos países de Europa del Este.
Sin embargo, los países que deseen ingresar en la Unión Europea, además de tener que obtener el aval de todos los actuales Estados miembros, deberán llevar a cabo las reformas exigidas por Bruselas y respetar los parámetros macroeconómicos impuestos a los Estados miembros, como mencionó el propio Charles Michel.
*Giulio Chinappi, politólogo.
Artículo publicado originalmente en guiliochinappi.com
Foto de portada: extraída de giuliochinappi.com