África Colonialismo

Monarquía británica: ¿Cómo se ha beneficiado del colonialismo y la esclavitud?

Por Laura Clancy*-
La monarquía británica está fundada sobre la trata de personas esclavizadas y el saqueo a otros países.

El reinado de Isabel II ha terminado, con su reciente muerte anunciada el jueves 8 de septiembre de 2022. Pero la monarquía británica continúa, ahora en manos del rey Carlos III.

A lo largo de los años, se ha señalado la conexión que tiene la Corona, y la familia real, con la imposición del colonialismo y la esclavitud de personas, sobre todo de África y Asia.

Muy recientemente, por el Jubileo de Platino de Isabel II, su nieto William y Kate Middleton viajaron al Caribe. Y su mensaje sobre la esclavitud fue criticado.

Pero, ¿qué tiene que ver la monarquía con la esclavitud y el colonialismo? ¿Cómo se ha beneficiado de estos sistemas de explotación y expropiación?

1. Financiamiento de viajes de esclavitud

La monarquía británica fue fundamental para el establecimiento, la expansión y el mantenimiento del imperio británico y la trata transatlántica de personas esclavizadas. La declaración del imperio inglés fue hecha por primera vez por Enrique VIII en 1532. Isabel I otorgó una carta real (un instrumento de incorporación) a Sir John Hawkins, considerado uno de los primeros comerciantes ingleses en beneficiarse del comercio de personas esclavizadas. También otorgó una carta a la Compañía Británica de las Indias Orientales en 1600.

Después de la muerte de Isabel I, Carlos II formó la Royal African Company en 1660, dirigida por el duque de York (más tarde James II), que extrajo bienes como oro y marfil de Gold Coast y transportó a más de 3 mil mujeres y hombres africanos a Barbados. Muchas de estas personas tenían las iniciales “DY” grabadas en la piel para indicar su pertenencia al duque de York. Ambos hombres invirtieron fondos privados en la empresa.

La reina Victoria asumió el título de Emperatriz de la India en 1877, y en 1920 el imperio tenía 13 mil 71 millones de millas cuadradas. La importancia y el poder global de la monarca británica se derivaron directamente de la esclavitud de personas afrodescendientes.

La reina Isabel II en la celebración del Día de la Commonwealth en 2021.

2. Commonwealth: La Mancomunidad

La Commonwealth es una organización de 52 estados miembros “independientes e iguales”. A pesar de este reclamo “independiente”, la Commonwealth tiene orígenes imperiales. Muchos de los estados miembros son antiguas colonias del imperio británico, y el experto de la Commonwealth, Philip Murphy, describe la forma en que el imperio se convirtió en la Commonwealth como “al azar”.

La Commonwealth surgió de la descolonización posterior a la Segunda Guerra Mundial, como un medio para asegurar al público británico que la desaparición del imperio no disminuiría el prestigio global del Reino Unido.

La reina es la jefa de la Commonwealth, y el príncipe Carlos (ahora rey Carlos III) fue designado como su sucesor en 2018. Pero el puesto no es hereditario y no hay ninguna razón constitucional o estatutaria por la que Carlos asuma este cargo. El papel de jefe de la Commonwealth le permite al monarca continuar con su posición de privilegio e influencia internacional, que se deriva de las historias coloniales.

3. La Reina como jefa de Estado

La Declaración de Londres de 1949, que abordó la posición de la India en la Commonwealth como república, sentó el precedente para que los países de la Commonwealth adoptaran el republicanismo. Pero hoy, 15 siguen siendo monarquías constitucionales con Isabel II como jefa de Estado, incluidas islas del Caribe como Jamaica, países sudamericanos como Belice, estados africanos como Ghana, así como Canadá y Australia.

Desde 1842, cada país ha designado a un gobernador general local como representante de la Reina, con el poder de proponer leyes, (re)probar proyectos de ley y disolver el parlamento. Aunque la Reina no tiene control político “directo” en estos reinos, los gobernadores generales podrían interpretarse como un poder administrativo monárquico en curso.

Muchos de estos países, incluidos Australia, Jamaica, Granada, Santa Lucía y Tuvalu, todavía usan “God Save the Queen/King” como himno nacional o real. Como argumenta el sociólogo Ty Salandy, estos textos culturales se utilizaron durante el imperio para inculcar los valores británicos y la sumisión a la autoridad colonial, y su uso continuado sugiere un sistema de valores similar.

En 2021, Barbados destituyó a la reina como jefa de Estado y se convirtió oficialmente en una república, pero siguió siendo parte de la Commonwealth. Hay informes de que Jamaica planea hacer lo mismo después de la visita real.

4. Propiedades, terrenos y bienes

Tras el informe del National Trust sobre las historias de la esclavitud y el colonialismo en sus propiedades, la curadora en jefe de Historic Royal Palaces, Lucy Worsley, anunció una investigación similar sobre los palacios reales en 2020.

Worsley dijo que todas las propiedades utilizadas por la dinastía Stuart en el siglo XVII “iban a tener un elemento de dinero derivado de la esclavitud” dentro de ellas. Esto incluye el Palacio de Kensington y el Palacio de Hampton Court, que tienen conexiones con el rey Guillermo III, otro copropietario de la Royal African Company.

Esto sin mencionar los bienes que ahora son propiedad de la monarquía que fueron robados durante la colonización, como el diamante Koh-i-Noor de la India utilizado en las Joyas de la Corona, que Pakistán e India han pedido repetidamente que se les devuelva. La falta de transparencia con respecto a lo que posee la Corona frente a los efectos personales de la Reina hace que sea aún más difícil rastrear estas historias.

5. ‘Nuestra gran familia imperial’

En un discurso pronunciado en 1947 en Sudáfrica, la entonces princesa Isabel declaró que dedicaría su vida al “servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos”. El concepto de una “familia imperial” refleja la idea de la monarquía británica como figura decorativa del imperio, investida de ideologías de supremacía blanca y colonialismo.

Esta idea también juega un papel en las visitas internacionales reales. Históricamente, las visitas reales han tenido implicaciones colonialistas al retratar a la realeza como un salvador blanco. El estudioso de los medios Raka Shome analiza cómo Lady Diana se convirtió en un símbolo de esto en fotografías de ella jugando y cuidando a niños negros en África. Tal vez podamos ver esto nuevamente en imágenes del duque y la duquesa de Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton, dándose la mano con los residentes de Jamaica a través de una cerca de alambre.

Tales visitas intentan reescribir las historias coloniales e imperiales a través de discursos de filantropía y comunidad global, con la realeza como “jefe” de la familia global. Es, en esencia, buenas relaciones públicas.

¿Un nuevo capítulo imperial?

Esto solo toca la superficie de las conexiones de la monarquía con el colonialismo y el imperialismo. Como el Movimiento de Mujeres PNP, un movimiento jamaicano que defiende a las mujeres y las niñas, escribió en el Jamaican Observer: “Nos golpearon y nos obligaron a creer que nuestro propósito como nación era satisfacer el de ustedes”. Esto se debe en gran medida al hecho de que, como dicen, se repavimentaron las carreteras y se limpiaron los hospitales en preparación para la visita real del príncipe William este año, en lugar de años antes para las empobrecidas comunidades negras que los usan todos los días.

En un discurso en Jamaica, el príncipe William expresó su “profundo dolor” por la esclavitud que “mancha para siempre nuestra historia”. Sin embargo, no llegó a reconocer el papel de la monarquía en esa historia, institución de la que sigue beneficiándose. A raíz de los movimientos globales contra el racismo y el colonialismo, tal vez finalmente sea hora de que la monarquía tenga en cuenta su historia.

*Laura Clancy es profesora de Medios en la Universidad de Lancaster.

Artículo publicado en El financiero, editado por el equipo de PIA Global